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Reserva Federal: probable primera subida de tipos en diciembre

La reciente decisión en la Reserva Federal de EEUU de esperar para subir sus tipos de interés ha estado muy reñida. A nosotros nos hubiese gustado una subida de tipos de interés, con la política monetaria más acorde con el ciclo económico, lo que hubiera enviado al mercado un mensaje de vuelta a la normalidad. De todas formas, con visión a medio plazo, la Reserva Federal, al haber evitado subir tipos de interés, indica que vigila lo que ocurre con la economía mundial -no sólo en China- y puede dar tranquilidad al mercado.

Además estamos convencidos de que el crecimiento en EEUU será bastante robusto, impulsado por el consumo. De hecho la caída de los precios del petróleo y materias primas aumentan los ingresos reales de su economía. Con el desempleo en nivel estructural y la mayoría de indicadores laborales positivos, puede crecer 2,7% en 2015. Así que, si la situación económica mundial se mantiene, el escenario más probable es que haya una primera subida de tipos de interés en diciembre, de 25 puntos básicos. En cualquier caso la trayectoria de su política monetaria seguirá dependiente de los datos económicos. La Reserva Federal va a actuar con mucha prudencia y probablemente endurezca las condiciones progresivamente, incluso con una larga pausa si la reacción de los mercados es demasiado adversa. Al respecto hemos revisado nuestro pronóstico de tipos de interés para 2016 y pasado de tres a dos o incluso una subida adicional, de 25 puntos básicos a lo largo del año que viene.

Además hemos aumentado la previsión de crecimiento del PIB real en la Euro Zona de 1,3 a 1,5% para todo 2015. En particular se ha reanudado la expansión del crédito al sector no financiero privado y caído el interés medio pagado en nuevos préstamos, incluso en los países más estresados. Más aún, el crecimiento de la masa monetaria M1, precursor de la actividad económica, crece y las encuestas industriales han permanecido relativamente resistentes a la desaceleración de la demanda extranjera. Además puede haber mayor flexibilización del BCE, en tamaño, duración y composición de las compras de activos mensuales o condicionando la duración del programa de expansión cuantitativa a las perspectivas de inflación.

La transición en China va a durar años

Por su parte, respecto a la economía China, que llego a generar crecimientos de doble dígito, las autoridades prevén un aumento del PIB de 7% este año, si bien tenemos la sensación de que realmente está ya creciendo ligeramente por debajo. Hay que tener en cuenta que está en proceso de transición desde una economía basada en la exportación a otra en la que el componente principal del crecimiento es el consumo doméstico. Este tan sólo supone actualmente 40% de su PIB, frente a 70% en EEUU. El caso es que un crecimiento real por debajo del 5% es un problema para China. Así que su gobierno, que hace unos años prohibió la especulación con activos inmobiliarios, impidiendo la compra de más de una vivienda por habitante, ha rebajado las reservas mínimas a las entidades financieras. Pero tiene que tomar medidas adicionales, posiblemente clarificando la calidad de la masa crediticia de su sector bancario e incluso recapitalizándolo. Hay que tener en cuenta que los bancos chinos están menos capitalizados que los norteamericanos o europeos. Ahora bien en China la deuda del gobierno suma 40% de su PIB, en comparación con alrededor de 100% en economías desarrolladas, por lo que puede continuar añadiendo combustible de crédito al ciclo y mantener el crecimiento económico real cercano al 6,5% este año y en 2016. De hecho las autoridades chinas mantienen una considerable capacidad para estabilizar su economía. Pueden facilitar liquidez adicional mediante política monetaria e implantar estímulos fiscales. De todas formas su proceso de transición va a durar años.

Es momento para construir carteras de renta variable

En este estado de cosas es momento para construir carteras de renta variable. De hecho tenemos claro que el activo que más nos gusta es renta variable, principalmente la europea, sobre todo de la Euro Zona, donde las compañías están más atractivas y podemos ver flujos de entrada. Efectivamente, los inversores probablemente seguirán favoreciendo acciones de los mercados desarrollados. Actualmente las cotizaciones respecto a previsión de beneficios de 2016 están en múltiplos de 13 o 14 en el índice EuroStoxx 600 y son razonables. Además nos gusta la renta de variable más que la liquidez. Ahora lo importante es ver cómo evoluciona la economía de EEUU, Europa y China y si se cumplen las expectativas de resultados de las compañías del tercer trimestre.

En cualquier caso, en un clima de riesgo, la diversificación en diferentes clases de activos es clave, lo que incluye deuda soberana, en especial del Tesoro de EEUU, que probablemente siga siendo atractiva. A medio plazo esperamos que el dólar se aprecie frente al euro, dados los mejores fundamentales económicos de EEUU.

Luis Sánchez de Lamadrid es director general de Pictet WM en España.

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