La gran fusión cementera en España llega con dudas al fallo de Bruselas
Contaron que se iban a unir en el castigado mercado español para crear el mayor productor de cemento del país, y después se impuso un silencio sepulcral. Ha pasado un año desde que Cemex anunciara su pacto con Holcim para quedarse los activos de la suiza en España, un periodo en el que la operación ha estado expuesta a decisivos cambios tanto en las empresas como en el sector. Entre tanto, aún tiene que hablar la Dirección General de Competencia de la UE, que entró a investigar por petición de las autoridades españolas, en octubre de 2013, a pesar de que este movimiento no supera los umbrales de volumen que establece el reglamento de concentraciones de la UE.
La CE tiene hasta el 12 de septiembre para frenar o dar luz verde a esta integración cementera. En dos ocasiones previas lo que ha hecho es solicitar más documentación sobre lo que supondrá el fortalecimiento de Cemex en España. En marzo, calificó de relevante la integración por cuanto reducía la competencia en el cemento gris, y a finales de abril abrió la investigación en profundidad que concluye ahora.
Al margen de estos trámites, no han faltado otros acontecimientos que han tocado de lleno a ambas empresas. Falleció el pasado mayo el presidente de Cemex, el mexicano Lorenzo Zambrano, lo que motivó una reestructuración de la cúpula directiva a nivel global, y la mexicana también afronta en España una sanción de Hacienda por una cuantía 455 millones –a día de hoy recurrida– ante presuntas irregularidades contables entre 2006 y 2009.
Holcim, por su parte, tiene abierto un proceso de integración con Lafarge, lanzado en abril de este año, por el que ambas planean crear el mayor grupo cementero mundial, con una valoración cercana a los 40.000 millones. Además, la suiza ha ejecutado un ERE en España sobre 123 empleados (20% de la plantilla) y acaba de derribar una de las plantas, la de Lorca (Murcia), incluida en el pacto con Pemex.
Sentido comercial y económico del pacto
- Cemex busca crear una plataforma de producción con salida a los mercados del Mediterráneo, incluido el norte de África.
- Desde el punto de vista financiero, se trata de mejorar los márgenes de retorno sobre el capital. Se prevén sinergias por 30 millones.
- Las estimaciones de la mexicana pasan por vender en el exterior el 30% de lo producido en España. Mientras el mercado da síntomas de recuperación los hornos seguirían al 50%.
La suma de activos está llamada a situar a Cemex por delante de Cementos Portland como primer productor en España, con una capacidad de 13 millones de toneladas (9,4 millones de la mexicana y 3,5 millones de la suiza) de cemento, nueve plantas y fuerte implantación en el este y centro del país.
Crecer para sobrevivir
Para Cemex, tercer cementera mundial tras Lafarge y la propia Holcim, es clave ganar volumen en España. A pesar de que la demanda está por los suelos, afectada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la congelación de la obra pública, las expectativas de recuperación económica hacen que los productores aguanten con las fábricas bajo mínimos. “El mercado no volverá a ser el mismo que fue, pero el que aguante se quedará con mínima competencia ante una demanda que debe superar en el futuro los 20 millones de toneladas al año”, explica un directivo del sector.
España consumió 56 millones de toneladas de cemento en 2007, cifra que ha caído hasta los 11 millones de 2013. La patronal Oficemen cree que el cierre de 2014 se producirá por debajo de 11 millones de toneladas en España.
Cemex busca dominar la costa Mediterráneo, desde Tarragona hasta Cádiz, mantener su pujanza en Aragón y reforzarse en el centro. Holcim le aporta las plantas activas de Carboneras y Jerez, las paralizadas de Gador y Lorca (esta última recién desmantelada), una molienda en Yeles, 30 canteras, y 57 plantas de hormigón. Cemex, por su parte, tiene 6 fábricas (Alcanar, Buñol, Castillejo, Lloseta, Alicante y Morata de Jalón), 2 moliendas, 30 canteras de áridos y 63 plantas de hormigón.
Una operación que acumula un año de retraso
Los plazos en el lanzamiento de la nueva Cemex en España, sumando las plantas de Holcim, se están viendo dilatados respecto a las previsiones iniciales. La mexicana tendrá el 75% del capital de la empresa resultante, por el 25% que se queda en manos de la suiza. La integración de negocios conllevaba acciones paralelas en Alemania y República Checa que ya cuentan con el plácet del regulador local de competencia en el caso checo (marzo de 2014) y de la Comisión Europea (junio de 2014) en lo que afecta al mercado alemán. Cemex adquiere los activos de Holcim en la República Checa, con una fábrica de cemento con capacidad para 1,1 millones de toneladas al año, cuatro canteras de áridos y 17 plantas de hormigón, mientras la mexicana traspasa a la suiza sus activos en el oeste de Alemania, con una fábrica, dos moliendas, 22 canteras y 79 plantas de hormigón. Además, Holcim debe pagar 70 millones de euros a Cemex en efectivo.
Resta únicamente la opinión de la CE respecto al impacto en el mercado español, en el que Cemex más Holcim, según fuentes del sector, se quedarían por debajo del 25% de cuota de mercado.
La operación en su conjunto comenzó a diseñarse a primeros de 2013 y fue expuesta a la banca acreedora de Cemex, con Santander, BBVA y Citi a la cabeza.La intención de la firma mexicana era arrancar con la nueva empresa antes de que finalizara 2013.