Invierta, no se quede en ‘cash’
La inmensa mayoría de los fondos no se diferencian de los índices, pero cargan unas comisiones mucho más elevadas
Los índices bursátiles son una buena alternativa de inversión, de eso no hay duda. Pero más allá del Ibex 35, índice de referencia del mercado bursátil español que refleja el comportamiento del mercado y sirve como termómetro de las principales empresas españolas, existen otras fórmulas para ganar.
En su dilatada trayectoria, el Ibex 35 muestra que la apuesta inversora del ahorrador español es tradicional: siguen avalando sectores como banca, eléctricas y constructoras. Poco se ha potenciado la inversión en empresas tecnológicas como ocurre en otros mercados. Hasta aquí está muy bien; pero no solo hay que atreverse a invertir, hay que salir del cash y perderle el miedo al horizonte temporal. En sus 25 años de aniversario, el selectivo español obtuvo una rentabilidad del 9% (teniendo en cuenta dividendos), demostrando que la inversión en Bolsa a largo plazo es rentable.
Claramente la renta variable presenta más rendimiento que otros activos. No obstante, más acertado que invertir en índices es decidirse a gestionar el ahorro de la mano de gestores activos. Sin duda pueden ayudar al inversor a que no se lo juegue todo en un índice, a batir al mercado vía diversificación y a evitar riesgos a través de la gestión activa. ¡Valor agregado! Donde de verdad más rentabilidad pierde un inversor, incluso eligiendo índices, es en el excesivo uso de liquidez que mantiene de forma estructural en su cartera. La liquidez a largo plazo no proporciona rentabilidad, mientras que los bonos y la Bolsa permiten a un inversor informado multiplicar varias veces su patrimonio. Cuando se invierte en activos financieros como la Bolsa, cuanto más largo plazo, la volatilidad desaparece.
Por ejemplo, ¿qué ocurre a un ahorrador que invirtió todo su patrimonio hace 25 años en el Ibex frente a otro que solo invirtió el 60% en el selectivo español y el resto lo dejó en liquidez? El primero obtendrá un patrimonio un 50% mayor que el segundo. Siendo esto tan obvio, ¿cómo es posible que los hogares mantengan tanta liquidez a largo plazo? De acuerdo con la American Association of Individual Investors Data, los ahorradores americanos han mantenido una media de un 24% en liquidez en las tres últimas décadas. En España –preocupante– esa media se sitúa en el 42%, según el BdE.
"Más acertado que invertir en índices es decidirse a gestionar el ahorro de la mano de gestores activo"
Quizás será por la influencia del factor tiempo: pensar a corto plazo no suele ser un buen compañero de viaje. Asimismo, la falta de formación financiera y los recientes tiempos de incertidumbre nos llevan a utilizar la liquidez como refugio y eso no es una opción acertada. Hasta aquí lo básico: el cash no debe ser una opción, hay que invertir. La inversión en índices es una buena opción, pero hay otras alternativas.
Primero hay que desmontar el mito de que los inversores individuales a través de índices ganan a los gestores profesionales. Esto no es cierto. Hay muchos gestores profesionales activos que consiguen batir los índices a largo plazo.
¿Qué ocurre? La inmensa mayoría de los fondos no se diferencian de los índices, pero cargan unas comisiones mucho más elevadas. Por ejemplo, el fondo medio que invierte en renta variable grandes compañías USA tiene una correlación de más del 90% con el SP500. Con el paso del tiempo, la selección de valores no consigue aportar casi nada, puesto que las carteras del fondo y del índice son muy parecidas y las comisiones acaban deteriorando los resultados del fondo.
Pero no solo se trata de invertir en un mercado, vía índice o gestor. Un inversor que decide dar preferencia al largo plazo con un único activo, véase renta variable española –a través del Ibex 35 o renta variable japonesa vía el índice Topix– está concentrando mucho riesgo en un solo mercado y no siempre se acierta.
Un inversor que, en los últimos 25 años, invirtió en el Ibex 35 multiplicó por 7,6 veces sus ahorros. Obtuvo una rentabilidad neta compuesta anual del 8,48%. Mientras que un inversor que optó por generar ganancias a través del Topix multiplicó tan solo por 0,33, es decir obtuvo una rentabilidad compuesta anual del 1,12% y, eso que en el año 1992 el mercado japonés estaba en un contexto favorable: más barato y acumulaba una caída del 44% desde máximos (1989).
Ante ello, como ciertamente no es posible saber a priori en qué mercado invertir, un gestor activo es una vez más una buena alternativa ya que cambiando el peso en cada uno, consigue una mejor rentabilidad ajustada por riesgo a largo plazo. Y esta es la parte más complicada: inversión y diversificación de la mano de un gestor activo.
Los gestores activos buscan batir a los mercados, van a contracorriente cuando el resto ve caos: saben buscar valor a buenos precios. En la volatilidad saben encontrar la oportunidad, y sobretodo evitar riesgos. Ser un gestor activo supone llevar a cabo un proceso de inversión centrado en el descubrimiento de valor cuando surge la ocasión perfecta de una inversión que sea sostenible en el tiempo. Existen en España gestores que seleccionan tanto clases de activos como índices o valores, con la máxima flexibilidad, de forma activa y con excelentes resultados.
María Vázquez es directora general de Gestión Fondo Educativo.