El euro da la vuelta a lo que todos piensan
El euro baja y el dólar sube. Los movimientos de las divisas reflejan la esperada política monetaria, pero parecen ignorar todo lo demás.
El crecimiento del PIB en Estados Unidos ha sido más fuerte que en la mayoría de sus socios comerciales del mundo desarrollado. Los movimientos en las divisas desde mayo –un aumento del 15% del tipo de cambio efectivo del dólar y una caída del 14% del euro frente al billete verde– anticipan las consecuencias de esta recuperación. Gracias a un crecimiento razonable, la Reserva Federal ha puesto fin a su programa de flexibilización cuantitativa. Se espera que el primer incremento en los tipos desde 2006 se produzca en algún momento de 2015.
El contraste internacional es grande. El Banco de Japón sigue con el programa de estímulo más grande en la historia moderna. El Banco Central Europeo parece también estar a punto de imprimir dinero.
El mercado de divisas es susceptible a instintos gregarios y a un enfoque selectivo
Que la perspectiva de un diferencial de un punto porcentual o menos en los tipos de interés justifique los movimientos de divisas apenas es relevante. El mercado de divisas es susceptible a instintos gregarios y a un enfoque selectivo. En los dos últimos trimestres, los tipos han dominado el pensamiento de los operadores.
Puede que eso no dure. Cuando el BCE introduzca la flexibilización cuantitativa, los mercados tendrán que enfrentarse a la dura verdad sobre la política monetaria –que solo tiene un efecto modesto sobre el crecimiento del PIB, el empleo y las posiciones comerciales. Entonces la atención colectiva de los inversores podría cambiar, tal vez hacia el comercio.
La caída del precio del petróleo también podría interpretarse como algo negativo para el dólar. Estados Unidos importa una parte menor de su petróleo que la zona euro o Japón, por lo que gana menos con la bajada.
La exuberancia sobre el dólar y la consternación por el euro no son del todo irracionales. Pero cuando la expectativa de la emisión monetaria de la zona euro se convierta en realidad, puede ser hora de vender la divisa estadounidense.