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Datos del Ministerio de Economia

La caída de precios impulsa la competitividad española

Inflación competitividad

El crecimiento desbocado de los salarios y de los precios estuvo en la génesis de la crisis de la que la economía española empieza a remontar tras seis años de depresión. El desplome del precio del petróleo, que tiene un peso determinante en la cesta de la compra (afecta, entre otros conceptos, a combustible de automoción, calefacción o electricidad) la contención de los algunas rúbricas tradicionalmente inflacionistas, como alimentos o hoteles, y la moderación salarial han permitido dar la vuelta a la tendencia y que la economía española encadene once trimestres consecutivos ganando competitividad frente a sus socios europeos.

En el segundo trimestre de 2016, España ganó una décima en su posición competitiva frente a los 28 países que forman la UE y tres décimas frente a los 35 países más desarrollados que forman la OCDE, tal y como reflejan los datos hechos públicos esta mañana por el Ministerio de Economía. Sin embargo, pierden 4,5 décimas frente a la región BRICS que engloba a Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. Se trata del quinto mes en el que pierde competitividad frente a esta zona del mundo y se debe, en gran medida, a la apreciación del euro frente a las monedas locales de esos países. El índice que mide el departamento que dirige Luis de Guindos pondera la evolución de los precios de consumo y la de los tipos de cambio de las divisas.

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Que la posición competitiva de España mejore respecto a sus socios comunitarios permite a las empresas ofrecer mejores precios y obtener márgenes más elevados en sus operaciones comerciales en el extranjero, al beneficiarse de costes más bajos y un euro depreciado. Las exportaciones de bienes de España cerraron los cinco primeros meses del año con un nuevo máximo histórico al superar los 105.000 millones de euros, con un crecimiento del 2,4% en el citado período. Ningún gran país de la zona euro ha obtenido un aumento similar. Tan solo Alemania, con un avance de un 1,5%. Las ventas de bienes al exterior apenas escalan una décima en Italia, bajan una décima en Francia y se derrumban un 5,7% en Reino Unido.

¿Es posible que se tuerza esta tendencia en el corto plazo? En lo que respecta a los precios de consumo nada parece indicar lo contrario. El precio del petróleo, con oscilaciones, se ha mantenido en el entorno de los 40 dólares por barril y los expertos prevén que los precios salgan de tasas negativas después del verano. Funcas augura que crecerán tres décimas en septiembre e iniciarán una senda de incremento que no impedirá que este año se cierre con una caída media de tres décimas. El panorama será radicalmente diferente en 2017, en el que el IPC avanzará una media de 1,2 puntos, siempre y cuando el precio del crudo se mantenga en el entorno de los 40 dólares. Un aumento de 10 dólares implicaría que la inflación podría escalar hasta el 2,3% de media en 2017. A la espera de que esta tendencia se confirme, los datos actuales reflejan un diferencial de inflación positivo de España frente a sus vecinos europeos. En junio, último dato disponible, tenía los cuartos precios más bajos, tan solo por detrás de Chipre, Bulgaria y Croacia. El diferencial de inflación con Alemania es de 1,1 puntos y es positivo desde hace tres años y medio; la brecha con Francia es aún mayor (1,2 puntos) y con Italia se reduce al 0,7%.

En lo que respecta a las divisas, el euro se ha apreciado en general frente a las divisas de los emergentes y se ha apreciado un 10,5% frente a la libra esterlina, en gran medida por el impacto del referéndum de salida de la UE. Sin embargo se mantiene estable frente al dólar: desde los mínimos de 1,08 dólares por euro se pasó a 1,15 en mayo. Ayer cotizaba en torno a 1,10 dólares.

Los salarios se contagian de los precios

En paralelo al ciclo de quince años consecutivos de crecimiento, los salarios crecieron por encima del 3% durante nueve años seguidos y alcanzaron su mayor cota en 2008, con un alza del 3,6%. Desde esa fecha iniciaran una senda descendente hasta tocar suelo en 2014, con un avance mínimo del 0,5%. Empresarios y sindicatos firmaron un acuerdo de moderación que establecía una recomendación del 1% para 2015, del 1,5% para 2016 y vinculaban las alzas para 2017 a la evolución de la economía.

Esos límites se han respetado e incluso se han quedado lejos en algunos casos. El alza salarial media pactada en 2015 fue del 0,74% frente al 1% recomendado y en lo que va de este año (el último dato del 1,12% es de junio ) queda todavía muy por debajo del 1,5% del acuerdo.

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