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A partir del domingo 25 de enero

La filosofía y la economía, más cerca con ‘El País’

El diario lanza una colección de 30 libros para divulgar el pensamiento de los grandés filósofos

Algunos de los libros de la colección de 'El País'.
Algunos de los libros de la colección de 'El País'.

El diario El País lanza el próximo domingo, 25 de enero, una colección de 30 libros que acercan al lector al pensamiento de los grandes filósofos “de manera clara, a través de una biografía contextualizada, ejemplos cotidianos, definiciones, anécdotas y curiosidades”. La primera de las entregas –por 1,95 euros– tiene como protagonista a Platón, autor de la cita: “No se debe honrar más a un hombre que a la verdad”.

Tras el filósofo griego vendrán Nietzsche, Kant, Aristóteles, San Agustín, Descartes, Marx, Schopenhauer, Maquiavelo y Locke. Les seguirán Rousseau, Pitágoras, Freud, Kierkegaard, Ortega y Gasset, Hume, Pascal, filósofos medievales, Hegel y Spinoza. Completan la colección filósofos helenos, Arendt, Heidegger, Hobbes, Habermas, Foucault y Derrida, Popper y Kuhn, Leibniz, y Husserl y Gadamer. Cada uno de estos números semanales, escritos por expertos en la disciplina y disponibles en quioscos todos los domingos hasta el próximo mes de agosto, tiene un precio de 9,95 euros. La biblioteca Descubrir la filosofía ha sido dirigida por Manuel Cruz, catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona.

El pensamiento filosófico y la cultura empresarial mantienen una estrecha interrelación. La filosofía de la economía, según Alejo G. Sison, de la Universidad de Navarra, plantea que una ética empresarial centrada en el individuo es insuficiente para una mejora social si no va acompañada de una cultura empresarial favorable. “La ética y la economía, así como la política, han de ser acordes para ser realmente eficaces en su cometido”, afirma Sison.

Los expertos explican la economía desde una perspectiva filosófica basándose en cuatro supuestos básicos. En primer lugar, los individuos desean maximizar su riqueza con el menor coste posible. Además, la población tiende a aumentar con mayor velocidad que el incremento de los medios de subsistencia. Tercero, la mano de obra y las máquinas son capaces de producir un producto neto positivo. Por último, la agricultura está sujeta a unos rendimientos decrecientes.

El filósofo y economista Stuart Mill parte del concepto homo oeconomicus. El hombre es un ser ávido, movido por su necesidad natural de poseer cuanta más riqueza mejor, así como capaz de comparar la eficiencia de los medios usados para alcanzarla. Según Mill, los únicos principios antagónicos a este imperativo natural son “su aversión al trabajo y su propensión al placer y al disfrute actuales”.

Robbin insiste en el carácter positivo o descriptivo de la ciencia económica. El experto mantiene que no interesa guiar al hombre hacia una elección moralmente correcta, sino ayudarle a que esa elección sea “racional”. Para ello, la filosofía se encarga de mostrarle las conexiones causales y las compatibilidades entre sus opciones, de modo que sea consciente, en la medida de lo posible, de las implicaciones y las consecuencias de sus decisiones.

Otros académicos –como Knight– sostienen que, para comprender la conducta económica, es insuficiente recurrir a causas naturales y hay que observar los motivos de la conducta humana. “En la ciencia económica, se trataría de encontrar el equilibrio de fuerzas”, señala el docente de la Universidad de Navarra. Desde este domingo y hasta mediados de agosto, cada domingo un nuevo libro de con el diario El País.

El análisis científico-filosófico de Keynes

El economista británico John Maynard Keynes postuló seis principios básicos sobre la economía, analizándola desde un enfoque científico-filosófico. Primero, es posible distinguir “entre una ciencia de economía política y su correspondiente arte normativo”. Además, los sucesos económicos pueden ser aislados hasta cierto punto de otros fenómenos sociales. Tercero, el método a posteriori (o inducción directa de teorías a partir de hechos concretos) es inapropiado para la ciencia económica. Por tanto, el más adecuado es el procedimiento a priori –que parte de datos indispensables acerca de la naturaleza humana–. El quinto pilar para Keynes es que la ciencia de la economía política solo analiza tendencias, y no hechos empíricos. Finalmente, la confrontación de los hechos con esta disciplina sirve, sobre todo, para determinar su alcance.

Los académicos distinguen tres etapas en el desarrollo de la metodología económica, explica Sison. La primera –llamada verificacionista– incluye las obras de autores como el propio Keynes, Mill, Senior, Cairnes, Marshall y Robbins. La segunda es denominada falsacionista, debido a la influencia del filósofo Popper en teóricos de la economía como Hutchinson, Machlup, Friedman y Samuelson. La tercera etapa tomó impulso con las teorías de las revoluciones científicas pospopperianas, como las desarrolladas por autores como Kuhn, Lakatos y Feyerabend.

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