Optimismo creciente
El crecimiento de Estados Unidos está preparado para 2015. Una tasa de expansión del 2,6% en el cuarto trimestre, según la primera estimación oficial publicada el viernes, y un crecimiento del PIB del 2,4% para 2014 en su conjunto apenas representan un boom. Pero sigue siendo algo más fuerte que la situación de la mayoría de las economías desarrolladas. Con los salarios al alza, la confianza fuerte y la inflación, los tipos de interés y los precios de la gasolina a la baja, el alza sigue siendo prometedora.
Si el gasto del consumidor y la inversión empresarial fueran lo más importante, la tasa de crecimiento del último trimestre habría sido un más impresionante 4%. La debilidad de las exportaciones netas y unos menores gastos por parte del gobierno la redujeron.
Los compradores de Estados Unidos ofrecen algo de esperanza. Un aumento anualizado del 4,2% en el consumo podría haber sido mejor aún, con los precios relacionados con la energía en particular descenso. Los consumidores pueden estar esperando para asegurarse de que la gasolina más barata está aquí para quedarse antes de aumentar el gasto.
El incremento de los salarios puede aumentar su poder adquisitivo. Los ingresos disponibles reales aumentaron a una tasa anualizada del 3,7% en el cuarto trimestre con respecto al tercero. Para todo el año, el dato subió un 3,1%, después de haber disminuido en 2013. Aunque el informe de empleo de diciembre sugirió lo contrario, hay señales de que los salarios pueden subir a medida que disminuye la tasa de desempleo.
Todo eso sugiere un potencial de crecimiento acumulado, si Estados Unidos puede evitar ser arrastrado por los problemas económicos del extranjero. Algunos de esos problemas podrían haber influido en las pobres exportaciones del trimestre anterior. Pero una Reserva Federal paciente, junto con unos consumidores más felices deberían mantener el zumbido del motor de Estados Unidos –y tal vez incluso acelerarlo–.