Angela Merkel, atrincherada por el voto protesta
Una gran coalición entre CDU y los socialdemócratas de centro-izquierda parece la única opción viable para un Gobierno
A pesar de ser una región cuya población solo representa el 2% del total de Alemania y su producto interior bruto, el 1,3% del país, el Estado rural de Mecklemburgo-Pomerania Occidental está cobrando importancia a nivel político. El domingo, el partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo más escaños que la formación de Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), por primera vez en unas elecciones en Alemania, asegurándose un quinto de los votos de la canciller.
AfD, un partido euroescéptico y en contra de los inmigrantes, se fundó hace solo tres años, pero ya está presente en 9 de los 16 Parlamentos regionales. Y está a punto de entrar en el Bundestag después de las elecciones federales que se celebrarán el próximo año. Las encuestas le dan un 12% a nivel nacional. Aunque un creciente número de votantes quiere un cambio político radical, probablemente no consigan más que lo mismo de siempre.
Con el apoyo a los partidos tradicionales cayendo, una gran coalición entre CDU (todavía la mayor formación a nivel nacional) y los socialdemócratas de centro-izquierda parece la única opción viable para un Gobierno. Cuanto más se fortalezca AfD, menos probable parece que la coalición vaya a moverse.
Las cosas probablemente se queden como están por la falta de un desafío creíble para Merkel desde el interior de su partido y por la disminución de la llegada de refugiados al país. A medio plazo, esto podría ser un problema en sí mismo si los votantes empezasen a ansiar el cambio. Pero por ahora, la estabilidad política es una buena noticia no solo para Alemania, sino para toda la zona euro.