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Falta tracción para vender Alfa Romeo y Maserati

Las marcas premium de Fiat Chrysler no tendrían éxito fuera de la matriz El sector necesita escala para absorber costes de desarrollo y negociar con proveedores

Alfa Romeo Stelvio, en el Salón del Automóvil de Ginebra (Suiza), en marzo de este año.
Alfa Romeo Stelvio, en el Salón del Automóvil de Ginebra (Suiza), en marzo de este año.REUTERS

El jefe de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, tiene mano para comprar y vender en el momento adecuado. Cazó Chrysler barata en 2009, y se deshizo de Ferrari en 2015 para crear una de las acciones del sector más valoradas del mundo.

Ahora podría desprenderse de las marcas premium Alfa Romeo y Maserati. La idea no es nueva, pero ha recibido nuevo impulso por la noticia de que algunas empresas chinas están tratando de comprar Fiat. Separar estas marcas, en rápido crecimiento, permitiría a Exor, la compañía de la familia Agnelli, captar más valor o aferrarse a las perspectivas futuras.

Sin embargo, es poco probable que funcione. Tanto Alfa Romeo como Maserati son demasiado pequeñas para tener éxito como empresas independientes. Juntas, vendieron unos 110.000 vehículos en 2016, según la propia compañía y una persona cercana al asunto. Rivales premium como Mercedes, BMW y Audi son veinte veces más grandes, y forman parte de grupos mayores. El tamaño importa porque el sector necesita una gran base de manufactura para absorber los altos costes del desarrollo y para negociar con los proveedores.

Es cierto que Ferrari solo vende 8.000 vehículos al año, pero puede que sea la excepción que confirma la regla. Sus deportivos tienen motores más grandes y más complejos que los turismos, lo que significa que tendría menos sinergias en investigación y compras. Y la singularidad de Ferrari garantiza altos precios y amplios márgenes independientemente de su tamaño como empresa. Alfa Romeo y Maserati no tienen el mismo caché.

Luego está la tarea de separar las marcas. Los prometedores nuevos modelos de Alfa Romeo, Giulia y Stelvio, así como el primer deportivo utilitario de Maserati, Levante, se fabrican en las plantas de Fiat en Italia. Ambas marcas dependen de la tecnología de motores de la matriz. Fiat podría también perder con una separación: Chrysler, por ejemplo, utilizará la nueva plataforma de tracción trasera de Alfa Romeo.

Todo esto sugiere que una división no tiene sentido, a menos que los nuevos propietarios tengan grandes bolsillos y un horizonte largo de inversión.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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