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Los depósitos o renta fija ofrecen rentabilidades muy bajas

Dónde invertir para tener un buen complemento a la pensión

Planes perfilados y con más riesgo, claves para superarlas bajas rentabilidades

Un grupo de jubilados juega a las cartas en un cnetro de la tercera edad en Madrid
Un grupo de jubilados juega a las cartas en un cnetro de la tercera edad en Madridreuters

Se acabaron los tiempos en los que productos tan conocidos como un depósito o una cuenta corriente nos servían para hacer una hucha. Al menos para los ahorradores más conservadores. Actualmente, las rentabilidades de los depósitos son de risa tras las bajadas de tipos de los últimos tiempos. Por no hablar de las cuentas corrientes remuneradas, cuyo rendimiento, si no es cero, sí se le parece mucho. Tampoco son buenos tiempos para la renta fija, con las letras y bonos del Estado ofreciendo muy poco interés –no como en años pasados–. Con este panorama, solo quedaría la Bolsa, y esta no hace más que sufrir vaivenes.

“Los ahorradores e inversores deberán ampliar el abanico de instrumentos en los que invertir más allá de los tradicionales y más conservadores si quieren rentabilizar sus ahorros”. Así de claro lo tiene Cristina del Ama, subdirectora general de Allianz Seguros y responsable del área de vida y salud, convencida de que esta nueva situación con tipos de interés bajos no es transitoria, sino que permanecerá estable en el medio-largo plazo, “por lo que las perspectivas en cuanto a productos garantizados con rentabilidades atractivas para los ciudadanos y productos tradicionales no son igual que hace unos años”.

Para la directiva de Allianz Seguros, “comenzar a abrir el perfil de riesgo para obtener rentabilidades superiores, apostar por una buena planificación y asesoramiento financiero, diversificar en varios productos de ahorro e inversión, en función del plazo, riesgo y expectativa de rendimiento, será la clave”.

José Antonio Iglesias, subdirector general de clientes y oferta de VidaCaixa, va más allá: “En un escenario de muy bajas inflaciones y crecimientos moderados, será difícil repetir el resultado obtenido en estos últimos cinco años”. No obstante, no pierda la esperanza, ya que siempre hay opciones; eso sí, vaya haciéndose a la idea de que tendrá que asumir algo más de riesgo del que suele acostumbrar a sus inversiones.

Los garantizados dejan paso a los mixtos

Los planes mixtos serán las estrellas de esta campaña de final de año. Así lo creen las gestoras consultadas en la V Encuesta sobre Planes de Pensiones, realizada por el Observatorio Inverco. El interés por los garantizados cae claramente con respecto a 2013, cuando el 41% de las entidades señalaba que se trataba del producto más demandado, cifra que se reduce hasta el 7%. Esto se refleja en los últimos movimientos de patrimonio: los mixtos están canalizando las mayores entradas. Los garantizados, por el contrario, son los que registran mayores salidas, con 986 millones de euros, según datos de VDOS Stochastics.

De hecho, Iglesias cree que la gestión debería fijarse en otros activos financieros no tradicionales, como fondos de retorno absoluto, materias primas, infraestructuras o capital riesgo. “Se trata de activos que ofrecen mayor expectativa de rentabilidades, debido a la prima de iliquidez exigida por el mercado, siendo adecuados para inversores cuyo horizonte temporal es a medio o largo plazo”, es decir, que podrían ser adecuados para quienes aún les queden años para jubilarse.

Y es que los años que le queden para el retiro es un dato absolutamente esencial para planificar adecuadamente sus inversiones. Tal y como explica María Taboada, directora de producto de BBVA Asset Management, los planes de pensiones “son vehículos de ahorro a muy largo plazo, con lo que si el horizonte temporal es elevado, el impacto de la volatilidad puntual de los mercados será menor”.

“Es cierto que la rentabilidad actual de productos conservadores es baja en general y, por tanto, aquellos vinculados a renta fija pueden parecer poco atractivos, pero en el caso del ahorro para la jubilación es a largo plazo”, apunta Elvira López de Lara, subdirectora de desarrollo de negocio de personas de Mapfre España. En cualquier caso, De Lara anima a “valorar la posibilidad de traslados sin penalización que permiten aprovechar las diferentes oportunidades del mercado en cada momento”.

Para Silvia Ávila, subdirectora general de Banco Sabadell, “que los tipos estén en niveles reducidos resta atractivo a los planes exclusivos monetarios y de renta fija frente a otras modalidades. Por ello, en términos generales, para aquellas personas con perfil más conservador, nuestra preferencia se dirige al PPA (plan de previsión asegurada) por la garantía de rentabilidad que otorga además de preservar el capital. Para el resto de personas, productos mixtos”.

“Será difícil repetir el resultado de los últimos cinco años”, afirman en VidaCaixa

Tampoco tiene dudas Carolina Mateo, responsable planes de pensiones individuales de Ibercaja: “Para obtener rentabilidades atractivas es necesario dirigir las nuevas aportaciones a productos con mayor exposición al riesgo. No tenemos que hacerlo en la totalidad de nuestra cartera, pero sí dedicar un porcentaje de nuestra inversión a activos de renta variable”, destaca.

Para el actual escenario, María Estela Vázquez Márquez, responsable del negocio de protección e inversiones en Santander España, apuesta claramente por los planes perfilados –productos que tienen una política de inversión determinada por un perfil de riesgo predefinido–, “porque son gestionados por un equipo de profesionales y mantienen posiciones tanto en renta fija como en Bolsa”. También Pablo Hernández, director comercial de gestión de activos de Bankia, cree que sus planes perfilados son los vehículos más adecuados, “dado que aportan una gran diversificación, tanto desde el punto de vista geográfico como desde el punto de vista de clase de activo, puesto que disponen de un porcentaje en renta fija que le da estabilidad y un porcentaje en acciones en función del perfil que, sumado a la activa gestión de su cartera, puede aportar un extra de rentabilidad”.

“Cuando se habla de proyectos de ahorro con horizontes temporales amplios, no importa tanto la coyuntura del momento, sino haber sido capaces de acomodar el plan de pensiones a las expectativas y a la realidad de cada cliente”, indica Inés Monguilot, directora de marketing de Kutxabank, que se decanta por los perfilados. Por su parte, Ricardo González Arranz, director comercial de Mutuactivos, cree que una buena alternativa está en los planes de renta fija mixta, con más diversificación y potencial que los tradicionales de renta fija pura. “Los productos mixtos son una interesante opción para todos los perfiles, siempre que cuenten con un método de control de riesgo que permita acotar la pérdida máxima”, en referencia a una de las características de la política de gestión de su entidad.

Cada perfil, una estrategia

Para tratar de ahorrar de cara a la jubilación saliéndose de los productos más tradicionales, hay muchas posibilidades. Tantas como perfiles de inversión existen. José Antonio Iglesias considera que “una alternativa que ofrece todavía atractivo es la que busca rentas periódicas, como acciones centradas en empresas que pagan alto dividendo, especialmente si lo ponemos en relación a lo que ofrecen actualmente las inversiones de renta fija a más corto plazo, que en la mayoría de los casos no alcanzan el 1%”.

Es de parecida opinión Antonio Salido, director de marketing de Fidelity, quien piensa que para un ahorrador de perfil moderado puede ser recomendable un fondo de inversión con filosofía global, para evitar riesgos por zonas, y con política de reparto de dividendo. Recomienda los que apuestan por “empresas sólidas que, pese a poder pasar momentos malos en Bolsa, siempre pueden contar con el dividendo”.

Nuestro perfil de riesgo va cambiando con los años. Hay que revisarlo

En este sentido, desde la gestora internacional M&G proponen su fondo Income Allocation, que persigue un objetivo de rentas del 4% y un crecimiento de la base del capital de entre un 2% y un 4% a largo plazo, es decir, darle más importancia al crecimiento de las rentas, aunque sea moderado, que pueden conseguirse que al crecimiento del capital. “Este producto es un buen ejemplo de complemento del ahorro, en un entorno donde el inversor busca un activo que aporte rentas y más seguridad en el largo plazo”, aseguran.

En cualquier caso, “no existen fórmulas magistrales en materia de inversión que se adapten a todas las personas”, advierte José Caturla, director corporativo de inversiones de Aviva España, por lo que “cada persona debe elegir siempre la opción de ahorro/inversión que mejor se adapte a sus necesidades y a su perfil y, para esto es fundamental contar con asesoramiento profesional para entender perfectamente las características, estrategia de inversión y, sobre todo, las expectativas y riesgos que asumiremos con nuestra decisión”. Además, recuerda que nuestro perfil de riesgo va cambiando con el tiempo, así que es necesario revisar de manera periódica, al menos anualmente, nuestra situación para identificar las acciones que haya que llevar a cabo.

Para ello, lo mejor es contar con asesoramiento profesional. “Es importante acudir a un asesor independiente que ayude al ahorrador en el camino, ya que las variables económicas, normativas y fiscales van cambiando, así como los recursos y necesidades de las personas, por lo que hay que buscar la mejor opción en el momento de la prestación”, indica Carlos Herrera, de EFPA España.

En cuanto a los años de aportaciones, EFPA España cree que cuando nos referimos a ahorro a largo plazo no es necesario buscar las rentabilidades a corto. “Lo aconsejable, cuando hablamos de planificación para la jubilación, es buscar esquemas en los que el ahorrador se sienta cómodo”. Así, Herrera propone que una persona joven contrate planes de pensiones que inviertan en acciones. Entre los 45 y 55 años, en planes de pensiones mixtos de renta variable y en PIAS (plan de individual de ahorro sistemático) con componente de Bolsa, y a partir de los 55 años, ponga su dinero en productos mixtos de renta fija o de bonos, en función de la aversión al riesgo, en PPA y en PIAS totalmente asegurados.

Maite Lázaro, directora técnica de ahorro-previsión de Optima Financial Planners, recuerda que la hucha también “se puede llenar con la generación de un buen patrimonio y su administración o a través de rentas generadas por alquileres de inmuebles con los que se obtengan rentas futuras”. En cualquier caso, y sea cual sea el instrumento seleccionado, este complemento se tiene que hacer durante toda la vida. “El ahorro tiene que ser una obligación en nuestro día a día”.

En definitiva, como recuerda Javier Flores, responsable del servicio de estudios de Asinver, lo importante es diversificar: “Si lo pensamos bien, nuestros padres tenían una estrategia acertada y combinaban ahorro en propiedad de una vivienda con algún depósito más o menos liquido y algún producto de capitalización periódica tipo plan de pensiones. Cualquiera que piense en su jubilación debería tener un planteamiento diversificado”, concluye.

Año nuevo, reformas nuevas (buenas y malas) en pensiones

Todos los años igual. A medida que va acercándose Nochevieja, más se esfuerzan las entidades en animarnos a suscribir planes de pensiones. Este año no es la excepción, pero sí presenta novedades en forma de incertidumbre ¿Cuáles de las medidas anunciadas incluirá finalmente la reforma fiscal? La reducción de las aportaciones máximas, la posibilidad de rescatar el dinero a los diez años o la llegada de un nuevo producto como el Plan Ahorro 5 están en capilla. Son medidas que los expertos miran con sentimientos encontrados.

Según Belén Alarcón, socia de Abante y directora de asesoramiento patrimonial, con estas medidas el Gobierno, en vez de concienciar a la gente para que ahorre mejor, da por hecho que los españoles ahorramos poco y mal, por lo que, por ejemplo, disminuye el límite máximo en las aportaciones anuales, que efectivamente solo alcanza a un grupo muy reducido de inversores. Se refiere a que a partir del 1 de enero está previsto que se pueda aportar al año como mucho 8.000 euros, en vez de los máximos vigentes hasta ahora, que eran de 10.000 euros para los menores de 50 años o 12.500 para quienes superaran esa edad. Topes a los que solo se acercaban las rentas más altas, ya que el ahorrador medio aporta unos 3.000 euros al año.

Alarcón también cree que con el Plan Ahorro 5 lo que se hace es dar el mensaje equivocado de que hay que ser conservador, ya que estos productos, al tener que garantizar el 85% del capital, tendrán muy limitadas sus rentabilidades. En lo que coinciden todos los expertos que es un acierto es en abrir la posibilidad de rescatar el dinero de los planes en 10 años, una característica que tenían hasta hace bien poco los EPSV, el producto vigente en el País Vasco que ha hecho que esta comunidad autónoma tenga tasas de ahorro mucho más elevadas que otras autonomías. No obstante, apunta Antonio Salido, director de marketing de Fidelity, sigue siendo un producto con poca liquidez en comparación con la inversión en fondos o acciones. Un punto negativo que se suma a otro esencial, en su opinión, el que “las comisiones en los planes son generalmente más altas que en los fondos pese a tener normalmente una gestión menos activa”.

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