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Gasóleo frente a gasolina

¿Conviene comprar un coche diésel en estos momentos?

Los expertos no aconsejan adquirir vehículos de gasóleo anteriores a la norma Euro 6

No está claro si obedece al caso dieselgate –por el que Volkswagen falseó las emisiones de más 11 millones de vehículos– o a la mala imagen que ha generado; al efecto Carmena o Colau –alcaldesas que amenazan con prohibir la circulación de coches más contaminantes en Madrid y Barcelona, como ya ha ocurrido en París o Londres–, o a las restricciones europeas de emisiones. Lo cierto es que las ventas de coches de gasóleo en España están perdiendo fuelle frente a los de gasolina.

Los fabricantes dicen que es una tendencia lógica del mercado, aunque un estudio del portal AutoScout confirma que a más del 40% de los españoles les ha influido el dieselgate.

Los peores augurios vienen de la mano de un informe de la consultora americana AlixPartners, que prevé que en 2030 los motores diésel solo supondrán el 9% de las ventas totales de vehículos en Europa. Zona totalmente dieselizada frente a otros mercados como Estados Unidos o los países asiáticos.

En España, desde luego, ya se ha invertido la tendencia. Las estadísticas de la asociación española de fabricantes de automóviles Anfac reflejan un descenso de las matriculaciones de gasóleo de enero a junio del 61,3% al 55,2%, mientras que los de gasolina ganan cuota de mercado (en mayor porcentaje, un 7%), algo impensable en España hace unos años.

Cuestan unos 2.500 euros más

Son un 25% más eficientes y consumen menos que los de gasolina, pero los expertos no aconsejan comprar un diésel si no se van a hacer más de 200.000 kilómetros a lo largo de su vida. Entre otras cosas, porque cuestan unos 2.500 euros más que los de gasolina, el seguro y el mantenimiento es más caro y solo hay un 4% de diferencia en el precio del combustible.

Desde Anfac aseguran que es normal que se equilibre el mercado entre los motores diésel y gasolina, entre otras cosas, porque ha mejorado la eficiencia de los segundos, que ahora gastan menos, y también por la mayor subida del precio del gasóleo frente al de la gasolina.

La consultora americana cree que el paulatino endurecimiento de las cotas de emisiones impuestas por la Unión Europea elevará su precio de fabricación y venta, lo que puede convertirlos a medio plazo en poco competitivos.

Los más agoreros creen incluso que en unos años será difícil homologar los motores diésel, lo que puede provocar un vuelco en la industria, que además de estar involucrada en la transformación de las fábricas para producir motores eléctricos (el futuro más próximo), ha hecho fuertes inversiones para el desarrollo de motores diésel menos contaminantes y más eficientes.

Ante este escenario, ¿conviene en estos momentos comprar un coche diésel? Para Joan Dalmau, editor del portal Coches.net, no es aconsejable adquirir un automóvil anterior a los diésel Euro 6 (la última generación en motores) para circular por las grandes ciudades, donde podrían ser vetados por los ayuntamientos, pero no en las zonas rurales.

No obstante, “en este momento no tendrían razón de ser las restricciones para estos nuevos vehículos, ya que las emisiones son prácticamente iguales que las de gasolina”, añade.

La mayor bajada de las ventas se está dando en los vehículos más pequeños y compactos, porque sus homólogos en gasolina ahora gastan menos, pero –según Dalmau– menos en el segmento de todoterrenos y berlinas más grandes, cuyo uso es mayor en carretera, “porque además de responder mejor, la diferencia en consumo sigue siendo más sustanciosa”.

“Si el conductor no tiene claro que vaya a hacer más de 200.000 kilómetros durante la vida del vehículo es mejor optar, en estos momentos, por uno de gasolina”, recomienda Carlos Brüggemann, cofundador del comparador de seguros Acierto.com.

“No es tan descabellado pensar que a algún político, además de las restricciones, se le pueda ocurrir implantar algún recargo o impuesto a los vehículos más contaminantes y lo cierto es que “en los trayectos más cortos por las ciudades contaminan menos los de gasolina”, sostiene.

Es el mercado de segunda mano, de coches diésel anteriores a la normativa Euro 6, el que puede resentirse por las restricciones, pronostica Dalmau. Ya que, además del descenso en las operaciones de compraventa se producirá una caída del valor residual, es decir, lo que vale un vehículo después de un periodo de tiempo, descontando el uso y el desgaste. Es una variable que debe tenerse muy en cuenta a la hora de desprenderse del coche.

“Es imposible que desaparezca el diésel a corto plazo”, asegura Luis Valerio, director del vehículo eléctrico del grupo Renault. Proseguirá su optimización y “convivirá con la tecnología híbrida o eléctrica durante la próxima década”. Entre otras cosas, porque “aún no hay una alternativa viable para sustituirlo”, aclara.

Lo que sí es meridiano, predicen en el Real Autómovil Club de España (RACE), es que “la movilidad del futuro pasa por las energías alternativas”. Pero eso no da derecho a penalizar a los coches diésel que, además, son cada vez más limpios. “Restringir la movilidad sin aportar soluciones no lleva a ningún sitio”, advierten en RACE. “Se trata de incentivar con medidas de otro tipo y desarrollar un plan integral”, afirman.

Lo más lógico, según todas las fuentes consultadas, es que antes de vetar su circulación se le dé un plazo para hacer la adaptación, teniendo en cuenta que la vida media de un coche en España supera los 10 años. De otra forma, será muy lesivo para el consumidor que ahora opte por un diésel.

Las marcas han tenido que invertir en mejorar los motores

Responsables de gran parte de las emisiones de partículas y de óxido de nitrógeno, muy contaminantes, este tipo de motores ha sido sometido en los últimos años a cambios importantes. Los fabricantes incorporaron primero un filtro de partículas, de acuerdo a la normativa Euro 5, que limitó la emisión de partículas en un 80% respecto a la regulación anterior, la Euro 4, y se llevó por delante un montón de modelos.

El año pasado, la industria tuvo que incorporar un catalizador (junto a un aditivo) para adaptarse a las restricciones impuestas por la normativa Euro 6, que rebajó un 55,5% las emisiones de óxido de nitrógeno, las cuales se vinculan con el aumento del cáncer.

Lo cierto es que el fraude de Volkswagen ha puesto sobre la mesa el problema de salud pública que han creado los vehículos diésel (más antiguos) en algunas ciudades de Europa, apuntan en el comparador Acierto.es. En el caso de España, desde hace más de cinco años se superan los límites de dióxido de nitrógeno (NO2), establecidos por la Unión Europea, un gas cuya acumulación en el aire de las grandes urbes se debe en el 90% de los casos a los vehículos diésel, apuntan en el portal de motor.

De todas formas, el estudio de este comparador pone de manifiesto que casi un 42% de los españoles no sabe que estos vehículos son más contaminantes que los de gasolina ni cómo afectan a la calidad del aire y a la salud de la población.

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