Airbnb amenaza a Tui y Thomas Cook al convertirse en turoperador colaborativo
Lanza un servicio que oferta excursiones y permite la reserva de vuelos
La historia de dos amigos que utilizaron el salón de su apartamento para instalar un colchón hinchable y alojar a unos huéspedes para sacarse un dinero extra ha mutado en un gigante llamado Airbnb. Una compañía a la que el mercado le otorga una valoración de 30.000 millones de dólares, lo que la sitúa al mismo nivel que el gigante hotelero Starwood, que tras la compra de Marriott suma 5.700 establecimientos. Airbnb, eso sí, no tiene ni gestiona propiedades, solo intermedia entre propietarios de viviendas y viajeros y cuenta con una cartera de tres millones de alojamientos en su plataforma.
Airbnb anunció ayer su transformación en turoperador, agencia de viajes y receptivo de viajeros... todo ello gracias a los denominados anfitriones, personas que a partir de ahora además de ofrecer sus viviendas –o sofás–, organizarán excursiones, visitas guiadas, talleres de espada samurai o de fabricación de violines, entre otras cosas. La compañía presentó ayer Trip, una plataforma con la que busca que viajar “sea algo mágico y fácil”, según explicó su cofundador Brian Chesky.
El desembarco de Airbnb en este campo de la actividad turística se produce meses después de que realizara su primera compra en España. La estadounidense adquirió el pasado septiembre la start-up barcelonesa Trip4real, dedicada a la comercialización de planes de ocio alternativos entre particulares. Su irrupción en este segmento supone entrar en competencia directa con los grandes grupos turísticos internacionales como Tui o Thomas Cook, o con los nacionales como Globalia o Barceló. Y ello a pesar de que su actividad original haya sido calificada de competencia desleal y que ciudades como Nueva York hayan modificado su legislación para restringir su actividad.
Chesky fue el encargado ayer de presentar Trips, una plataforma que tendrá dos funcionalidades distintas. Por un lado, la denominada Experiencias ofrecerá actividades seleccionadas por expertos locales en cada una de las ciudades donde está presente – como un paseo por Ciudad del Cabo junto a uno de los celadores de Nelson Mandela–. En un primer momento se ha lanzado con 500 experiencias diferentes, localizadas en 12 ciudades, pero ya permite a cualquier interesado ofrecer sus propias experiencias en otras 39 ciudades, entre las que están Madrid y Barcelona. Sus precios se elevan en algún caso hasta los 200 dólares.
La otra función, Lugares, ofrece desde audioguías de las ciudades –a partir de la primavera de 2017– a recomendaciones individuales de los propietarios. Permitirá además que los negocios locales (restaurantes, supermercados, etc.) puedan darse a conocer a los viajeros. Desde la app se podrán también hacer reservas en restaurantes.
Más allá de estas novedades, Airbnb permitirá desde una única aplicación móvil reservar vuelos –no ha entrado a detallar cómo será el proceso–, contratar coches de alquiler y ofrecerá a los viajeros un servicio de cesta de la compra a domicilio. “Esto es solo el principio”, amenazó Chesky para después recordar que “todo lo que hacemos y que haremos será impulsado por la gente”.