_
_
_
_
Grupo Calvo embarca observadores en sus todos sus buques

Un ojo experto para la sostenibilidad pesquera

Buque atunero de Grupo Calvo en tareas de lance.
Buque atunero de Grupo Calvo en tareas de lance.Gorka Ocio
Rafael Durán Fernández

La pesca es una importante fuente generadora de riqueza y de empleo. Que lo siga siendo y que se mantenga de forma indefinida sin comprometer la supervivencia de las especies ni del propio ecosistema marino requiere una gestión global del recurso que lo haga sostenible. Con ese interés trabaja desde hace años Grupo Calvo, cuyo negocio está basado tanto en la pesca como en el suministro externo de pescado para conservas y que tiene en el atún su principal materia prima.

“De las 13 especies de atún que existen, son tres las que podemos encontrar en conserva: el listado, el rabil y el patudo, todas ellas altamente migratorias y que se encuentran en aguas tropicales de los tres océanos”, explica Alma Sanromán, gerente de responsabilidad empresarial de Grupo Calvo. La captura anual global de atún se sitúa en 4,2 millones de toneladas. La multinacional española está convencida de que la pesquería de atún tropical puede ser plenamente sostenible.

Dicha sostenibilidad, en el caso de las pesquerías del atún, “enfrenta desafíos específicos, por su carácter de especie migratoria que recorre diversas aguas jurisdiccionales, pescada por distintas artes de pesca y cuya gestión es gobernada desde foros internacionales representados por países que no siempre muestran los mismos intereses”, señala Sanromán.

Pesca por satélite

Grupo Calvo cuenta con una flota pesquera compuesta por siete buques atuneros, dos mercantes y dos de asistencia. Para sus capturas, esta flota utiliza diferentes técnicas de localización de bancos de atún, desde prismáticos a equipos electrónicos de localización por satélite (dispositivos concentradores de peces, DCP). Los DCP surgieron en la década de los ochenta-noventa ante la constatación de que los cardúmenes de atunes tenían una tendencia natural a congregarse en torno a objetos flotantes. Desde su introducción, las capturas mundiales de atún se han incrementado un 60%.

Estos foros son las organizaciones regionales de pesca, que, a través de distintos comités, realizan evaluaciones periódicas de la salud de las especies y stocks, llevan a cabo un control de las prácticas pesqueras y establecen límites de capturas y esfuerzo pesquero, medidas técnicas y obligaciones de control.

Estos organismos se sirven para sus evaluaciones de observadores independientes que se embarcan en los buques pesqueros y son obligatorios en todos los mares menos en el Atlántico. No obstante, Grupo Calvo desarrolla desde 2012 una iniciativa voluntaria en el océano Atlántico que implica la presencia de observadores científicos independientes en todos los barcos que componen su flota.

Transparencia

Son biólogos que reportan directamente al Instituto Oceanográfico Español sobre las buenas prácticas pesqueras del grupo. “La razón es doble: compromiso con la transparencia, por un lado, y la inversión en recolectar datos es fundamental y clave a largo plazo”, afirma la gestora de responsabilidad empresarial del grupo pesquero.

Las funciones principales de los observadores son la verificación de que las acciones de pesca se realizan de acuerdo con las resoluciones adoptadas; la recogida de datos científicos, y la certificación de las buenas prácticas pesqueras. Estos observadores recogen datos de pesca de forma constante, que alimentan las evaluaciones de stock realizadas periódicamente por los científicos. En la actualidad, de los 13 stocks atuneros en los distintos océanos, dos de ellos tienen una biomasa por debajo de los límites saludables y la otra sufre sobrepesca, según datos del Comité de Pesca de la UE.

Como pone de manifiesto Grupo Calvo en su memoria corporativa 2012-2013, la primera que elabora, el logro de estos niveles de sostenibilidad pueden alcanzarse a través de una gestión global del recurso: una gestión basada en ciencia que tenga claros objetivos de conservación a largo plazo y procesos de toma de decisiones eficaces que hagan predominar la consecución de estos objetivos por encima de otros intereses.

La ciencia como aliada

Grupo Calvo participa en diversos proyectos piloto de I+D pesquera con el fin de lograr una gestión más eficiente y minimizar los principales impactos identificados en sus operaciones pesqueras. Entre estos proyectos destacan:

Calvotun. Es un sistema de detección de especies de túnidos patentado y desarrollado por Marexi y Grupo Calvo. Cuenta con elementos de visión artificial y complejos análisis algorítmicos que permiten identificar a bordo diferentes especies de túnidos, determinar su número exacto y estimar su peso. Este sistema aporta información en tiempo real sobre las capturas.

Calvoshark. También patentado y diseñado por Marexi y Grupo Calvo, sirve para llamar la atención de los tiburones y atraerlos hacia zonas distintas a la pesca evitando su pesca accidental. Para ello, se simulan estímulos que atraen a los escualos en su ambiente natural.

Sondas discriminantes. Consiste en la utilización de una boya con una tecnología especial que puede llegar a discriminar el tamaño y la especie a pescar, de forma que la pesca sea más selectiva en tallas y permita una optimización de las rutas pesqueras.

DCP antienmallantes. La introducción de estos objetos flotantes con localización vía satélite no enmallantes se inició en 2012 y se ha completado este año, con lo que se evita uno de los posibles impactos de los DCP, el enmalle de fauna marina asociada, especialmente tiburones y tortugas.

Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

_
_