La economía colaborativa da el salto a los viajes de negocios
Airbnb y Uber quieren facturar a empresas además de a particulares
Nadie aventuró en 2008, año en el que nacieron tanto Uber como Airbnb, que lo que parecían ser unas inocentes aplicaciones móviles acabarían convirtiéndose en las grandes compañías que son hoy. La primera es ya el mayor sistema de transporte privado de pasajeros sin poseer un solo coche. La segunda gestiona cada año más reservas de habitaciones que ninguna cadena hotelera del mundo, y tampoco tiene inmuebles en propiedad.
Ya se han consolidado en sus respectivos sectores (movilidad y turismo). La valoración bursátil de Uber supera los 55.000 millones de euros y la de Airbnb ronda los 30.000 millones. Su búsqueda de nuevos nichos de mercado le llevó la semana pasada a anunciar su entrada en el sector de las agencias de viaje a través de las llamadas experiencias que ofrece. Hasta ahora, el crecimiento de sendos gigantes de la economía colaborativa se ha apuntalado intermediando entre los dueños de la propiedad (coche o vivienda) y los clientes finales (usuarios).
Esa vía de negocio no se ha agotado, pero sendas compañías quieren más. Resulta llamativo que los dos hayan decidido volver la mirada hacia los viajes de negocios: quieren añadir a las empresas a su nutrida lista de clientes, formada hasta ahora por particulares. Airbnb lo hizo en el segundo semestre del año pasado; Uber acaba de lanzar en España su servicio para empresas.
“Airbnb for Business traslada la experiencia de Airbnb a los viajes de negocios, permitiendo disfrutar de todas las comodidades de una casa cuando es necesario alojarse fuera por motivos de trabajo. Aporta mayor flexibilidad, con la posibilidad de escoger un alojamiento que se adapte a las necesidades del viajero, así como la mejor localización”, explica una portavoz de la compañía. El usuario verá el icono de una maleta junto a los alojamientos considerados aptos para viajes de negocios, que deben ofrecer check-in 24h, un espacio para trabajar y wifi. La aplicación permite además que el viaje lo organice un tercero (el servicio original obliga a que lo haga uno de los huéspedes), por lo que se puede gestionar desde la oficina, produce automáticamente informes de gastos de viajes y cuenta con servicio de atención al cliente.
Los viajes de negocios ya suponen el 10% de las reservas de Airbnb, asegura la compañía
La compañía no habla sobre facturación, pero aporta otros datos relevantes. “Más de 5.000 empresas han utilizado este servicio, que ya supone el 10% de las reservas totales”, abundan desde la firma estadounidense. Y, según dicen ellos mismos, las empresas que apuestan por este servicio ahorran un 30% respecto a las que acuden a hoteles.
En cuanto a Uber, que en España hasta ahora está presente solo en Madrid, acaba de lanzar en el país su servicio Uber for Business. Su funcionamiento es el mismo, pero en este caso se entra a la aplicación desde el perfil de la empresa, que es quien cargará con los gastos. Según cuenta Kike Sarasola, presidente y fundador de la cadena Room Mate Hoteles, en el vídeo de promoción del servicio corporativo de Uber, la ventaja que aporta, además de precios más competitivos que los taxis y de su flexibilidad, es que la app funciona igual en todas las ciudades en las que opera. Su compañía ha sido la primera española en contratar estos servicios para los desplazamientos laborales del personal.
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