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El ahorro sin riesgo es nulo o incluso negativo

¿Son seguros los fondos de renta fija?

Renta fija

Las políticas monetarias de la Unión Europea han provocado que los rendimientos del "ahorro sin riesgo" sean nulos e incluso negativos, lo que hace que los ahorradores más conservadores vivan un momento complicado.

Es de sobra conocido que los tradicionales depósitos no dan rentabilidad suficiente para cubrir la inflación, especialmente ahora que está volviendo a repuntar, y por tanto poca gente se conforma. Seguramente tampoco lo tendrían que hacer cuando el depósito paga el 2% con inflación al 3%, así que es positivo este despertar del típico cliente bancario español (hay que remarcar lo de español, ya que es un problema exclusivo de aquí). Lo malo, es que se ha convertido en un arma de doble filo y a muchos de ellos les derivan a los mal llamados fondos garantizados o a malos fondos de renta fija.

Vender fondos de renta fija a clientes con poca cultura es fácil ya que el nombre ayuda a ello, creyendo mucha gente que el concepto "fija" equivale a la ausencia de riesgo.

Lo único que es fijo es el rendimiento o "cupón", es decir los intereses que paga el emisor de la deuda. Realmente tampoco es del todo cierto: si la empresa o administración pública no puede pagarlos, evidentemente no lo hará. Y hay más, hay emisiones que los cupones son flexibles en función de un referencial (generalmente Euribor o inflación) o estar subordinados a unos determinados resultados.

Debe quedar muy claro que no es verdad que el dinero que se invierte es que el que se recibe: incluso sin darse una situación de insolvencia y pagando el emisor sus cupones religiosamente se puede perder dinero en renta fija, tanto de forma directa como a través de fondos de inversión.

En caso de que no haya problemas del emisor, el riesgo real está en el precio de la deuda. De forma similar a lo que ocurre en bolsa, la renta fija se compra y vende a un precio determinado que puede ser distinto al de amortización o vencimiento.

Hay dos factores que provocan esta variación:

1.- Riesgo de insolvencia:

Evidentemente si el emisor no puede devolver todo el dinero, el precio bajará en función a las quitas que se negocien, pero no solo le afecta una insolvencia declarada, ni siquiera unos síntomas reales, bastaría con que el mercado se asuste.

Un claro ejemplo lo encontramos en la deuda pública española: así una emisión con vencimiento 30 de julio de 2025 que paga un 4,65% anual llegó a caer hasta el 75,73% el día 24 de julio de 2012. Teniendo en cuenta que el precio de vencimiento es del 100%, un fondo que comprara esta emisión "a la par", es decir al 100% estaría perdiendo vía precio casi el 25%. Hasta el día de hoy no se ha producido insolvencia alguna, pero la pérdida sí fue real.

Habrá quien dirá que esperando se recupera (a vencimiento se devolvería el 100% si no hay insolvencia real), pero no tiene porqué, ya que puede haber un problema real, o bien el inversor necesitar el dinero, el gestor del fondo venderlo para comprar otro activo, o una huída por simple pánico.

2.- Riesgo de tipo de interés:

Este es más desconocido para el gran público, pero más peligroso en la actualidad (el de insolvencia será más delicado en unos años): Los actuales tipos de interés están al 0% o incluso en negativo, y la deuda que ya está emitida se adapta a estos tipos de interés.

El bono español del ejemplo anterior actualmente renta un 1,40% (precio de 17/02/2017), sin embargo hemos visto que los cupones que paga son del 4,65%; ¿a qué se debe esta caída de rentabilidad?

Si el cupón es fijo y superior a los tipos actuales, el nuevo inversor deberá pagar un sobreprecio por él, concretamente pagaría un 125,66%. La pérdida del 25,66% vía precio, compensada con los cupones al 4,65% durante 8 años da un resultado (TIR) del 1,40% (aunque realmente es inferior ya que el cálculo de la TIR supone que los cupones se reinvierten).

Se puede imaginar el lector qué pasará cuando los tipos de interés vayan subiendo: el precio tendrá que ir cayendo hasta dar una TIR atractiva, y por lo tanto ir generando pérdidas a los actuales inversores.

Hay muchas teorías sobre cuándo van a subir los tipos de interés, pero no sería extraño que el ritmo fuera mucho más rápido de lo que aseguran muchos analistas: la inflación está subiendo con fuerza, los precios de la deuda son excesivamente altos (y por lo tanto las rentabilidades demasiado bajas), el BCE empieza en abril a reducir estímulos ("tapering"), los bancos necesitan subidas de tipos y en EEUU ya llevan una temporada subiendo lo cual puede ser contagioso.

En el mejor de los casos, si suben despacio o se espera al vencimiento, se obtendrá un 1,40% los próximos 8 años, mientras que la inflación será muy superior en este periodo (el último dato para España es del 3%).

Los riesgos más grandes los tienen las emisiones que más caras, véase deuda a largo plazo, tanto pública como corporativa más solvente. Precisamente es la que se ha tomado como "valor refugio" y ha generado la actual burbuja de deuda.

La renta fija a corto plazo es menos sensible a ambos riesgos, además existe deuda flotante que ante subidas del Euribor o de la inflación (que deberían ir ligadas) puede ser positiva, aunque se debe analizar bien, porque alguna está cara.

En la diversificación está el éxito: utilizar fondos que combinan las renta fija más solvente a corto plazo (prácticamente no da rentabilidad pero el riesgo es acorde) con algo de renta fija algo más arriesgada por insolvencia, no por vencimiento, o que incorpore una parte de renta variable aunque sea de forma flexible puede ser una solución para la parte de inversión más conservadora.

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