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Hipotecas más baratas en Santander que en Popular, pero comisiones más altas

Popular tiene una cuenta nómina sin comisiones, a diferencia de la Cuenta 1,2,3 Santander se enfrenta a una clientela dolida por el final del banco

Productos de grupo Santander comparados con los del grupo Popular
A. M.

Santander se ha hecho con el liderazgo absoluto en banca española con la absorción de Banco Popular, en especial en el segmento de pymes, el más preciado para el sector gracias a los mayores márgenes de negocio que reporta y verdadero factor distintivo a la hora de buscar rentabilidad. A cambio de ese liderazgo, Santander deberá ampliar capital en 7.000 millones de euros y echarse a la espalda la gestión y saneamiento de activos tóxicos por más de 36.000 millones de euros, pero también afrontar la difícil incorporación de una clientela dolida por el desenlace final de Popular –intervenido por el FROB europeo y traspasado a Santander por un euro–, en un rescate en el que los accionistas lo han perdido todo, también los clientes que habían suscrito acciones en la última ampliación de capital de junio de 2016.

La absorción de Popular plantea para Santander los desafíos propios de cualquier integración: la obtención de sinergias –con un previsible recorte de empleos y oficinas que elimine los numerosos solapamientos– y la creación de valor para el accionista. Pero desde el punto de vista comercial, el reto no es menor, aunque los frentes ahora más prioritarios para la entidad que preside Ana Botín sean la ampliación de capital, prevista para julio, y el diseño de un esquema con el que compensar a los pequeños accionistas de Popular, especialmente aquellos que también son clientes y confiaron en el banco para acudir a la ampliación de capital de 2016.

De hecho, esa compensación sería el primer paso de Santander para tender puentes hacia su nueva clientela procedente de Popular. Fuentes de Santander reconocen que, en materia comercial, la prioridad es recuperar los depósitos que huyeron del banco en los días previos a su intervención, una fuga que agotó la liquidez y fue precisamente el detonante del rescate, según han señalado las autoridades europeas.

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En un primer momento, Banco Popular va a seguir funcionando como filial de Santander, conservando su marca y oferta propia de productos, que sigue comercializando con normalidad. También continúa operando y vendiendo sus productos propios Oficinadirecta, el banco online del Grupo Banco Popular. No obstante, en la hoja de ruta de Botín está la desaparición de la enseña Popular y la total unificación de la clientela bajo una única oferta de productos.

Santander tiene por delante la incorporación de un total de 4,146 millones de clientes de Popular en España, de los que casi 900.000 son pymes, autónomos y comercios. La tarea primordial es, además de recuperar a los que se hayan ido del banco recientemente, consolidar a los actuales, que ya se consideran clientes de Santander a todos los efectos. Así, la oferta comercial de Popular tenderá a desaparecer en favor de la apuesta de Santander, que en la actualidad centra su relación con el cliente en la Cuenta 1,2,3, un producto con el que se está asegurando el cobro de comisiones (3 euros al mes por las tarjetas) y que además le procura una base de pequeños accionistas. Es una de las cuentas remuneradas con con más gancho, al ofrecer un interés de entre el 1% y el 3% TAE dependiendo del saldo (entre 1.000 y hasta 15.000 euros) y la devolución de hasta el 3% de los recibos domiciliados, cumpliendo determinadas condiciones, como la domiciliación de la nómina y el uso de tarjetas.

En Popular destaca la Cuenta Nómina libre de comisiones y con un plan de descuentos, además de ventajas adicionales para los ingresos recurrentes por encima de los 2.500 euros.

En cuanto a préstamos hipotecarios, Santander mantiene una estrategia agresiva, desmarcándose a menudo del sector al rebajar el precio de sus hipotecas, especialmente su hipoteca a tipo variable, cuyo tipo fijo inicial durante el primer año ha ajustado hasta el 0,99%, lo mismo que el diferencial añadido al euríbor, también del 0,99%. Igualmente, Openbank, la entidad online del Grupo Santander, ha mejorado recientemente, y coincidiendo con el estreno de su nueva imagen, las condiciones de su Hipoteca Variable Open, que pasa a tener un diferencial del 0,99% desde el 1,25% anterior.

Y hasta la fecha, Popular cuenta con la Hipoteca Premium con un tipo de salida del 2% el primer año y después euríbor más el 1,25%. Y la Hipoteca Bonificada de Oficinadirecta.com no tiene tipo fijo para el periodo inicial y el diferencial es del 1,10% sobre el euríbor. En cuanto a las hipotecas fijas, Openbank marca la diferencia con los tipos más bajos, de entre el 1,75% TAE y el 2,45% TAE en función del plazo de amortización. Santander y Popular ofertan tipos fijos por encima del 3% TAE.

En depósitos a plazo fijo, mientras Santander hace tiempo que se retiró de la batalla del pasivo, Popular ha permanecido en la liza con con su conocido Depósito Gasol o el Depósito Bonificado Nómina a 13 meses que renta hasta un 0,75% TAE, muy por encima del 0,40% TAE que paga Openbank al mismo plazo. Y Oficinadirecta.com tiene una amplia gama de depósitos combinados eso sí con la contratación de un fondo de inversión.

Los expertos aseguran que los depósitos de Popular están ahora más garantizados si cabe porque pasan a estar bajo el paraguas de una entidad con la solvencia del Santander. Pero además cuentan en cualquier caso con el respaldo de hasta 100.000 euros por entidad y por titular del Fondo de Garantía de Depósitos. Así, si un cliente tenía una parte de sus ahorros en Popular y otra parte en Santander, contaba con un respaldo de hasta 200.000 euros. Pero con la integración de ambas entidades, la protección se reduce a la mitad. Aunque un eventual rescate sea ahora el escenario más lejano.

Claves de la nueva relación

1. Los accionistas de Popular han perdido toda su inversión, aunque en Banco Santander ya se estudia una solución para los minoritarios que acudieron a la ampliación de capital. Los clientes con dinero en cuentas y depósitos tendrán que afrontar posiblemente cambios administrativos y modificaciones en las condiciones de sus productos.

2. Los depósitos procedentes de Popular mantienen de momento sus condiciones iniciales, pero cuando lleguen a su fecha de vencimiento Santander podría ofrecer nuevos requisitos de renovación. En las cuentas y tarjetas, cualquier cambio “a peor” debe ser comunicado al cliente con dos meses de antelación, y el usuario podría cancelar el contrato sin penalización.

3. Los clientes con un préstamo o una hipoteca pendiente de pago deberán seguir abonando su deuda con normalidad, aunque a partir de ahora su prestatario es Banco Santander y no Banco Popular.

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