La banca congela sus presupuestos, no hay dinero para gastos
Las entidades financieras ultiman en estos días sus presupuestos para el próximo año. Incluso algunas, como es el caso de Bankia, concluyen en estos días su plan estratégico a tres años (2016-2018). Y eso que en su caso, el plan está condicionado por una importante peculiaridad, su futuro en este trienio es incierto si se tiene en cuenta que debe aún privatizarse, como se negoció en 2012 con Bruselas.
Pese a que todos los supervisores reconocieron hace más de un año que la crisis del sector ha quedado atrás y sus balances y cuentas de resultados se han normalizado, lo cierto es que operar con tipos de interés a casi el 0%, ha complicado la actividad y planes de recuperación. Su rentabilidad sigue bajo mínimos y no logran, como explicó la semana pasada el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, que los accionistas recuperen su inversión.
Y como también se ha dicho en innumerables ocasiones, una fórmula que está en manos de los bancos para sostener en parte su rentabilidad es el recorte de costes. Y ahí están todas las entidades financieras. “En unos casos nos preocupa, en otros nos pone nerviosos y en otros nos ocupa, pero la realidad es que todos estamos haciendo encaje de bolillos para bajar los costes”, explicaba el jueves un directivo de un gran banco.
“No solo tenemos los presupuestos de costes congelados, sino que en algunos casos están bajo cero y bien bajo cero”, bromeaba otro ejecutivo de una entidad más pequeña. Y esto queda reflejado en las negociaciones del convenio colectivo, sobre todo en el de ahorro, el más conflictivo en la actualidad, y el que afecta a entidades que, en su gran mayoría buscan mejorar su rentabilidad para atraer a inversores para iniciar su carrera bursátil. Unicaja, BMN o Ibercaja tienen pendientes su salida a Bolsa, mientras que Bankia tiene como asignatura pendiente su privatización.
La última oferta de la patronal del sector de ahorro, la Acarl, pasa por suspender el plus de convenio en 2016 tanto en la parte fija como variable. Mientras que para 2017 y 2018 pretenden congelar el plus fijo y vincular la parte variable a la rentabilidad o ROE de cada entidad obtenido al final del ejercicio anterior. Así, con un ROE menor del 6%, la propuesta es no abonar este plus. Con un ROE del 6% al 10%, ofertan pagar el 25% del abonado en 2014, con una rentabilidad del 10% al 12% pagar el 50% de dicho complemento y si el ROE es mayor del 12% remunerar el 100% de este plus.
Como ejemplo de operaciones para reducir costes y mejorar rentabilidades está la que quiere emprender nuevamente Unicaja (otras ya lo han hecho a lo largo de este ejercicio). La entidad que preside Braulio Medel ha decidido nuevamente qué hacer con las oficinas que considera no core de su filial Ceiss, y todo apunta a que el comprador será la matriz, la propia Unicaja, explican fuentes sindicales.
Y mientras que los bancos intentan meter tijera a todo lo que pueden, el Banco de España se ha precipitado tanto a sacar una nueva circular sobre provisiones para adaptarse a la normativa europea, que incluso se ha adelantado a ella. Su objetivo era publicarla este mes de diciembre, pero tiene que esperar a enero para su comunicación.
Al final, los cambios que afectan a la circular 4/2004 va a tener una implicación destacada en los procesos concursales, por ejemplo, o a la hora de liquidar una entidad. El borrador de esta circular, como adelantó CincoDías el pasado 18 de diciembre, supondrá un giro radical a la metodología de provisiones española. De momento, se suprimen los calendarios a los que estaba acostumbrada la banca nacional.
Se eliminan las provisiones genéricas y subestandar y pasarán en general a ser todas específicas. La idea es que un experto externo realice un análisis de la empresa o crédito dudoso y plantee un plan de viabilidad. Tras este estudio el banco provisionará la deuda que no sea sostenible, o lo que es lo mismo, se dotará en función de la pérdida esperada y no en función de la pérdida incurrida. Se acaba así con los porcentajes a los que el sector estaba acostumbrado y el calendario en función de las pérdidas incurridas. Es un sistema para toda Europa.
En caso así de una empresa inviable en liquidación tras realizarse una due diligence se deberá provisionar la diferencia entre lo que se puede obtener tras la liquidación y la deuda inviable, terminando así con la clasificación de subestándar, que pasa a denominarse IBNR. De hecho, estas provisiones no se realizarán por créditos determinados, sino que es un modelo global.
Un último apunte. Las fintech (empresas del sector financiero que aprovechan las tecnologías para crear productos innovadores) han generado 40 millones de euros en volumen de negocio en España en 2015, una cifra muy lejana de la que se maneja en Reino Unido, que domina el negocio en Europa. Durante 2015 han nacido 83 compañías de este tipo en España.