Tras la debacle, el petróleo cotiza en positivo en el año
El oro negro comienza a dejar atrás la que ha sido su mayor crisis desde 2009
Nada y, al mismo tiempo, todo ha cambiado en el mundo del petróleo. La enorme brecha entre la oferta y la demanda de crudo sigue abierta en más de un millón de barriles, pero las expectativas de que un acuerdo entre los países miembros y ajenos a la OPEP ha catapultado el su precio en una subida de más del 35% desde que tocara mínimos de 2003 en 27,88 dólares el pasado 20 de enero.
Arabia Saudí y Rusia, primer y segundo productor de petróleo del mundo, llegaron a un acuerdo para congelar los niveles de producción que fue también suscrito por Venezuela, Catar e Irak. Pese a que mantener la producción a máximos históricos no tiene efectos positivos sobre el mercado, este movimiento fue tomado por los inversores como un primer paso hacia la estabilización del mercado.
"Desde que Arabia Saudí y Rusia alcanzaron el acuerdo para congelar las exportaciones, la volatilidad del mercado de petróleo se ha reducido considerablemente", comentaba a Bloomberg Hong Sung Ki, analista de Samsung Futures Inc. "Esperamos mayor estabilidad en los precios para los próximos meses, posiblemente hasta los 40 dólares por barril (para el West Texas, referencia en Estados Unidos), al menos hasta la reunión de la OPEP de junio", explica el experto.
A ello también ha contribuido el frenazo de la producción del mayor opositor del acuerdo, Irán. Tras la retirada de las sanciones comerciales en enero, el país buscaba recuperar la cuota de mercado perdida en favor de otros miembros de la OPEP, y llegó incluso a dinamitar el pacto calificándolo de "ridículo". Pese a ello, Irán no está cumpliendo finalmente sus pronósticos y está exportando menos de lo inicialmente previsto. Tras años de desinversiones, las compañías iranís podrían tardar más de lo previsto en carburar para maximizar su nivel de producción, señalan varios analistas.
El oro negro comienza a dejar atrás la que ha sido su mayor crisis desde 2009. En aquel entonces, el desplome de la demanda fue el conductor de los bajos precios. En esta ocasión, lo fue el giro en la política de una OPEP que decidió expulsar del mercado a los productores menos eficientes a base de saturar la oferta y desplomar los precios, incluso a costa de sus propios presupuestos, que, en casos como el de Venezuela o Nigeria, fueron violentamente golpeados. La tormenta ya parece amainar.