_
_
_
_
_
Inversión

¿Sigue habiendo valor en los fondos de renta fija?

Una opción son las emisiones de bonos a corto plazo

Un joven contempla el reloj de la deuda, en Nueva York, donde se indica el endudamiento de EE UU.
Un joven contempla el reloj de la deuda, en Nueva York, donde se indica el endudamiento de EE UU.Reuters

Mucho se ha hablado sobre el peligro de invertir en renta fija desde mayo de 2013, cuando Bernanke anunció la disminución en la expansión monetaria americana. Yo misma escribí sobre este tema en un artículo titulado Esperamos a la gran rotación o cambiamos poco a poco los bonos por acciones. Tres años y medio después sigue habiendo una enorme cantidad de dinero invertido en renta fija y, a los que se mantuvieron invertidos les ha ido bastante bien.

Solo en fondos de inversión de renta fija en todo el mundo hay más de seis billones de dólares, casi 6 veces el PIB español y el pasado enero más del 50% de los flujos de inversión se han ido a este activo según los datos de Morningstar. El porcentaje en renta fija respecto al total en fondos ha caído ligeramente del 24% en mayo de 2013 al 22% actualmente.

Lo que es verdad, y lo acabamos de ver recientemente tras la victoria de Trump, es que la rentabilidad de bonos a largo plazo de países desarrollados como Estados Unidos y Alemania, parece no compensar el riesgo que se asume por probables subidas de tipos. No todo el mundo opina igual, claro está, algunos mantienen que estos bonos funcionan como refugio en caso de corrección de los activos de riesgo (históricamente así ha sido) y por lo tanto recomiendan mantener una parte de la cartera en este tipo de bonos (sobre todo el bono a diez años americano). Para mí no es una inversión atractiva, hay otras opciones dentro de la renta fija y como activo seguro usaría la liquidez, pero si alguien quiere invertir una pequeña parte por diversificar, usaría un fondo flexible donde un gestor profesional decida cuándo debe estar.

Para evitar el riesgo de subida de tipos se puede invertir en fondos de bonos a corto plazo (a los que afecta poco las subidas de tipo) o con cupones flotantes (se ajustan a las subidas de tipos y su precio no se ve afectado). Además, si se asume un mayor riesgo de crédito el rendimiento es todavía atractivo. Los bonos de alto riesgo de crédito (high yield), también conocidos como bonos basura, han sido el mejor activo de este siglo, superando en rentabilidad a la renta variable y con mejor relación rentabilidad riesgo.

Desde enero del 2000 hasta finales de enero de este año, el índice mundial de estos bonos ha subido más del 200% mientras que la bolsa mundial sólo un 75% y la española un 60% (rentabilidad suponiendo que cupones y dividendos eran reinvertidos).

El riesgo de subida de tipos no es igual en todas las áreas geográficas. Los bonos emitidos en euros están menos amenazados por una pronta subida de tipos y, en esta divisa, la deuda subordinada financiera también ofrece oportunidades interesantes, incluso los bonos contingentes convertivles (cocos). Entre cocos y bonos basura se puede encontrar valor, aunque los nombres den mucho miedo. Otras opciones para diversificar dentro de la renta fija global son las titulizaciones hipotecarias americanas y la renta fija emergente, que está atrayendo el interés de los inversores de nuevo en estos primeros meses del 2017, después de un muy buen primer semestre en 2016.

Sobre todos estos activos de renta fija hay fondos específicos y también podemos encontrarlos en fondos mixtos. Hay algunos fondos de renta fija flexibles que se mueven entre los diferentes tipos de bonos bastante acertadamente. Y, finalmente hay ETFs, aunque para invertir en renta fija yo prefiero fondos de gestión activa. En un ETF de renta variable invertir de forma pasiva supone poner más dinero en las empresas más grandes y líquidas dentro de cada mercado, en un ETF de renta fija supone invertir en los bonos de los gobiernos o de las empresas más endeudadas.

Los ETFs de renta fija siguen siendo minoría respecto al total, casi el 75% del patrimonio está en ETFs sobre índices bursátiles o sectoriales, según Morningstar. La renta fija supone poco más del 15%, aunque creciendo a tasas del 20%. La mayoría están listados en el mercado americano, pero como ya están llegando a Europa, si se le ocurre invertir a través de ETFs no deje de consultar a un asesor financiero especializado.

A pesar de la enorme variedad de posibilidades que tienen en renta fija, yo animaría a los inversores de largo plazo más conservadores a que empezaran a invertir algo en Bolsa, de forma bien diversificada y aquel dinero que no vayan a necesitar en los próximos diez o quince años. Pueden sufrir correcciones puntuales pero mantenerse tranquilos es la clave, porque si están bien diversificados siempre se recupera. Entre la renta variable y la renta fija hay otras alternativas, pero de esto ya hablaremos más adelante.

Más información

Archivado En

_
_