Bruselas lanza la primera dentellada contra la City londinense
La CE adelanta su plan para repatriar parte del multimillonario negocio financiero Londres es el mayor centro financiero de la zona euro a pesar de no tener otra moneda
La Comisión Europea ha adelantado hoy su intención de repatriar o someter a estrecha vigilancia el multimillonario negocio de las cámaras de compensación y liquidación de operaciones en euro, una actividad financiera que se desarrolla en gran parte en el centro financiero de Londres y que podría trasladarse a suelo europeo como consecuencia del brexit.
Se trata de la primera dentellada a un sector financiero que supone el 7,2% de la economía británica y da empleo a más de un millón de personas, según un reciente informe de la Cámara de los Comunes.
El proyecto legislativo todavía tardará varias semanas en aprobarse y, probablemente, no esté listo antes de las elecciones británicas del próximo 8 de junio. Pero Bruselas ha querido aprobar hoy una comunicación (texto de inferior rango normativo) para dejar claro ya las dramáticas consecuencias económicas que puede tener la salida de la Unión Europea para un país tan dependiente del sector servicios como Reino Unido.
El Gobierno de Theresa May adelantó las elecciones con el objetivo de reforzar su posición durante las negociaciones del brexit con Bruselas. Pero la UE ha respondido con un endurecimiento de su posición y una estrategia de comunicación mucho más agresiva. La primera ministra británica protestó ayer airadamente contra la hostilidad europea y, en una solemne declaración delante de su residencia oficial de Downing Street, llegó a acusar a Bruselas de intentar torpedear su campaña electoral.
El documento aprobado hoy por la Comisión redobla la ofensiva contra los partidarios del brexit, que esperan alcanzar una holgada mayoría en los próximos comicios. El texto señala que "la prevista salida de Reino Unido de la UE tendrá un considerable impacto en la regulación y supervisión del servicio de compensación en Europa".
La cámara de compensación es una entidad financiera "que calcula las garantías, las compensa y ejecuta los pagos asociados a derivados financieros", según la definición de BBVA. Su intermediación es esencial en unas operaciones que, según datos del BIS de junio de 2016, mueven más de 337 millones de dólares a nivel mundial.
Bruselas recuerda que, en la actualidad, el 75% de las operaciones de derivados financieros en euros se procesan a través de las cámaras de compensación en Reino Unido. Y advierte que, tras el brexit, la UE tendrá que reforzar el control de esa actividad extraterritorial para garantizar la estabilidad del sector financiero.
La propuesta legislativa, prevista para junio, contempla dos posibilidades. La más dolorosa económicamente para Londres será la obligación de que las cámaras de compensación estén situadas en territorio europeo, lo que obligaría a trasladar el lucrativo negocio a otra capital europea. Y la más humillante políticamente es la de someter las cámaras londinenses a la supervisión de las autoridades europeas, lo que socavaría el discurso de "recuperación del control y la soberanía" pregonado por los grupos políticos favorables al brexit, como los conservadores de May o los eurófobos de Ukip.
Revancha
El Banco Central Europeo ya intentó en julio de 2011 imponer que la compensación y liquidación de operaciones denominadas en euro se ejecutase en cámaras domiciliadas en territorio de la zona euro. Pero el gobierno de David Cameron recurrió ante el Tribunal de Justicia europeo y derrotó en marzo de 2015 al BCE, que contó con el apoyo durante el caso de Francia y España. El Tribunal concluyó que el BCE se había extralimitado en sus competencias.
Cameron salvó in extremis un negocio cuya salida de la City puede suponer la pérdida de 83.000 puestos de trabajo, según un reciente informe de Ernest & Young citado por Financial Times. Pero May difícilmente podrá recurrir ante un Tribunal cuya jurisdicción se niega reconocer tras el brexit. la Comisión y el BCE disponen de una gran oportunidad para imponer el traslado de las cámaras de compensación o someterlas al control exhaustivo por parte de Bruselas y Fráncfort, por encima incluso de Londres en la parte de su actividad relacionada con el euro.