Pros y contras de la retribución flexible
Este modelo retributivo permite al trabajador puede ahorrar hasta el 10% en exenciones fiscales y descuentos al gestionar productos y servicios a través de la empresa
Los planes de retribución flexible permiten a la empresa gestionar, sin grandes inversiones, productos y servicios que el empleado podría necesitar de todas formas, como el almuerzo, la guardería de los niños o el transporte público. Si escoge este modelo, el empleado renuncia a parte de su sueldo a cambio de productos o servicios que gozan de ventajas fiscales y/o descuentos en el precio. Gracias a que la empresa puede negociar el precio de forma colectiva, determinados productos como el seguro médico o el seguro de vida tienen precios sensiblemente inferiores a los individuales. Esta ventaja económica, conocida como economía de escala, se traslada al empleado. Como además no incrementan los costes de personal de la empresa, en principio la retribución flexible es beneficiosa tanto para el trabajador como para la empresa, aunque algunas voces muestran preocupación por su falta de regulación en convenio colectivo.
Cada vez más sectores son conscientes de que el salario no es la única forma de incentivar al trabajador. El sueldo puede ser sólo fijo, o tener una parte variable, que se determina en función de los objetivos y productividad obtenidos. Pero esta opción sólo afecta al 6% de los trabajadores, según datos oficiales. Además, la empresa puede proponer otros modelos de retribución, entre los que están los beneficios sociales, pactados por convenio o a título individual y los citados modelos de retribución flexible; otros incentivos para el trabajador son las medidas de conciliación, entre las que destacan el reconocimiento personal, la flexibilidad horaria o la posibilidad de trabajar desde casa.
La llegada de la crisis generó que la mayoría de empresas dejaran de optar por introducir nuevos beneficios sociales. Además, desde diciembre de 2013, la mayoría de estos productos comenzaron a cotizar en la Seguridad Social, por lo que la retribución flexible comenzó a cobrar especial atractivo para las empresas, que no podían aportar un gran gasto añadido, pero buscaban mejorar la situación de los trabajadores. El Reglamento del IRPF considera ciertas exenciones para determinados productos o servicios cuando estos son entregados por una empresa a sus empleados, ofreciendo una alternativa a que estos los paguen con un dinero que sí está sometido a tributación.
Fernando Palomares, director de Flexible Benefits de la consultoría Willis Towers Watson, afirma que “la retribución flexible permite mejorar la retribución de los trabajadores sin incrementar los costes de personal para la empresa”. Palomares recalca que “el planteamiento de retribución flexible que se suele seguir en España viene favorecido por el marco fiscal”. Y añade que “la empresa no obtiene beneficio económico, lo que pretende es mejorar la retribución neta de sus trabajadores sin incurrir en un aumento de sus costes de personal.” Los únicos costes que debe asumir la empresa son los de desarrollo, implantación y administración del plan de retribución flexible. Si se comunica adecuadamente a los empleados, la retribución flexible hace más competitiva a la empresa en el mercado laboral, incrementando su capacidad de atraer y fidelizar el talento y mejorando la situación del trabajador, lo que a su vez revierte positivamente en la empresa.
En definitiva, Willis Tower Watson estima que a un trabajador con retribución bruta anual de 45.000, casado y con dos hijos que contrate un seguro de salud, tarjeta de restaurante y pago de guardería a través de la empresa se le descontarían del sueldo 7.870 euros al año. Gracias a las exenciones fiscales y economía de escala aplicadas, el trabajador ahorraría el 10,6% del gasto, equivalente a 2.717 euros.
Rita Moreno, de la secretaría de Acción Sindical de CCOO, califica estas medidas en principio de positivas para los trabajadores, siempre que su inclusión en el contrato sea voluntaria y se cumpla la limitación del Estatuto de Trabajadores, que fija en un 30% el máximo de la retribución en especie. Para Moreno, el inconveniente de estas retribuciones es que es algo que “debería estar negociado en acuerdo colectivo” para que no sea un “hoy lo doy y dentro de un año si quiero te lo quito”.
Una de las empresas que oferta el modelo de retribución flexible es Repsol. Ofrece de forma voluntaria gestionar los gastos de guardería, ampliación del seguro médico y plan de pensiones de sus trabajadores a cambio de rebajar el coste correspondiente en sus salarios.Otro beneficio a disposición de sus empleados es el servicio asistencial de salud, que facilita ayuda personal a domicilio, teleasistencia, tratamientos especializados y servicios de apoyo al empleado y a sus familiares directos.
Qué logra el trabajador con este modelo
Los productos ofrecidos en el modelo de retribución flexible, con la excepciones en País Vasco y Navarra, incluyen:
Vales de comida, exentos de impuestos hasta 9 euros por día y trabajador.
Cheques de guardería, sin límite de exención de impuestos, para hijos de hasta 3 años.
Tarjeta de transporte, que no pagan tributos hasta 1.500 euros al año.
Seguro de Salud, exento hasta 500 euros por persona y año para el empleado, cónyuge e hijos.
Formación externa, que tampoco tributa, siempre que sea formación relevante para el puesto o carrera del beneficiario.
Plan de pensiones privado, en el cual se difiere la tributación al momento de jubilación.
Renting de vehículo.
Seguro de vida, sin ventajas fiscales pero con importantes economías de escala.