Volkswagen, Renault, BMW o Audi: ¿cuáles son las emisiones (reales) de los principales modelos?
Algunos coches con motor Euro 6 superan el límite de emisiones fijado por la ley Los resultados del Equa Aq muestran la ineficacia de medidas basadas en esta normativa
El fraude de los motores trucados de Volkswagen ha dejado tocada la reputación de las pruebas oficiales de emisiones. Si una marca ha sido capaz de engañar a las autoridades de transporte, ¿qué garantías tienen los compradores de que el coche cumple los estándares medioambientales que dice el catálogo?
Pero incluso si los fabricantes se sometiesen a los controles sin hacer trampa, que se presupone es la regla, los resultados de los test no serían del todo exactos. La misma Agencia Europea del Medio Ambiente ha admitido que la diferencia entre los resultados de las pruebas en laboratorio y la conducción real en carretera es enorme.
Mientras Bruselas toma cartas en el asunto y corrige esta deficiencia, parece que a los compradores concienciados con el medio ambiente no les va a quedar más remedio que recurrir a fuentes de información privadas. Una de ellas es Emissions Analytics, una empresa británica que elabora índices a partir de datos recogidos en condiciones reales de conducción.
Los índices, que pueden consultarse de manera gratuita en internet, califican el nivel de emisiones de dióxido de carbono (Equa CO2), monóxido de carbono (Equa CO) y óxidos de nitrógeno (Equa Aq), además de consumo de combustible (Equa 100), de más de 60.000 modelos de vehículos, incluyendo camiones, tractores, furgonetas y autobuses.
La empresa, que asegura no tener ningún vínculo con los fabricantes ni con las asociaciones de consumidores o agencias gubernamentales, toma los datos a través de un sistema portátil de medición de emisiones que va embarcado en el vehículo y que ha sido desarrollado por sus propios especialistas.
Emissions Analytics, que inició su actividad en 2011, asegura que sus datos son más exactos incluso que los de la nueva prueba oficial de consumo de combustible que entrará en vigor en septiembre próximo y que seguirá dependiendo del control en laboratorio.
Nick Molden, principal ejecutivo y fundador de Emissions Analytics, explica que la empresa se financia con las suscripciones a su base de datos maestra, que sí es de pago y es más detallada que la que publica en abierto. “Más de la mitad de los fabricantes que venden coches en Europa se han suscrito a ella. Ahí pueden ver el rendimiento de sus vehículos en condiciones reales, así como la comparación con sus competidores”, precisa.
La firma también realiza pruebas personalizadas. “Por ejemplo, un cliente podría estar interesado en que probáramos un nuevo combustible para comprobar sus beneficios en el mundo real”, explica.
Ahora que Madrid y Barcelona han decidido limitar la circulación de coches diésel, el índice que más protagonismo cobra es el Equa Aq, que mide las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), asociados principalmente a este tipo de vehículos. Los resultados muestran que es un error pensar que todos los Euro 6 son iguales.
“Los diésel con la certificación Euro 6 no pueden emitir más de 0,08 gramos de NOx por kilómetro en la prueba oficial. Sin embargo, en el mundo real alcanzan o superan ese límite, llegando incluso a rebasarlo 21 veces”, afirma Molden.
Es el caso del Espace y Mégane de Renault, este último uno de los modelos más vendidos en España, que, de acuerdo con el Equa Aq, superan en más de 12 veces el límite oficial.
“Esto no significa necesariamente que estos automóviles no sean conformes con la ley”, aclara. “Las lagunas en la metodología de la prueba oficial se están explotando para pasar el control del laboratorio, aunque luego las emisiones sean mucho más altas en el funcionamiento real”, precisa.
Debido a estas lagunas, Molden defiende que las políticas basadas en las calificaciones del Euro 6 –prohibir el acceso a la ciudad o el cobro de impuestos según los niveles de NOx– serán ineficaces. “Lo que se necesita es subdividir el Euro 6 para recompensar a los coches realmente limpios y señalar a los que no lo son”, puntualiza.
El municipio de Londres ha firmado un acuerdo de colaboración con Emissions Analytics que también mantiene conversaciones con instituciones de Barcelona. “Es muy probable que haya más anuncios en septiembre”, adelanta Molden.