El juez imputa a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj por las tarjetas de Caja Madrid
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha imputado a Miguel Blesa, a Rodrigo Rato y a Ildefonso Sánchez Barcoj por el escándalo de las tarjetas ‘B’ de Caja Madrid. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que usará todos los instrumentos para recuperar el dinero.
Los problemas con la antigua Caja Madrid continúan explotando, pese a que la entidad desapareció como tal en 2013, cuando se convirtió en Fundación. El escándalo de los consejeros y directivos de la entidad, que al menos desde 1994 tenían tarjetas black (B), pasa ahora al terreno judicial.
El juez Fernando Andreu, instructor del caso Bankia, ha citado a declarar como imputados a Miguel Blesa, presidente de la entidad entre 1996 y 2009 y que gastó 436.700 euros con su tarjeta, y a Rodrigo Rato, máximo jefe de Caja Madrid desde enero de 2010 y desde diciembre de ese año y hasta mayo de 2012 presidente de Bankia. El exvicepresidente del Gobierno gastó con la tarjeta 54.837 euros, aunque los ha devuelto íntegramente. También Ildefonso Sánchez Barcoj (que gastó 484.200 euros y ha devuelto 90.879), director general de Caja Madrid, ha sido llamado a declarar. Un portavoz de la Audiencia Nacional explica que la imputación se ha producido a través de una providencia y que por tanto no indica los delitos que se les podrían atribuir.
Andreu ha tomado la decisión después de que la Fiscalía le remitiera el informe de Bankia que revela que 82 consejeros y directivos de la antigua Caja Madrid gastaron 15,5 millones entre 1999 y 2012. El magistrado ha abierto una pieza separada, que se suma a la de las participaciones preferentes. Al mismo tiempo los dos peritos del Banco de España que investigan el deterioro patrimonial de la firma ante su salida a Bolsa tienen más trabajo, pues deberán analizar también el escándalo de las tarjetas.
El ministro de Economía, Luis de Guindos ha señalado en el Parlamento que el Gobierno usará “todos los instrumentos para recuperar todas las cantidades”, según declaraciones recogidas por Europa Press. Guindos ha recalcado que desde la llegada de José Ignacio Goirigolzarri a la presidencia de Bankia en mayo de 2012 “este tipo de prácticas ha desaparecido totalmente”.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) especifica en su análisis del informe de la auditoría, encargada por el actual presidente de Bankia, que el uso de las tarjetas “puede revestir los caracteres de delito sin necesidad de entrar en mayores consideraciones –administración desleal, apropiación indebida...– (...)”.
El fondo de rescate de la banca española desmonta la tesis de Herbert Smith Freehills –el auditor contratado por Goirigolzarri que ha sacado a la luz el escándalo–, que desaconseja llevar el escándalo a la vía penal “puesto que no se advierte razonablemente relevancia jurídica por esta vía en las conductas o actuaciones consideradas”. Añade además que no ve capacidad legal para que el FROB reclame el dinero.
Mientras, el Partido Popular pedirá explicaciones a un total de 16 afiliados de la formación que están implicados en el presunto uso fraudulento de las tarjetas opacas de Caja Madrid, después de que el partido haya acordado abrir un expediente informativo, según Europa Press. Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, anunció que el sindicato devolverá el dinero de las tarjetas opacas de Caja Madrid si éste fue derivado a la actividad del sindicato de forma irregular.
Conscientes de la irregularidad
“Los ejecutivos de Caja Madrid con tarjeta éramos conscientes de que el dinero no tributaba y que no era para gastos de representación. Era similar a recibir sobres. De hecho, teníamos dos tarjetas, la propia para gastos de representación, que teníamos que justificar con sus correspondientes recibos o tickets, y la B”, señala un exconsejero de la caja de ahorros que solicita mantener el anonimato. Igualmente, sostiene que se conocía que las tarjetas estaban fuera del circuito habitual de retribución. De los 22 consejeros ejecutivos de Caja Madrid o Bankia que gastaron un total de 4,6 millones, solo tres no utilizaron para nada la tarjeta: Íñigo María Aldaz , Esteban Tejera Montalvo y Francisco Verdú. Tampoco el consejero a propuesta de UGT Félix Manuel Sánchez la usó.
Guindos ordenó en febrero de 2012 que los ejecutivos de entidades rescatadas no pudieran cobrar más de 600.000 euros al año –en agosto de ese año, lo redujo un poco más, a 500.000 euros–, de forma que las tarjetas se convirtieron en una fórmula adicional para compensar la bajada de salarios, señalan fuentes conocedoras del caso. Rato, por ejemplo, tenía un sueldo fijo de unos 2,3 millones al año.
Los movimientos detallados de cada usuario de las tarjetas son de momento confidenciales, pero el total revela que en muchos casos los gastos fueron para uso personal. Así, las disposiciones de efectivo ascienden a los dos millones; los gastos en grandes superficies suman 1,1 millones; los realizados en supermercados alcanzan los 750.000 euros;y los de ropa, superan los 600.000.
Otras claves del caso
El mes oculto de las tarjetas opacas
La información recopilada por Bankia que el FROB_ha remitido a la Fiscalía incluye la relación de cada uno de los movimientos realizados entre 2003 y 2012 por los 86 consejeros y directivos de Caja Madrid que recibieron tarjetas opacas. Con una excepción. Aunque “se realizó una petición informática para recuperar toda la información que conste en dichos registros”, detalla el informe de la entidad, “no se ha podido recuperar la información correspondiente a los movimientos de febrero de 2009”. Un mes, correspondiente al año en que más gastaron los usuarios de las tarjetas black (1,62 millones de los 15,5 utilizados) cuyos detalles, aunque no el gasto total, se han evaporado sin que Bankia conozca el motivo.
Goirigolzarri ofrece su apoyo a la Justicia
“Aquellos casos que entendemos que no responden a la ortodoxia bancaria los hemos puesto y los estamos poniendo en conocimiento o bien de los supervisores, o bien de los entes jurídicos correspondientes”, defendió ayer el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, sobre la investigación de las tarjetas opacas de Caja Madrid, aclarando que si reclamó 197.459 euros a Rodrigo Rato, Ildefonso Sánchez Barcoj, Matías Amat y José Manuel Fernández Norniella es porque el asesor externo les dijo que solo podían solicitarlo a quien usara tarjetas ya bajo el sello de Bankia. En cuanto a la imputación de los dos primeros y de Miguel Blesa, Goirigolzarrí manifestó su “respeto más absoluto” a las decisiones judiciales.
La expresidenta de la Fundación deposita un aval por sus gastos
La que fuera presidenta de la Fundación Caja Madrid hasta que dimitiera la pasada semana tras conocerse que se benefició de una de las tarjetas opacas de la entidad, Carmen Cafranga, aseguró ayer que ha depositado ante notario un aval bancario por los 175.200 euros por se termina determinando que tiene obligación de devolver el dinero. Cafranga aseveró no haber sentido “la menor sensación de culpa” en “ningún momento” por beneficiarse de una retribución “de la que tenían plena información Hacienda, el Banco de España y la CNMV”, detalló en una nota de prensa. “Siempre actué bajo las instrucciones de los directivos de la entidad que venían ocupándose de esta materia de retribuciones”, detalló.
La advertencia de los expertos en fraude
El responsable de detección de fraudes en Deloitte, Luis Rodríguez Soler, instó ayer, en unas jornadas sobre delitos financieros, a generalizar los planes de prevención en las empresas para evitar casos como el de Caja Madrid. El uso que dan los directivos a las tarjetas de empresa, aseveró, es uno de las prioridades en los análisis de fraude que suele realizar, detalló, para reclamar a Hacienda que revise este tipo de prácticas en todo el empresariado y no solo en el Ibex 35.