Países frontera: invertir hoy pensando en mañana
Son los México o Brasil de hace una década, mercados que dieron jugosas rentabilidades a los inversores que asumieron el riesgo.
Hay que agudizar el ingenio. Se acabaron los tiempos en los que con dar una patada se conseguían rentabilidades de dos dígitos. Ahora hay que buscar los retornos debajo de las piedras e irse, si es necesario, a recorrer mundo.
Explorar mercados poco desarrollados y desconocidos para el común de los analistas es precisamente lo que proponen quienes invierten su dinero en mercados frontera, aquellos países que aún no cumplen los requisitos necesarios para convertirse en emergentes (los famosos BRICS, por ejemplo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), pero cuyo desarrollo se prevé importante y, por ende, susceptibles de ofrecer buenas rentabilidades. Eso sí, hay que tener paciencia.
Paciencia y capacidad de análisis y decisión, ya que dentro de ese universo hay mucho donde elegir. “Los mercados frontera africanos y asiáticos muestran muy bajo PIB per cápita, pero los Estados productores de petróleo de Oriente Medio son relativamente ricos, aunque con restricciones a la inversión extranjera”, comentan en Pictet AM, gestora con fondos en emergentes, pero actualmente no en mercados frontera.
Entre los riesgos a afrontar, una larga lista: potencial inestabilidad política, malestar social, corrupción, terrorismo, sistemas financieros y mercados de capitales poco desarrollados y entorno regulatorio inestable. De hecho, recuerdan en esta gestora, en 2008 el índice MSCI de mercados frontera sufrió la mayor caída de la historia en relación con el índice MSCI de mercados emergentes.
Lo habitual es que formen parte de fondos que llevan la etiqueta de emergentes
¿Merece la pena asumir esos riesgos? Para David Park, cogestor del fondo Carmignac Portfolio Emerging Discovery, “pueden resultar interesantes ya que ofrecen unas elevadas perspectivas de crecimiento a largo plazo, tienen una baja correlación con los mercados desarrollados y pueden ser una herramienta muy efectiva de diversificación. Los mercados frontera siguen siendo un terreno fértil para los inversores que busquen un crecimiento interesante y oportunidades de generación de rentabilidad, y albergan un amplio y heterogéneo abanico de empresas de pequeña y mediana capitalización. Además, siguen estando menos cubiertos por los analistas, por lo que brindan una buena oportunidad para los inversores que buscan crecimiento”, concluye.
Louis d’Arvieu, gestor y coordinador del fondo Sextant Grand Large, de Amiral Gestion, cree que si entendemos el riesgo “como la probabilidad de sufrir una pérdida permanente de capital, los mercados frontera tienen el mismo riesgo que cualquier otra región”.
Para protegerse, ya sea en un mercado frontera o en un miembro de la UE, un consejo clásico: “Entender bien lo que estás comprando, intentar que dicha empresa esté bien gestionada y tenga algún tipo de ventaja competitiva y comprarla a un buen precio”.
Pero no todos ven riesgo. “Si nos centramos en el riesgo de default de estos países, sorprenderá encontrarse niveles de impago del 1,5%, o lo que es lo mismo, la mitad que el mercado de high yield americano. Al fin y al cabo, el riesgo de que alguien no repague sus deudas tiene mucho que ver con el nivel de endeudamiento en el que se encuentra, y muchos países frontera mantienen niveles de deuda pública por debajo del 50% sobre PIB”, aclara Borja López-Mancisidor, responsable de ventas institucional de Capital Strategies.
“Tienen el mismo riesgo que cualquier otra región”, según el gestor Louis D’Arvieu,de Amiral
Y entre quienes se atreven a invertir en estos países, ¿qué es mejor? ¿Hacerlo selectivamente por empresas o por mercados?
Para Louis d’Arvieu es mucho más complicado intentar predecir cuándo estar invertido en una región o en un sector que seleccionar compañías atractivas, ya que “la evidencia empírica demuestra que los seres humanos somos terriblemente malos haciendo predicciones económicas”.
En cambio, desde Capital Strategies Partners, después de haber analizado la oportunidad, han concluido que la forma más directa de participar en su crecimiento es a través de su renta fija soberana. “Un activo que, ofreciendo mayor seguridad y certidumbre que la renta variable, nos permitirá capturar la importante revalorización de los bonos de estos países, a medida que sus políticas económicas y fiscales impulsen su desarrollo y estrechen sus diferenciales. Algo similar a lo que vimos en países como México o Brasil entre 2000 y 2010. Todo esto, devengando un cupón medio superior al 10%”, advierte López-Mancisidor.
En concreto, recomiendan abordar este tipo de inversión mediante fondos de gestoras especializadas en estos mercados, como el Global Evolution Frontier Markets.
De hecho, el responsable de Capital Strategies es rotundo: “Los países frontera son, desde nuestro punto de vista, uno de los pocos activos en renta fija que aspira actualmente a rentabilidades anuales de doble dígito”. El retorno que está logrando su producto recomendado es de un 11,88% en 2016 y un 66% desde su lanzamiento en 2010.
Las cifras
50%. Por debajo de esta tasa se mantiene el nivel de endeudamiento de estos mercados.
25%. Los países frontera representan cerca de esta proporción de los principales índices de renta fija de mercados emergentes, según Amundi.
Pero en realidad son pocas las gestoras que se atreven con los frontera a palo seco. Pictet AM, por ejemplo, no tiene exposición centrada en exclusiva en mercados frontera de una región. Llegó a contar con un fondo especializado en la región MENA (Oriente Medio y norte de África), pero hace algún tiempo se integró en uno de sus fondos de acciones emergentes.
Efectivamente, lo más habitual es que estos mercados formen parte de fondos que llevan la etiqueta de emergentes. Y no solo eso, sino que en los índices les pasa algo parecido. Según los expertos en deuda de Amundi, los mercados frontera representan cerca del 25% de los principales índices de renta fija de mercados emergentes.
Degroof Petercam AM tampoco tiene un fondo exclusivo, pero en su fondo de renta fija de emergentes están actualmente posicionados en estos países. “La inversión en mercados frontera requiere tener mucho cuidado”, admite Thierry Larose, gestor de cartera sénior de la gestora, “después de todo, seleccionar mercados frontera es un proceso muy distinto respecto a la asignación entre países en desarrollo más avanzados, centrado casi por completo en el análisis bottom-up (se estudian desde las características más particulares hasta las más generales) basado en la información recogida en esos países”.
La falta de liquidez es otro aspecto a tener muy en cuenta para los expertos; sin embargo, en opinión de Thierry Larose, hay un resquicio de esperanza, porque “el posicionamiento extranjero en deuda local suele ser muy leve y los pocos que están presentes son inversores con un horizonte a largo plazo”.
¿Y dónde hay más potencial?
Como en casi todo en la vida, hay opiniones para todos los gustos. En Carmignac, por ejemplo, priorizan Asia, “región que alberga una amplia variedad de mercados con un enorme potencial de crecimiento”, y Argentina, “uno de los países frontera con el nivel de deuda corporativa más reducido del universo emergente. Adquirir una participación en un banco argentino concuerda a la perfección con nuestra filosofía de invertir en segmentos de mercado infrapenetrados”.
Los responsables del Pictet Emerging Markets High Dividend se fijan en compañías de Camboya o Arabia Saudí. Por su parte, en renta fija Pictet Global Emerging Debt y Pictet Emerging Local Currency Debt tienen en cuenta deuda soberana de Nigeria
Los expertos de renta fija de Amundi destacan que los rendimientos que ofrecen estos mercados frontera en el segmento de renta fija son generalmente más altos que en otras clases de activos. Países como Angola, por ejemplo, están ofreciendo un 9% en deuda en dólares.
“Vemos algunas oportunidades en África, pues tiene probablemente el mayor potencial a medio plazo, pero los retos macroeconómicos y políticos a corto plazo persisten...”, concluyen.
Todavía existen clases
Quien diga que no hay clasismo, miente. Morgan Stanley, por ejemplo, diferencia tres clases de mercados. Denomina desarrollados a los 24 países miembros de la OCDE y representados en el índice MSCI World Index. Entre ellos, solo tres asiáticos (Japón, Hong Kong y Singapur), dos del continente americano (EE UU y Canadá) y dos de Oceanía (Australia y Nueva Zelanda).
Mercados emergentes considera a 21 países en vías de desarrollo, mientras que reserva la acepción de frontera a 26 Estados: Argentina, Trinidad y Tobago, Bulgaria, Croacia, Estonia, Lituania, Kazajistán, Rumanía, Serbia, Eslovenia, Ucrania, Kenia, Mauritania, Nigeria, Túnez, Bahréin, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka y Vietnam.