Seis opciones para el inversor conservador
Los tiempos en los que las entidades financieras pagaban a los clientes depósitos de alta remuneración como fórmula para captar pasivo pasaron a la historia. Ahora, es complicado conseguir esos niveles de rentabilidad que se pagaban entonces y que rondaban el 4%. Y es que la caída de los tipos de interés a niveles cercanos al cero dan más de un quebradero de cabeza a los inversores que huyen del riesgo y en cuyo su vocabulario no entran palabras como volatilidad o pérdidas.
“Se acercan muchos vencimientos de depósitos y fondos garantizados y los ahorradores no saben dónde invertir ahora su dinero porque los depósitos dan el 0,5%”, recuerda Javier Domínguez, socio director de Auriga.
“Inicialmente entramos en un escenario de muy reducidas rentabilidades para productos de inversión de carácter conservador. Desde un clásico depósito a un bono o una letra a corto plazo. Conseguir un 0,5% ya requiere tomar un riesgo que puede venir por diferentes vías: volatilidad importante que viene por la renta variable aunque tengas dividendo más alto y por otro, tienes la opción de irte a plazos más largos en renta fija”, explica Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio (grupo Unicaja).
Para los clientes ultraconservadores, la propuesta de los expertos es mantener la inversión a la espera de que lleguen tiempos mejores. “A los inversores que nos preguntan les decimos la verdad: es difícil conseguir rentabilidad con cero riesgo. Si nos insisten es que quieren rentabilidad, entonces, hablamos y les ofrecemos alternativas”, explica Marta Díaz-Bajo, directora de estrategia de Producto de atlCapital.
Desde la firma de inversión asesoran a los clientes para que dejen su dinero en un monetario y dentro de dos o tres años vuelvan a invertir en bonos. Si el cliente insiste en que quiere rentabilidad, entonces, en este caso, la firma de gestión de patrimonios recomienda al inversor que se distribuya la cartera con más del 65% de la misma en liquidez.
1. RENTA VARIABLE: Altos dividendos con negocios estables
Las acciones con buenos dividendos están especialmente indicadas para los inversores de corte más defensivo, que miran más al largo plazo y que, de esta manera, pueden disponer todos los años de unas aportaciones económicas de forma regular y relativamente a resguardo de la evolución de las acciones en los mercados bursátiles.
Sectores como el energético y el bancario han sido, tradicionalmente, los más generosos a la hora de retribuir al accionista. “Es lo más parecido a la renta fija que hay en Bolsa”, explica Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio, grupo Unicaja. Evidentemente, no es comparable el riesgo que se asume con la compra de un bono con el de ser accionista de una compañía cotizada en Bolsa, advierten en el mercado.
La Bolsa española ha sido históricamente de las más rentables por dividendo de Europa. El Ibex 35 ofrece una rentabilidad por dividendo cercana al 5% frente al 3,76% del Euro Stoxx 50 0 2,88% del Dax alemán. “Y es que el inversor español está acostumbrado a recibir su rentita”, explican fuentes de mercado mientras que “un inversor extranjero quiere saber cuánto va a ir acumulando porque quiere capitalizar su inversión, ya que mira más a largo plazo como un ahorro a futuro”, añaden las mismas fuentes. Precisamente, esto es lo que hace que el 26% de las acciones cotizadas españolas estén en manos de las familias españolas, un porcentaje bastante superior al de otras Bolsas europeas: franceses e ingleses (11% cada uno) mientras que en el caso de los alemanes, supone un 9%, con lo que los españoles casi triplican este dato.
En los nueve primeros meses del año, 85 empresas cotizadas españolas han entregado dividendo entre sus accionistas, entre ellas nueve que lo habían suspendido un año antes han vuelto a pagarlo. “Es de esperar que con la mejora económica, los dividendos aumentarán en una Bolsa como la española que, incluso, en los peores tiempos económicos y bursátiles ha logrado mantener estoicamente una buena rentabilidad por dividendo”, explica David Galán, de Bolsa General.
Los expertos creen que el hecho de que una empresa sea generosa a la hora de retribuir al accionista es un buen síntoma de la confianza que la propia compañía tiene en sus posibilidades de generar beneficios futuros y por tanto resultará más atractiva como inversión a medio o largo plazo.
En todo caso, para un inversor de largo plazo tiene muchas ventajas invertir en empresas que paguen dividendos crecientes de forma regular.
El sector energético, tradicionalmente ha sido uno de los más generosos a la hora de retribuir a sus accionistas y, a juicio de David Galán, de Bolsa General, lo seguirá siendo en los próximos meses “con valores como Enagás que ya ha anunciado que aumentará su dividendo para 2015”.
El experto asegura que a este grupo se unirán Iberdrola, Repsol, Gas Natural o Red Eléctrica, que suelen estar en el top de los 10 valores por rentabilidad por dividendo del Ibex.
Rafael Romero, de Unicorp Patrimonio, recomienda Santander, que ofrece una rentabilidad por dividendo de las más altas del continuo, un 9%. Telefónica, que ofrece un 6% y Repsol, con un 8% y Endesa. Bolsas y Mercados Españoles (BME) completaría una “cartera diversificada sectorialmente y con negocios sólidos”, explica el analista.
2. CUENTAS Y DEPÓSITOS: Una opción segura donde aun se puede rascar
Aunque las rentabilidades son cada vez menos atractivas por los bajos tipos de interés, todavía existen ofertas que permiten obtener intereses incluso por encima del 2% sin renunciar a la seguridad. La cuenta nómina de Bankinter exclusiva para nuevos clientes con ingresos desde 1.000 euros paga hasta un 5% TAE el primer año y un 2% el resto. El saldo máximo a remunerar es de 5.000 euros.
En el caso de los depósitos, son las entidades de origen extranjero las más espléndidas, pero a cambio de cantidades elevadas. Para importes a partir de 100.000 euros, Banco Banco Finantia Sofinloc (BFS) paga un 2,25% TAE a un plazo de 36 meses, un 2,15% a 25 meses, un 2,10% a 18 meses y un 2% a 14 meses. El chino ICBC da un 2,15% a 25 y 36 meses, y el ecuatoriano Banco Pichincha abona algo más de un 2% cuanto mayor es la inversión.
Novo Banco, la entidad que aglutina los activos saneados de Banco Espírito Santo (BES), comercializa un depósito al 2% TAEa 12 meses desde 50.000 euros y hasta un máximo de dos millones de euros. Banco Mediolanum ofrece un 2% TAE a 13 meses para nuevas aportaciones como mínimo de 20.000 euros y hasta 200.000 euros, o siempre y cuando se domicilie la nómina o se contrate con la entidad un producto gestionado.
A corto plazo, Openbank e ING han renovado sus depósitos al 2% TAE a tres meses para los nuevos clientes, al menos hasta el próximo 30 de noviembre. El Depósito Bienvenida de Openbank no requiere una inversión mínima. Eso sí, está condicionado a la apertura de una cuenta de ahorro y una cuenta corriente. En ING Direct, el Depósito Naranja se contrata automáticamente al abrir una Cuenta Naranja.
Los expertos aseguran que la tendencia de las rentabilidades en los depósitos es a la baja y que ahora mismo si se quiere conseguir mucho más de un 2% en este tipo de productos conservadores hay que irse al extranjero. “En el resto de Europa están ofreciendo depósitos mucho más rentables que en nuestro país. De hecho, muchas entidades financieras están captando cada vez más clientes de España”, sostiene Adrián Pernas, analista de DCM Asesores.
Siempre para dinero nuevo, en Francia, el RCI Banque ofrece un 5% TAE a 36 meses a partir de 10 euros, y el CIC Iberbanco renta un 2,75% TAE a tres meses desde 2.000 euros. En Malta, el Nemea Bank remunera un 4% a 25 y 36 meses hasta 5.000 euros, y el EasiSave-FIM Bank paga un 2% en los plazos a 12 y 18 meses también hasta 5.000 euros. El Mediterranean Bank da un 2,75% TAE a seis meses desde 10 euros.
Hay que tener en cuenta que estos bancos -y también algunos de los que operan en España- están adheridos al Fondo de Garantía de Depósito (FGD) en sus respectivos países.
Otra opción por la que apuestan los expertos son los Fondepósitos, fondos de inversión que invierten en depósitos. “Tienen la ventaja de hacerlo como cliente institucional y por mayor importe, con lo que consiguen un extra de rentabilidad y además tienen el beneficio fiscal de los fondos”, dice Maria Victoria Vázquez, socia de Didendum EAFi. Por Miriam Calavia.
3. OPV DE ENDESA: Un dividendo que rozará el 6% anual
La mayor oferta pública de venta (OPV) española desde hace siete años entra en la recta final. Enel se propone colocar entre un 17% y un 22% del capital, y lo hará previsiblemente a un precio de unos 13,5 euros por acción, de acuerdo a las propuestas de compra de los inversores institucionales. Estos ya han cubierto el tramo que se les ha reservado de la colocación (véase información de la página 19), pero a un precio más atractivo que el que marca la actual cotización y también que el máximo minorista de 15,535 euros por título.
La eléctrica ha prometido un dividendo de 0,76 euros por acción el próximo año. Esto implica una rentabilidad por dividendo que roza el 6% y además la compañía que preside Borja Prado se ha comprometido a elevar al menos un 5% ese importe en efectivo en 2016 y en 2017. Endesa, que previsiblemente volverá al Ibex el próximo año, se convierte en una de las cinco empresas de la Bolsa española con mejor dividendo.
Los pequeños inversores pueden realizar sus mandatos de compra, que no son revocables, hasta las dos de la tarde del próximo miércoles 19 de noviembre. A ellos se reserva un mínimo de 23,5 millones de acciones de Endesa, pero todavía no existe demanda para cubrir este tramo, según fuentes conocedoras de la marcha de la operación.
Desde Exane BNPParibas, entidad que no forma parte del sindicato de colocadores, consideran que la estructura financiera de Endesa, que ha reducido su balance aproximadamente un 50%, tras vender a su matriz sus negocios en Latinoamérica, aún puede sufrir cambios.
El banco galo indica que su ratio de endeudamiento –que ha pasado de 0,4 veces a 2,5 veces el beneficio bruto de explotación (ebitda)– continúa por debajo de sus rivales y no descarta otro dividendo extraordinario, aunque lo considera improbable, o alguna operación corporativa. Exane BNPParibas, que asigna un precio objetivo de 16 euros por acción a la eléctrica, señala que un punto de entrada interesante en el valor sería en el entorno de los 13,5 euros.
Los analistas consultados coinciden en que la nueva Endesa tiene menos potencial de crecimiento, pero también menos riesgo. “La focalización en el mercado nacional tiene sus aspectos negativos (un menor crecimiento y una menor diversificación), pero reduce el riesgo asociado al valor [...] y además se produce en un momento en el que la regulación en España ya es más estable y la demanda eléctrica ha parado de bajar”, indica en un informe Víctor Peiró, de Beka Finance, bróker colocador entre pequeños inversores de la OPV.
Los particulares pueden efectuar las solicitudes de compra en la mayor parte del sistema financiero español. En Santander y BBVA, Banca March, Banco Cooperativo Español, Unicaja-Caja España Duero, Banco Mare Nostrum (BMN), Banco Mediolanum, Banco Popular, Bankia, Bankinter, Beka Finance, CaixaBank, Caja Laboral, Cecabank, Ahorro Corporación, Liberbank, ING Direct, GVC Gaesco, Ibercaja, Norbolsa y Renta 4. Por Pablo Martín Simón.
4 RENTA FIJA CORPORATIVA: Deuda privada que vence en 2024
El escenario de tipos bajos, en el cero nominal, deja prácticamente fuera de juego la rentabilidad de la renta fija, especialmente la pública, y limita mucho la de los bonos corporativos, lo que obliga a los inversores a acostumbrarse a retornos muy limitados, muy pegados al 1% o al 2%. Sin embargo, desde Auriga hacen una selección de cuatro bonos corporativos que ofrecen algo más que ese 2% pero invirtiendo con un horizonte temporal de alrededor de nueve o diez años.
El primero de estos productos, es un bono del banco italiano Intesa San Paolo que vence en 2023 y que ofrece una rentabilidad del 3,56%. Otro de los bonos recomendados por Auriga es uno de Unicredit que vence en 2022 y paga un 3,85%. Javier Domínguez, socio de Auriga, explica que, “se trata de dos bancos muy importantes dentro de la zona euro, que han pasado todos los test de estrés y que pagan una rentabilidad interesante”. Además, la firma de inversión pone la lupa sobre dos bonos denominados en dólares de dos grandes compañías estadounidenses:uno de Apple, que vence en 2024 y tiene una rentabilidad del 2,95% y otro de Ford, con vencimiento en 2023 y que ofrece un interés del 3,69%.
Desde la EAFIDidendum explican que otra opción para obtener rentabilidades garantizadas sería a través de compras en el MARF, el mercado alternativo bursátil para renta fija. “Es un mercado que a pesar de haber recibido su primera emisión hace menos de un año, cuenta ya con seis emisiones de bonos y cinco programas para la emisión de pagarés de pymes españolas. Está recibiendo una gran aceptación por parte de los inversores españoles, pero también de internacionales, que ya conocían este tipo de mercados de emisión de deuda para pymes”, explican desde la firma.
A pesar de esta opinión positiva sobre este mercado, los expertos de Didendum advierten a los pequeños inversores que este mercado “tiene algunas peculiaridades y es que está dirigido a clientes institucionales y el importe nominal mínimo de cada bono o pagaré es de 100.000 euros. Por el contrario, ofrecen la ventaja de tener un cupón anual o un tipo de descuento prefijado para el caso de los pagarés, y por ello se puede obtener rentabilidad por encima del 3% anual”.
Desde Auriga advierten que “el problema que tiene el MARF es la escasa liquidez que ofrece este mercado para un inversor particular”.
5. FONDOS: Apuesta por la renta fija mixta
Los fondos de inversión han sido un excelente refugio para ahorradores muy conservadores durante los dos últimos años. Las altas rentabilidades de las emisiones de deuda pública permitieron a las gestoras construir vehículos garantizados que pagaban unos tipos de interés muy atractivos. También los fondos especializados en renta fija han vivido una época dorada, llegando a mejorar los rendimientos obtenidos por los fondos que invierten en Bolsa. Ahora, con la drástica reducción de las primas de riesgo, el panorama ha cambiado por completo.
La inmensa mayoría de los fondos garantizados ha agotado ya todo su recorrido, puesto que los activos subyacentes se han devaluado mucho en los últimos trimestres. En lo que va de año han salido 8.100 millones de euros de este tipo de productos. Las entidades financieras están intentando canalizar este dinero hacia fondos de rentabilidad objetivo (que no garantizan un retorno determinado, sino que ofrecen una estimación). Sin embargo, los asesores independientes creen que hay otras familias más atractivas, como es el caso de la renta fija mixta.
“Se puede invertir en fondos de renta fija, siempre y cuando se asuma un riesgo mayor en el plazo, por ejemplo entre uno y cuatro años, periodo en los que la rentabilidad oscilaría entre el 2,3% y el 5%”, explica Adrián Pernas, analista de DCM Asesores. “Otra de las alternativas serían los fondos mixtos, con una composición de renta variable y fija en función del perfil de cada cliente”. Para los perfiles conservadores este especialista destaca dos productos. El BGF Euro Short Duration Bond, que invierte el 80% de su patrimonio en valores negociables de renta fija y ha logrado una rentabilidad media anual durante los últimos 10 años del 3,16%. Y el DWS Invest Euro-Government Bonds, que invierte en deuda pública europea, y en la última década ha rentado un 4,56% anual.
“La búsqueda de un cierto nivel de rentabilidad entre los inversores más conservadores, que son mayoría en España, tiene mucha miga”, explica José María Luna, director de análisis de Profim. “Desde nuestra firma transmitimos la necesidad de asumir un cierto nivel de riesgo, y desaconsejamos los fondos de rentabilidad objetivo y, por supuesto, los garantizados”.
Entre las familias de fondos que pueden ajustarse a las necesidades de ese perfil conservador, destaca los fondos de renta fija europea, aunque advierte que la rentabilidad que conseguirán en los próximos 12 meses será como mucho del 2% (destaca los fondos Carmignac Securité, EDM Ahorro y Fidelity Euro Short Term Bond).
También recomienda los fondos de renta fija europea (especialmente privada), a medio plazo. La categoría se podría ver beneficiada porque el BCE podría tomar la decisión de comprar bonos corporativos. Aquí apuesta por Vontobel Euro Corporate, M&G European Corporate Bond, Banco Madrid Renta Fija, BNY Mellon Euroland Bond.
Entre los fondos de renta fija mixta y renta variable mixta, defiende los productos que hagan una gestión muy activa de su cartera: Threadneedle Credit Opportunities, Carmignac Capital Plus, Schroder Strategic Bond, Gesconsult Renta Fija Flexible, Cartesio X o March International Torrenova. Por Miguel Moreno Mendieta.
6. DEUDA PÚBLICA: Rentabilidad pero con plazos largos
Con la deuda pública como tal no es posible obtener un 3% comprando un bono y manteniéndolo a vencimiento en un horizonte de un año si se busca un emisor europeo o americano de calidad crediticia”, explican desde la firma de inversión Didendum.
Y es que el bono español a diez años cotiza en el entorno del 2,1%, en niveles de mínimos históricos mientras que las letras a tres meses han llegado a registrar tipos negativos en el mercado secundario, lo que convierte en poco atractiva a la deuda pública para los pequeños inversores.
Los expertos consideran que este escenario actual de tipos de interés históricamente bajos obliga a afinar mucho más la inversión y a plantearse unos plazos de inversión bastante más largos. El camino para encontrar una rentabilidad “decente” conduce básicamente a activos de mayor riesgo, como la renta vatriable por la que el inversor más conservador que busca una cartera orientada, sobre todo a renta fija se ve obligado a estudiar ahora muchos factores.
“Los tiempos de bonanza de la deuda pública, con rendimientos superiores al 5% de un bono español a diez años hasta el año pasado, deja paso ahora a unas rentabilidades más ajustadas al escenario de tipos casi nulos en el corto plazo”, explica Adrián Pernas, analista de DCMAsesores. Para el experto, si un inversor aspira a una rentabilidad mínima del 3% a través de la deuda pública española, su única opción son los bonos con una vida de, al menos, nueve años. “Con duraciones inferiores, y esperando al vencimiento, es imposible alcanzar esta expectativa. Esto mismo que sucede en España ocurre en otras grandes economías del mundo. Para encontrar un interés superior a ese calibre hay que irse a vencimientos de 10-15 años o superiores”, asegura el experto.
Si el inversor prefiere mirar deuda pública de otros países de la zona euro, desde Auriga recomiendan bonos italianos o portugueses a diez años. En el caso del bono italiano ofrece una rentabilidad del 2,35% y en el caso del italiano el 3,20%. Para Javier Domínguez, lo más importante para un inversor particular es la liquidez y poder vender en cualquier momento.
Para los inversores que no se contentan con estas rentabilidades del entorno del 2,5% y del 3%, el experto recuerda que el bono griego a diez años está en el 8%. “Aunque en Grecia, hay un partido que está ganando adeptos y que entre sus propuestas está no pagar la deuda, creemos que esto es simplemente un nubarrón en el horizonte y no creemos que la UE deje caer a Grecia”, explica Domínguez.
Schroders considera que en los mercados emergentes comienzan a surgir oportunidades atractivas viables para los inversores. En particular, en deuda local de aquellos países que han aumentado sus tipos como parte del ajuste (Sudáfrica, Brasil, Turquía y Rusia).