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Feliz y próspero 2017 ...

Hoy es la última sesión de un año atípico en el que se no solo no se ha podido llevar a cabo el según el plan previsto (algo de por si bastante habitual) sino que, ahí esta lo excepcional, ha estado plagado de sorpresas y acontecimientos del todo inesperados.

Empezando por lo primero, nada más empezar el año, los mercados recogieron de manera adversa la primera subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal y los planes iniciales tuvieron que se alterados de manera importante. No solo no tuvieron lugar las famosas 4 subidas de tipos de interés en los EE.UU. (fracaso de la normalización estable y previsible al estilo 2004-2006) sino que el recién estrenado plan de compras del BCE tuvo que ser alterado nada más empezar.

Pero las sorpresas más importantes tuvieron lugar en la segunda mitad del año. La primera de ellas fue el triunfo, contra todo pronóstico, del Brexit en el referéndum del Reino Unido y posteriormente (y bastante ligado a lo anterior) la victoria de Trump, igualmente contra todo pronóstico, en las elecciones presidenciales americanas.

Pero quizás lo más curioso de todo ello es el hecho de que la reacción del mercado a estas dos sorpresas ha sido opuesta. Frente a la bajada de tipos de interés y la ampliación del QE por parte del Banco de Inglaterra (lo que ayudó a estabilizar la situación), el ya famoso "Trump Rally" (que ha llevado al Dow Jones a las puerta del mítico 20.000) que se inició tras la apertura del mercado americano (el Nikkei, único de los principales mercados abiertos con la noticia saliendo, cayó un 6%) ha reafirmado la decisión de la FED de subir los tipos hace unas semanas y además ha consolidado las expectativas de subidas de tipos en los EE.UU. Eso si, a tan solo 3 subidas, frente a las 4 del año que ahora acaba, que bien mirado no son más que las 3 que se nos prometió este año y finalmente no tuvieron lugar.

Sorpresas, decepciones a lo que hay que unir ahora una fase de traspaso de poderes plagado de desencuentros, como casi no se recuerdan, y decisiones que pretenden "hipotecar" el margen de maniobra del nuevo presidente. Buena metáfora para lo que realmente viene ocurriendo en los últimos 364 días (este año es bisiesto): «el pasado se resiste a morir».

Feliz 2017.

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