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El atractivo campus norteamericano

Los campus estadounidenses ganan adeptos en España, por ser un sistema más flexible y práctico y por exigencia de las multinacionales. Este sistema es muy versátil y permite al alumno fabricarse una carrera prácticamente a medida, siguiendo sus intereses

Marta Yoldi

Hace ya algunas décadas que universidades privadas de Estados Unidos se instalaron en Madrid. En los años sesenta, la Saint Louis University, perteneciente a los jesuitas, y a primeros de los ochenta, The College International Studies (CIS) y la Schiller International University, los tres centros que forman el triángulo de la educación norteamericana en España, con campus también en otras capitales. La principal idea primigenia de la expansión a España, al igual que a otros países europeos, era ofrecer a los norteamericanos residentes en nuestro país la oportunidad de disponer de su sistema educativo. En la actualidad, estos centros ven llegar cada año a sus aulas a más alumnos españoles que quieren tener horizontes más amplios.

La responsable de admisiones del CIS, Lola Aznar, explica que observan “un crecimiento paulatino” del alumnado nacional. Los porcentajes en esta universidad, con sede en Boston, se mueven entre un 60% de estudiantes internacionales y un 40% de españoles, que puede variar según los años. Lo que es innegable es que ya no son solo universidades para estadounidenses expatriados o que quieren acumular experiencias fuera de su país.

Por su parte, Katie Gortz, responsable de marketing digital de Saint Louis, afirma que las matrículas de españoles “han sido estables a lo largo de los últimos cinco años”, época de crisis económica y sus efectos. El número de estudiantes norteamericanos en este centro es ahora la mitad, algo impensable hace unos lustros. Su directora de admisiones, Heidi Buffington, señala que, en sus visitas a ferias como Aula, en Ifema, en los dos últimos años ha notado que la gente está más dispuesta a considerar alternativas a la universidad española. “Con la crisis económica y la resultante fuga de cerebros se ve que para conseguir trabajo hay que estar muy bien preparado para un mercado global”, justifica. Buffington añade que los españoles prefieren los campus aquí instalados que viajar a EE UU.

Ideas propias

“Los jóvenes españoles están cada vez más interesados en el modelo educativo americano, que les abre la puerta al mercado profesional internacional”, dice el responsable de admisiones de Schiller, Judá Zaballos. “El incremento de alumnos españoles, observando las cifras del último año, es del 80%. Si atendemos al total de españoles en los cuatro campus, el aumento ha sido del 48%”.

Lo que lleva a jóvenes españoles a pedir plaza en estos campus tiene mucho que ver con el sistema educativo de Estados Unidos. Sus programas ofrecen “teoría, pero están basados sobre todo en la práctica”, resume Lola Aznar. Otorgan herramientas para participar, hablar en público, negociar”. Katie Gortz lo expresa así: “Se potencia el pensamiento crítico, que el alumno desarrolle sus propias ideas y no repita lo que dice el profesor”. Esto es clave para el futuro laboral, pues es sabido que las empresas multinacionales de Estados Unidos únicamente aceptan para trabajar títulos universitarios norteamericanos. En un mundo cada vez más globalizado, los jóvenes españoles no pierden de vista este hecho.

Estructura de las carreras

El sistema universitario norteamericano es muy versátil y, aunque cuente con un plan de estudios, permite al alumno hacerse una carrera prácticamente a la medida. En la Saint Louis no lo dudan: “El alumno diseña su propio plan de estudios adaptado a sus intereses”. En general, estas universidades ofrecen unas ramas de materias en las que el alumno puede escoger y variar a lo largo de la carrera. Si los primeros días de clase el interesado se da cuenta de que una determinada materia no le satisface, tiene la posibilidad de cambiar.

En CIS, en los dos primeros años se cursan asignaturas de introducción a la carrera, y los dos siguientes, ya especializadas. Pero siempre con posibilidad de cambio. Si la segunda parte de la carrera se quiere realizar en Estados Unidos, los trámites de traslado de expediente son muy sencillos. En Saint Louis señalan que es muy fácil para un estudiante cambiar de carrera ya que muchas asignaturas son comunes. También recalcan que “el concepto de crédito es el mismo en todo el sistema”, por lo que los traslados están a la orden del día. El hecho de no cursar un plan de estudios rígido hace que sea “fácil conseguir dobles especialidades en áreas muy diferentes, no hay que estudiar un único campo de conocimiento”, aducen en esta universidad.

Schiller International University, cuya sede está en Florida, tiene además una ventaja, y es que ofrece la posibilidad de dos titulaciones oficiales, una válida en Estados Unidos y otra en los países que siguen el Plan Bolonia y en los integrados en la Common­wealth. “Ofrecemos la posibilidad de tener un título norteamericano y británico al mismo tiempo, estudiando un único grado en pleno centro de Madrid y evitando problemas de convalidación del título”, comenta Zaballos. Otro elemento importante que destacan es que cuentan “con un profesorado y estudiantes provenientes de los diferentes continentes, con lo que esto aporta de riqueza cultural”.

El bilingüismo es un tercer atractivo para cursar estudios en estos campus. Para acceder a ellos hay que saber ya inglés y, de hecho, se hacen pruebas de acceso para conocer el nivel en este idioma. La oportunidad está en que los alumnos se hacen bilingües y aprenden el lenguaje que después van a utilizar en su futuro profesional.

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