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Ahorro

La salvación del ahorro para la jubilación está en las floristerías

Los planes de empleo suelen estar circunscritos a grandes corporaciones

Getty
Miguel Moreno Mendieta

Las floristerías de barrio esconden el secreto para apuntalar el ahorro para la jubilación y combatir el deterioro de las pensiones públicas. Este sector, compuesto mayoritariamente por pymes de menos de cinco empleados, es el único en España que cuenta con un plan de pensiones de empleo, pactado entre la patronal y los sindicatos, por el que el empresario aporta el 0,8% del salario bruto anual de sus empleados, a uno de estos vehículos de inversión. El convenio colectivo rige desde hace 10 años y el plan, gestionado por VidaCaixa, tiene ya un capital de 1,4 millones de euros. Hay 15.000 trabajadores amparados por este convenio.

España, a la cola en previsión social complementaria

España ocupa el puesto número 37 (de un total de 43) en cuanto a la preparación de sus trabajadores de cara a la jubilación. Los datos se desprenden del índice mundial de pensiones (Global Retirement Index, GRI) elaborado por Natixis Global Asset Management. De acuerdo con los cálculos de la gestora, la posición relativa del país se ha deteriorado, al caer un puesto respecto al puesto que ocupaba en 2015.

Desde la creación de este estudio en 2013, España no ha dejado de perder puestos en la clasificación. El GRI estudia factores que determinan la seguridad en la jubilación y ofrece un baremo para comparar las mejores prácticas en las políticas de jubilación.

“El descenso de España en el GRI demuestra que los ciudadanos españoles deben asumir una mayor responsabilidad en lo que respecta a la seguridad de su jubilación. Es importante que creen carteras que les permitan alcanzar la edad de jubilación con un nivel óptimo de seguridad financiera. El papel de los asesores financieros es más crucial que nunca para ayudarles a definir objetivos y guiarles para que mantengan su enfoque de inversión a largo plazo”, explica Sophie del Campo, directora general para Iberia y Latinoamérica.

El Global Retirement Index de Natixis evalúa la preparación de cara a la jubilación analizando cuatro factores que influyen en la vida de los pensionistas. Se tienen en cuenta los activos financieros, pero también considera aspectos como el bienestar material, la salud y la calidad de vida para ofrecer una perspectiva más completa.

Entre los países que se sitúan a la cabeza del índice en lo que respecta a la seguridad de la jubilación, el norte de Europa se encuentra entre los diez primeros, con Noruega en primera posición, seguida de Suiza, Islandia, Suecia, Alemania, los Países Bajos y Austria.

En la parte baja de la clasificación, y con una situación aún peor que la de España, aparecen China, Turquía, Rusia, Brasil, Grecia y la India.

En la edición de este año, Natixis ha cambiado su metodología, y se centra en menos países que en años anteriores.

Carlos Esquivias, gerente de la comisión de vida y pensiones de Unespa (la patronal de las aseguradoras) considera que la vía que debe prioritaria para fomentar el ahorro privado es “el desarrollo del tercer pilar”, es decir, los planes de pensiones de empleo.

En un reciente encuentro sobre la situación y retos de las pensiones privadas en España, organizado por Amundi, Axa IM y la firma Kessler & Casadevall, varios de los ponentes coincidieron en que los poderes públicos deberían tomar medidas para fomentar este tipo de ahorro para la jubilación.

Actualmente, los planes de pensiones de empleo acumulan un patrimonio de 35.000 millones de euros, para un total de dos millones de partícipes (frente a los 67.000 millones de euros y 7,8 millones de partícipes de los planes de pensiones individuales).

El problema es que la inmensa mayoría de estos vehículos se concentra en grandes corporaciones y administraciones públicas. Telefónica, BBVA, Repsol, Iberdrola o Mapfre cuentan con planes de pensiones de empleo para su plantilla. También los funcionarios del Ayuntamiento de Salamanca y los de la Diputación de Málaga, pero en las empresas pequeñas apenas hay presencia.

“El convenio colectivo de flores y plantas es el mejor ejemplo de que es posible fomentar el ahorro privado en un sector muy atomizado, con muy pocos trabajadores por empresa. Es cuestión de poner de acuerdo a patronal y sindicatos”, explicaba en el citado foro Carlos Moreno Santos, economista en la secretaría de Protección Social de Comisiones Obreras (CCOO).

De acuerdo con el estudio Previsión Social Empresarial para la Jubilación en España: empleados y empresas, elaborado por la consultora GFK para Nationale-Nederlanden, solo el 4,3% de las empresas españolas de más de 10 empleados dispone de soluciones de previsión social para facilitar a sus trabajadores un instrumento de ahorro o inversión que les permita complementar la pensión pública que recibirán al finalizar su vida laboral.

Moreno, de CCOO, considera que el Gobierno debe buscar fórmulas “para incentivar la contratación de planes de desarrollo complementario”, y que los grupos de trabajo entre patronal y sindicatos deben explorar esta vía en la renovación de convenios colectivos.

Ignacio Eyries, director general de Caser, recordaba en el foro que una de las posibles vías para fomentar este tipo de ahorro para la jubilación es “aplicar un formato de ‘soft-compulsory’ como el que rige en Reino Unido”. Este sistema obliga a las pymes a pagar a sus trabajadores parte de su sueldo en forma de plan de previsión. El empleado se adhiere por defecto, y solo en el caso de que expresamente pida cobrar en efectivo se le excluye del plan. La normativa británica obliga a todas las pymes a ofrecer estos planes antes de 2018, pero ya hay miles de pequeñas empresas que se han adherido al programa.

Desde la patronal de los seguros, Unespa, recuerdan que otra posibilidad de adoptar un sistema como el de Alemania. Allí, por cada euro destinado por los contribuyentes a su plan de pensiones privado, el Estado pone otro. “Esta medida tendría un coste estimado para las arcas del Estado de unos 2.000 millones de euros, pero a cambio dispararía el ahorro entre los asalariados con rentas más bajas”, apuntaba en un discurso la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos.

“Si en los próximos años no se fomenta el ahorro privado, va a haber pensionistas de primera, aquellos que han trabajdo para una gran empresa o tienen sueldos altos, y pensionistas de segunda”, explica el presidente de la asociación de fondos de inversión y planes de pensiones (Inverco), Ángel Martínez Aldama.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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