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VW necesita otro presidente

Poetsch está siendo investigado por posible manipulación del mercado tras la crisis de las emisiones

El presidente del consejo de supervisión de Volkswagen, Hans Dieter Pötsch.
El presidente del consejo de supervisión de Volkswagen, Hans Dieter Pötsch.EFE (EFE)

Hans Dieter Pötsch fue desde el primer día una elección equivocada para la presidencia del consejo de supervisión de Volkswagen. Que la fiscalía le esté investigando por posible manipulación del mercado es solo un recordatorio de que el fabricante de automóviles alemán tiene que romper del todo con su oscuro pasado. Para ello, Pötsch debe irse.

La investigación no se centra en los datos de emisiones de VW en 2015, sino en la transparencia con que la empresa comunicó a los accionistas sus problemas con los reguladores de EE UU. Tras admitir el engaño, VW esperó 17 días para hacer público el asunto. La caída posterior de las acciones rebajó en una semana su capitalización bursátil en casi 24.000 millones. Entonces, Pötsch era el director financiero. Su trabajo era comunicarse eficazmente con el mercado.

Prueba de su fracaso son las 1.400 demandas que los accionistas habían presentado en el juzgado a 21 de septiembre. Las reclamaciones suman 8.200 millones, que hasta ahora no se han incluido en los 18.000 millones provisionados por VW para las consecuencias financieras del escándalo.

Como director financiero, tuvo un papel importante en el escándalo del año pasado

La barrera legal para probar una manipulación del mercado en Alemania es alta, y Pötsch es inocente hasta que se demuestre lo contrario. VW argumenta que hasta finales de septiembre no fue posible evaluar el impacto financiero potencial. Sin embargo, la investigación criminal de la conducta de Pötsch muestra el conflicto entre su papel actual y el anterior. Como presidente, su deber es hacer “todo lo posible para descubrir toda la verdad”, como prometió tras su nombramiento. Pero eso implicaría investigar una gestión de la que formaba parte.

VW necesita un presidente que pueda estabilizar la empresa, mientras sus ejecutivos llevan a cabo una gran reestructuración. La negociación de un acuerdo entre la dirección y los sindicatos para reducir los costes de mano de obra es crucial para el cambio operativo del grupo. Un Pötsch debilitado carece de la autoridad para hacerlo. VW necesita de verdad a alguien nuevo al mando, y pronto.

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