Holanda privatiza el rescatado ABN Amro
Siete años después de acometer su nacionalización, con la inyección de 21.660 millones de euros en ayudas públicas, Holanda se prepara para privatizar el banco ABN Amro para comenzar a recuperar parte del dinero invertido en el rescate.
El plan pasa por la inminente salida a Bolsa del banco, que comenzará a cotizar en Euronext Ámsterdam el próximo 20 de noviembre, y por la colocación entre inversores privados de hasta un 23% de su capital, según acaba de quedar finalmente plasmado en negro sobre blanco en el folleto de emisión.
De esta forma, Holanda prevé captar entre 3.008 y 4.324 millones de euros con operación. Para ello, la Agencia Nacional de Inversiones Financieras del país (NFIA) venderá a terceros 188 millones de acciones de ABN Amro, cifra que podría ascender hasta un máximo de 216,2 millones de títulos en caso de ejercerse completamente el llamado green shoe, las opciones de compra que se ceden a las entidades colocadoras para reaccionar ante el volumen de demanda de la colocación.
Los títulos, certificados de depósitos en realidad que funcionan de forma similar a las acciones, se emitirán a un precio de entre 16 y 20 euros. Esta horquilla supone conceder una valoración de mercado a ABN Amro de entre 15.000 y 18.800 millones de euros, lo que acerca ya el monto al coste total del rescate ejecutado en 2008, de 21.660 millones de euros.
La decisión “supone un importante paso hacia nuestro nuevo futuro”, declaraba hace unas semanas Gerrit Zalm, presidente del consejo de ABN Amro, quien destacó los progresos realizados. “Estamos orgullosos de estar listos para el siguiente paso”, celebró.
La decisión de comenzar a privatizar ABN Amro ya fue aprobada por el Gobierno holandés el pasado mes de mayo cuando se dio luz verde a sacar al mercado hasta el 30%_de las acciones de la entidad antes de final del presente ejercicio. El Ministerio de Finanzas ya había aplazado una operación similar, prevista para el primer trimestre de 2015, debido a la polémica que suscitó la subida de sueldos de los ejecutivos del banco rescatado.
Esta se desató la pasada primavera, cuando se conoció que los máximos directivos del banco nacionalizado, que ha prescindido de más de 5.000 empleados en el ajuste que prosiguió al rescate, recibieron bonus de 100.000 euros por su gestión el pasado año. El plan de salida a Bolsa fue retomado después de que los beneficiarios aceptaran devolver estos complementos.
1.652 millones de beneficio
ABN Amro publicó este lunes los resultados obtenidos en los tres primeros trimestres del año. En este periodo, la entidad ha logrado un beneficio neto de 1.652 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 125% respecto al resultado obtenido al cierre de septiembre del ejercicio anterior.
El beneficio operativo de la entidad aumentó un 8% en los nueve primeros meses del año, hasta los 6.403 millones de euros, mientras que los gastos operativos aumentaron un 7%, hasta los 3.700 millones de euros.
Los responsables de la firma ya avanzaron entonces que el plan de salida a Bolsa ha recibido ya la aprobación del Parlamento holandés, así como las “declaraciones de no objeción” por parte del Banco de Países Bajos y el Banco Central Europeo (BCE).
"La salida a Bolsa es un paso lógico, después de los progresos realizados", apuntó el consejero delegado, Gerrit Zalm. ABN fue nacionalizada a finales de 2008 a raíz de la crisis financiera desatada tras la quiebra de Lehman Brothers. ABN había recibido una opa hostil en 2007 por parte de varias entidades, una de las cuales, la belga Fortis, también fue nacionalizada en aquella primera etapa del crac.Banco Santander fue otra de las entidades compradoras.
Zalm ha orientado el negocio de ABN hacia el mercado holandés, donde la firma obtiene ahora el 80% de sus beneficios. La firma obtuvo un beneficio neto de 1.652 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un crecimiento del 125% respecto al mismo periodo del año anterior
Uno de los espejos en los que se mira Bankia
El caso del banco holandés nacionalizado ABN Amro es uno de los referentes que, junto a los de los británicos, Lloyd´s y Royal Bank of Scotland (RBS), toman los responsables de Bankia a la hora de encarar su privatización. El propio consejero delegado de la entidad española, José Sevilla, citaba estos tres casos a comienzos de mes al ser preguntado sobre la recuperación de los 22.500 millones de euros en ayudas públicas que ha recibido la entidad rescatada. Al igual que en esos casos, dijo, en Bankia “una venta a bloques es muy complicada”, defendió Sevilla en la presentación de resultados del tercer trimestre del año, argumentando “que lo normal sería una desinversión gradual, como la que se hizo” a comienzos de 2014. Entonces, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inició la privatización de Bankia con la venta de un 7,5% del capital entre grandes inversores privados. A día de hoy, el Estado sigue conservando el 63,3% del capital de la entidad financiera. De momento, no obstante, el FROB se ha resistido a vender nuevos paquetes, asegurando que la volatilidad de los mercados desaconseja más operaciones de este tipo. Lo cierto es que el precio de la entidad ha venido descendiendo desde la última venta y se sitúa actualmente en el entorno de los 1,15 euros por acción, frente a los cerca de 1,60 a los que llegó a cotizar en marzo de 2014.
Los actuales responsables de la entidad, con el presidente José Ignacio Goirigolzarri a la cabeza, siguen sosteniendo que su objetivo es devolver “el máximo posible” de las ayudas públicas inyectadas a la firma. De momento, en paralelo, la entidad ha abonado al Estado 128 millones de euros en el primer reparto de dividendos de Bankia. La entidad esperará a final de año para revisar el beneficio que destinará a dividendo, fijado este año en el 27%. La previsión es que la cifra sea superior y el pago, en todo caso, en efectivo.