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Macron y Merkel lanzan un proyecto conjunto de cazabombarderos

El plan franco alemán amenaza el futuro del Eurofighter, en el que participa España Francia quiere poner fin a la competencia internacional entre dos aviones europeos

El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, este jueves, en París. / AFP PHOTO / Patrick KOVARIK
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, este jueves, en París. / AFP PHOTO / Patrick KOVARIK

El revulsivo Macron ha llegado este jueves a la fragmentada industria europea de defensa. Francia y Alemania han acordado, durante un consejo de ministros conjunto celebrado en París, lanzar un proyecto para la construcción conjunta de una nueva generación de aviones cazabombarderos, primer paso hacia la consolidación de un sector en el que compiten productos europeos similares y en el que la adquisición pública de armamento apenas se coordina. El presidente francés, Emmanuel Macron, no ha dudado en calificarlo como "una gran revolución".

"El objetivo de este cazabombarderos conjunto es unir la investigación y el desarrollo y coordinar las exportaciones", ha señalado Macron en París durante una rueda de prensa junto a la canciller alemana, Angela Merkel. El presidente francés ha recordado que ese tipo de armamento requiere proyectos "muy pesados para los gobiernos y los ejércitos", por lo que París y Berlín consideran imprescindible aunar esfuerzos. 

El plan francoalemán supone una sacudida tremenda para los cazas europeos que compiten en estos momentos: el francés Rafale, del grupo Dassault, y el Eurofighter, liderado por la británica BAE, y que suministra a los ejércitos de Reino Unido, Alemania, Italia y España. Ambos modelos luchan por imponerse en los mercados internacionales, una competencia que podría tener los días contados si el proyecto de Macron y Merkel sale adelante.

La propuesta coincide con el impulso a la Europa de la Defensa, una prioridad de Bruselas a raíz del repliegue de EE UU anunciado por Donald Trump, el empeño de la Casa Blanca en que los países europeos aumenten su gasto en armamento y la salida de Reino Unido de la UE, el principal socio, junto a Francia, desde el punto de vista militar.

La Comisión Europea aprobó el pasado mes de junio un Fondo Europeo de Defensa, dotado con 500 millones de euros al año en 2019 y 2020 para incentivar la coordinación en la adquisición de armamento y reducir duplicidades entre los ejércitos europeos.

Bruselas confía en que el Fondo (que se espera doblar a partir de 2021) contribuya a movilizar hasta 2.500 millones de euros de inversión al año y 5.000 millones a partir de 2021, y sirva para revitalizar y racionalizar la inversión en armamento.

El gasto militar del conjunto de la UE descendió un 11% entre 2005 y 2015, como consecuencia, en parte de la crisis de la zona euro y de las políticas de austeridad impuestas por Berlín. Aun así, la partida total asciende a 203.000 millones de euros, la segunda mayor del mundo después de EE UU.Pero Bruselas cuestiona la eficiencia de ese gasto porque cada país adquiere sus propios recursos sin tener en cuenta la complementariedad con el resto de socios.

Casi el 80% de la licitación pública del sector de defensa es nacional, según los datos de la CE. "En 2014", según la CE, "la cooperación en la adquisición de equipamiento solo alcanzó al 22% del total de las compras".

22.000 empleos en España
La construcción del cazabombardero Eurofighter Typhoon mantiene 22.000 empleos en España.
La Fuerza Aérea española cuenta con 60 Eurofighter, los 17 últimos entregados en enero de este año.
El bimotor monoplaza también lo utilizan los ejércitos de Reino Unido, Alemania, Italia, Austria y Arabia Saudí.
Este año, Omán se convertirá en el séptimo cliente de Eurofighter. Y Kuwait firmó el año pasado un contrato de suministro.

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