Una caída del 4,8% arrasa el rebote de ayer en el Ibex, ¿qué ha pasado?
El castigo también afecta a Wall Street, en donde el Dow cae más de un 2%
No es un lunes, pero no por ello ha sido menos negro. Ya avisaban los analistas de que rebote no podía ser más frágil. El Ibex 35 había perdido el martes el importante soporte de los 8.200 y el respiro de ayer no sirvió para convencer a nadie. La presentación, hoy, de unos resultados decepcionantes por parte de la francesa Société Génerale y la italiana UBI Banca sirvió de detonante para otra sesión de notables pérdidas en las Bolsas europeas. El selectivo español cedió un 4,88% hasta los 7.746,3 puntos y es mirado con preocupación por diferentes casas de análisis.
HSBC ve el bono alemán cerca del 0%
La agitación global y el riesgo político interno están provocando que los inversores acudan a los activos refugio para evitar riesgos, lo que está causando continuos descensos en la rentabilidad del bono alemán a 10 años.
Según las previsiones de los analistas de HSBC, que recoge Bloomberg, la rentabilidad del bono podría acercarse a cero en junio. La firma de análisis considera que el bono caerá hasta el 0,05%, muy cerca del 0,049% del récord que alcanzó el 17 de abril, que vino seguido de una oleada de ventas que lo devolvió de nuevo al 1% dos meses más tarde. La rentabilidad en Alemania ha vuelto a contrastar, una jornada más, con la de los países periféricos, cuyos bonos siguieron escalando frente a los mínimos que registraron Austria, Finlandia y Francia en el interés exigido en sus deudas a dos años.
Como consecuencia del descenso de los bonos alemanes, el interés exigido para la deuda española ha vuelto a escalar llegando hasta el 1,77%, frente al 1,72% de la víspera. Del mismo modo, la prima de riesgo ha cerrado en los 159 puntos básicos tras haber alcanzado los 169 puntos en sus máximos intradía.
El riesgo para los bonos españoles, al igual que para el resto de países periféricos, cerró ayer a la baja durante la víspera tras las palabras tranquilizadoras de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen. Sin embargo, los miedos a una recesión global siguen sin desaparecer y los inversores continúan huyendo de la deuda con mayor riesgo.
El sector bancario se encuentra en el ojo del huracán, es la nube que alerta de una tormenta bursátil y que centra ahora todas las inquietudes de los inversores. En el Stoxx 600, las entidades de este segmento se dejan nada menos que un 28,33% en el año y sin visos de estabilización en el corto plazo. “Vemos una tendencia claramente bajista en el sector financiero, al menos, hasta la próxima reunión de Draghi en marzo”, explica Manuel Pinto, analista de XTB. El experto espera que, en esa fecha, Draghi tenga un gesto que ayude a disipar las dudas sobre las entidades.
En el Ibex, los bancos fueron también los más castigados. Pese a la mejora de la recomendación de algunos valores, como Banco Popular, registraron pérdidas que fueron desde el 7,74% de Bankia hasta el 5,15% de Bankinter. “La preocupación de los inversores radica en que las entidades financieras sean el canario en la mina de carbón”, es decir, que su muerte sea la antesala de un crash en la economía, analiza el comité de inversión de banca privada de Lombard Odier.
Pero no solo los bancos cotizaron en rojo. Todos los valores, independientemente de su área de negocio y salud empresarial se anotaron pérdidas, reflejo de que los miedos no se limitan a una actividad o empresa en particular, sino a la percepción del estado de la economía en su conjunto. La compañía menos castigada fue Red Eléctrica que se dejó un 2,21% hasta los 70 euros por acción.
Más de lo mismo ocurría en el resto de parqués del Viejo Continente, abonados al rojo desde comienzos de año. El Dax cedió un 2,18%%, el Cac francés, un 3,33%; el Footsie británico perdió un 1,7%, el Mib italiano corrigió un 4,59% y el Euro Stoxx perdió un 3,13%.
Y todo ello ocurrió con el lastre del petróleo que, al cierre de los mercados europeos, cedía un 2,3% hasta los 30,13 euros por barril para el Brent, referencia en Europa. Con los inventarios en máximos y el mercado saturado de crudo, Bloomberg ha confirmado que Irán, que en enero se libró de las sanciones al comercio, exportará a Asia con grandes descuentos, lo que debería ejercer una nueva presión bajista sobre el precio del oro negro. Sin embargo el crudo parece haber pasado a un segundo plano dentro de los numerosos temores que a día de hoy hacen temblar a los inversores.
La correlación entre la cotización del Brent y el comportamiento de las Bolsas se ha reducido notablemente, algo que varios analistas atribuyen al hecho de que el barril de petróleo, dentro de su bajo precio, se haya estabilizado. “El petróleo barato no es malo para los países importadores per se, de hecho, es incluso positivo. El problema son las violentas caídas que generan incertidumbre en un valor considerado refugio”, señalan.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street no ejerció de ángel salvador. Con el endurecimiento de la política monetaria en el punto de mira, Janet Yellen afirmó ayer que no descarta los tipos en negativo si la economía sufre un brusco frenazo. No obstante, la presidente de la Fed señaló que a día de hoy no se baraja ese escenario. Los inversores, no obstante, se dejaron arrastrar por la incertidumbre y las ventas en el ViejoContinente. El Dow Jones concluyó con una caída del 1,6%, el S&P500 se dejó un 1,2%y el Nasdaq, un 0,39%.
En el mercado de divisas, el euro se apreció un 0,68% con respecto al dólar. A la moneda comunitaria se le sigue resistiendo en este comienzo de 2016 el camino a la baja, pero los expertos siguen viendo la igualdad con los billetes verdes para el segundo trimestre del año.