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Tribunales

El juez cita al inspector que alertó de los riesgos de Bankia

José Antonio Casaus declarará el jueves ante el juez que ya ha escuchado a Ordóñez

Organigrama del Banco de España durante la salida a Bolsa de Bankia
Belén Trincado
Juande Portillo

José Antonio Casaus, el inspector del Banco de España que alertó de la debacle que supondría sacar a Bolsa Bankia en unos mails que le han costado la imputación a la excúpula del supervisor financiero, volverá a explicar sus decisiones el jueves ante la Audiencia Nacional.

El juez instructor del caso Bankia, Fernando Andreu, emitió ayer una providencia, a la que tuvo acceso este diario, en la que cita a declarar a Casaus como testigo mañana a medio día, para que explique al detalle el contenido de sus advertencias una vez que hayan concluido el desfile de por la sala de la antigua plana mayor del Banco de España.

Tres meses antes de la salida a Bolsa de Bankia, este inspector del Banco de España remitió varios correos electrónicos a su superior, el entonces jefe de grupo de inspectores de BFA-Bankia, Pedro Comín, alertando de que la operación era el primer paso para la “nacionalización” de la entidad y para generar pérdidas a accionistas y contribuyentes.

Pese a lo certeras que han demostrado ser estas advertencias con el tiempo, los responsables del Banco de España imputados al conocerse estos mails declararon ayer al juez que se trataba de “opiniones”, de carácter “precipitado”, que incluían “errores” y que su contenido “no estaba suficientemente pensado”.

Así lo expuso ayer durante dos horas y media el propio Comín ante el juez Fernando Andreu, instructor del caso que investiga la presunta estafa cometida sacando a Bolsa una entidad cuyas cuentas no reflejaban la realidad, en una sesión clave en la que empezaron a desfilar por la Audiencia Nacional los responsables del supervisor financiero. Un día antes, los exjefes de la CNMV se escudaran en que no conocían los correos por los que se les ha imputado a todos.

Comín incidió en que Casaus “se equivoca” en algunas valoraciones incluidas en sus correos y que, por ejemplo, al contrario de lo que manifiesta “Bankia generaba dinero”. De hecho, el exjefe de inspección de Bankia aseveró que estaba convencido de que la entidad vivía una situación “cómoda” antes del debut bursátil aunque asumió que también él pudo cometer errores. Ambos, argumentó trabajaban con análisis financieros, no con la contabilidad, lo que implicaba hacer proyecciones a futuro que no tenían por qué cumplirse.

Contestando a las preguntas de las partes personadas en la causa, pues ni el juez ni el fiscal, contrarios a unas imputaciones impuestas por la Audiencia Nacional, hicieron preguntas, Comín aseguró que discutió “ad nauseam” las advertencias de su subalterno con su superior directo, Pedro González, y que ambos valoraron en conjunto la información de la que se disponía. Un compendio con el que elaboró un documento que aportó ayer a la causa.

Sin embargo, pese a que el inspector Casaus le conminó a “reenviar el correo a quien” considerara “oportuno”, Comín limitó ayer el impacto potencial de los mails en la depuración de responsabilidades al declarar que, según acaba de comprobar, no envió copia a ninguno de los cinco superiores jerárquicos de la época que han sido imputados.

Cuando, a tenor de esta declaración, la excúpula del Banco de España parecía tener fácil argumentar que nunca recibieron los mails, González, que en 2011 era el superior del jefe de inspección de Bankia, declaró que aunque ni él mismo tuvo los correos, está seguro de que las conclusiones de estos sí se debatieron con las altas instancias del supervisor financiero.

El exresponsable del departamento de cajas sostuvo que los correos no le sorprendieron porque más allá de su grave literalidad conocía bien las “opiniones” del inspector Casaus, pero manifestó su convencimiento de que sus alertas sobre los riesgos de sacar a Bolsa Bankia se trataron con los máximos responsables del Banco de España, en especial con el subgobernador Javier Aríztegui, con el que tenía una relación más fluida que con el entonces gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez, detalló.

Ambos están citados para declarar como investigados mañana. Hoy será el turno del ex director general de supervisión Jerónimo Martínez Tello y de Mariano Herrera, que durante la salida a Bolsa de Bankia era coordinador del departamento de inspección de las cajas. Este último abandonó su actual cargo de director general de supervisión tras ser imputado el pasado febrero como también hicieron Comín, que en estos años había sido promocionado a director general adjunto de supervisión, y González, que hasta hace días tenía el cargo de director del departamento de inspección IV.

Las declaraciones de ayer sugieren que ninguno de los imputados que restan por declarar conoció de primera mano los alarmantes correos electrónicos con los que el inspector Casaus trató de prevenir la debacle, pero todos deberán explicar qué grado de conocimiento tenían de los riesgos de que advertía y por qué pese a todo se permitió sacar a Bolsa una entidad que acabó requiriendo 22.500 millones públicos.

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