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El mayor fabricante mundial, en entredicho

Cuatro claves para entender la crisis desatada en Volkswagen

El Gobierno alemán iniciará una investigación y el Ejecutivo británico pide a la CE que toma cartas en el asunto “Las irregularidades contradicen todo lo que apoya Volkswagen”, asegura hoy Martin Winterkorn en un video “Tampoco yo tengo aún todas las respuestas a todas las preguntas”, advierte el ejecutivo

¿Qué infracción ha cometido Volkswagen?

A finales de la pasada semana trascendió que Volkswagen había instalado un software en ciertos vehículos que se activaba únicamente cuando el coche iba a someterse a un test de gases. Entonces, disminuía la emisión de monóxido de nitrógeno rebajando la potencia en un 40% con respecto a cuando circulan estos coches. Unos 11 millones de automóviles, 482.000 en EE UU, tienen instalado este programa en los motores Type EA 189, ilegal tanto en EE UU como en Europa. No se conocen muchos detalles, pero sí que este software se activaría cuando comienza un test.

Cabe recordar que un motor diésel es, en realidad, más eficiente que uno de gasolina. Estos, sin embargo, no emiten tanta cantidad del letal monóxido de nitrógeno. Volkswagen ha asegurado que sus nuevos motores EU 6 en Europa cumplen los requisitos legales y medioambientales establecidos.

¿Cómo puede afectar esta crisis a la compañía?

La crisis que se abre ante Volkswagen es verdaderamente imprevisible. Tanto es así, que la multinacional ha provisionado ya 6.500 millones de euros para hacer frente a pagos e indemnizaciones. No sólo eso, la empresa ya ha anunciado que revisará a la baja sus objetivos de beneficio para 2015. Conviene recordar que la EPA (la agencia medioambiental de EE UU) tiene la autoridad para multar con hasta 37.500 dólares por vehículo defectuoso, aunque los pagos se suelen reducir a partir del vehículo 10.

Toda la legendaria industria alemana de la automoción, además, está en entredicho, aunque Daimler y BMW no han tardado en desvincularse de estos problemas. Alemania, por si acaso, ha abierto una investigación. Las autoridades surcoreanas han anunciado el lanzamiento de una investigación propia, mientras que el Gobierno francés ha pedido la apertura de pesquisas en Europa.

¿Y a la cúpula directiva?

La orden de instalación de estos programas, aseguran los expertos, no puede haber partido de mandos intermedios. "Nadie instala un software de engaño por error", aseguraron ayer diversos analistas. Por ello, el presidente de la compañía, Martin Winterkorn, está bajo el escrutinio público tras su enfrentamiento con el expresidente Ferdinand Piëch. Este es sin duda el mayor escándalo que afecta a la compañía desde que en 2005 se conoció que había pagado a prostitutas con dinero de la empresa.

¿Había sucedido algo parecido antes?

En 1998, la propia EPA multó a varios fabricantes de motores diésel para camiones pesados. En aquel caso, las emisiones eran el triple de lo permitido. A principios de los 90, tanto Ford como Honda fueron penalizados por cuestiones parecidas. Hyundai y su filial KIA han pagado multas por decir que sus coches consumían menos de lo que lo hacían en realidad.

¿Cómo han reaccionado las autoridades europeas?

De momento no hay una respuesta firme desde Europa y parece que la investigación abierta en Estados Unidos ha pillado fuera de juego a las instituciones europeas. Una portavoz de la Comisión Europea señalaba ayer que "hay que aclarar los hechos y llegar al fondo del asunto” y añadió que Bruselas está “en estrecho contacto” con la compañía y las autoridades estadonidenses  “para establecer los hechos de la retirada del mercado de ciertos vehículos”.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha exigido “transparencia total” en la investigación. El ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, ha recordado que en Alemania se realizan "controles independientes constantemente". Aún así, ha señalado que ha dado instrucciones a la Oficina Federal de Vehículos a Motor para que realice "inmediatamente estrictas inspecciones de carácter específico y con peritos independientes de los modelos diesel de Volkswagen”. El objetivo que persigue el Gobierno alemán es hablar con los ejecutivos de la compañía con sede en Wolfsburg para pedirse el acceso a los documentos del fabricante de automóviles. "Nuestro comité examinará si los vehículos en cuestión fueron construidos y probados de acuerdo a las normas alemanas y europeas, y si que fue hecho de acuerdo a los registros de vehículos", dijo el ministro en un comunicado.

Por su parte, el Gobierno británico ha pedido a la Comisión Europea que tome cartas en el asunto.

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