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Caídas en los mercados antes del Eurogrupo

Grecia se la juega, ¿cotiza el ‘Grexit’ en las Bolsas?

Vista del Palacio de la Bolsa de Atenas
Vista del Palacio de la Bolsa de AtenasReuters

El temor a la posible salida de Grecia del euro se ha desbocado en el mercado. Los inversores contienen el aliento ante las jornadas clave de esta semana. El nuevo Gobierno griego se la juega entre la reunión de anoche del Eurogrupo y hoy en el Consejo Europeo mientras el tiempo se agota, ya que la prórroga del rescate al país heleno vence a finales de mes. El optimismo sobre un acuerdo entre Grecia y sus acreedores con el que el mercado recibió la llegada al poder de Syriza parece haberse evaporado tras la decisión del Ejecutivo griego de aumentar su gasto público con medidas sociales anunciadas por Alexis Tsipras.

El influyente expresidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, declaró el domingo en una entrevista con la BBC que solo es cuestión de tiempo que Grecia abandone el euro. “No veo que les ayude estar en el euro, y ciertamente no veo que ayude al resto de la eurozona”, afirmó. Y Greenspan no es el único que contempla más probable el Grexit hoy que hace tres semanas. Por ejemplo, el primer ministro británico, David Cameron, ha decidido reunirse con el Banco de Inglaterra para analizar los riesgos de este eventual escenario, al igual que hizo en los peores momentos de 2012. EL escenario central no es la salida de Grecia del euro, pero aumenta el miedo a una falta de acuerdo.

Agitación en las Bolsas. El mercado cotiza estos miedos. El ASE heleno, principal indicador de la Bolsa de Grecia, cayó otro 4,75% el lunes en una nueva sesión de pérdidas del entorno del 10% para sus bancos. El martes rebotó cerca de un 8% ayer y hoy cede alrededor de un 4%. Ayer las aguas bajaron más calmadas. En el mercado secundario de deuda se han vivido igualmente jornadas de tensión, y las rentabilidades a corto plazo indican que el mercado sí baraja el riesgo de ruptura de la divisa: la deuda soberana griega con vencimiento a tres años paga más del 20%, y el bono a 10 años más del 10%. Que el tipo de interés sea más elevado en plazos cortos indica que el mercado ve un riesgo inmediato en la deuda helena.

Como explican desde Link Securities, “en el corto plazo, va a necesitar financiación exterior y, para ello, depende exclusivamente de sus socios en la zona euro y sus acreedores”. De ahí la cautela del mercado.Empieza a notarse un cierto contagio a la periferia: el interés del bono español a diez años sube hasta el 1,6% y la prima de riesgo asciende a los 124 puntos básicos.

Pulso de Tsipras. El discurso de investidura de Alexis Tsipras en el Parlamento griego el domingo, en el que el primer ministro anunció la aplicación de medidas incluidas en su programa electoral como un plan para alimentar a los griegos en situación de pobreza o la readmisión de funcionarios despedidos, se interpretó como un pulso a la Unión Europea dado que la deuda del país representa el 174% del PIB.

“La posibilidad de que Grecia abandone la zona euro ha aumentado con este discurso desde el 35% hasta el 50%”, cree Gary Jenkins, analista de LBG Capital citado por la agencia Reuters. El Grexit sigue sin ser el escenario central del mercado, pero tras las primeros pasos del nuevo Gobierno heleno, esta no se antoja una opción tan remota como hace unas semanas. De hecho, los analistas de Barclays consideran que hoy es más probable que Grecia salga del euro que en cualquier momento de 2012, cuando el país recibió su segundo rescate.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, ha sentenciado en una entrevista concedida a la revista alemana Stern que Angela Merkel es de largo la política europea más astuta y que su ministro Wolfgang Schaeuble "es probablemente el único político europeo con sustancia intelectual".Varufakis, eso sí, ha lanzado un aviso a navegantes: " Cuando una deuda no se puede devolver, se debe realizar un recorte de la deuda".

Está por ver si en la reunión de hoy en el Eurogrupo pesan más estos mensajes o la actitud conciliadora que representan otros gestos como la decisión de seguir adelante con la privatización del puerto del Pireo o su plan alternativo para lograr una "tregua" de seis meses que pasaría por cumplir un 70% de las medidas de ajuste incluida en los memorándums y cubrir el resto con un nuevo plan.

Reuniones clave. Hoy se reúne el Eurogrupo, los ministros de Finanzas de los países de la zona euro, y mañana será el turno del Consejo Europeo. Del resultado de esos encuentros depende en buena medida el futuro financiero de Grecia. Desde Citi indican que siguen confiando en que se alcance un acuerdo, pero añaden que hay más riesgos para las negociaciones, cuyo fracaso podría traducirse en “controles de capital, el colapso del Gobierno griego, un referéndum sobre el rescate o la pertenencia a la UE, o la marcha del país de la zona euro”.

Por su parte, Tomás García–Purriños, de Morabanc AM, cree que “lo más probable es que se termine alcanzando un acuerdo, aunque el riesgo de que no lo haya y finalmente se produzca una salida desordenada de Grecia existe”. En su opinión, “el mercado está valorando esta posibilidad más que otras veces dada la retórica empleada por los gobernantes helenos”.

Los expertos de Goldman Sachs, que retiraron la semana pasada su recomendación de invertir en Bolsa española e italiana por la influencia de la crisis griega, creen que una hipotética salida de Grecia de la zona euro sería muy dañina para la región. “Un Grexit forzado por una postura agresiva de las autoridades europeas podría llevar a los mercados a interpretar que la zona euro es algo condicional y no irreversible, lo que haría subir las primas de riesgo de los países periféricos”, opinan.

Condenados a entenderse. La mayoría de los bancos de inversión cree que Grecia seguirá en la zona euro, porque ambas partes están condenadas a entenderse. A Grecia no le interesa perder su principal vía de financiación (porque no parecen muy posibles sus planes B como China o Rusia, mencionados por las autoridades griegas) y a la zona euro tampoco reabrir el debate sobre la unión monetaria y sentar el peligroso precedente de la salida de un país de la zona euro. Por esa razón, los expertos de RBS afirman hoy en su informe que se equivocan quienes predicen el Grexit por diez razones que van desde el reducido tamaño del PIB de Grecia (solo ligeramente superior a ciudades como Madrid) hasta el hecho de que el coste de la marcha del país heleno sería mayor para sus socios europeos que su permanencia o la abrumadora mayoría de ciudadanos griegos que desean permanecer dentro de la zona euro.

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