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Columna
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Los problemas de Pemex no cambian

México levanta su prohibición a la perforación petrolera de empresas privadas y extranjeras a la vez que alivia los costes del gigante energético estatal, Pemex. Sin una reforma más amplia de la empresa, los planes para un renacimiento de petróleo y gas pueden tambalearse.

Hay muchas cosas atractivas en la legislación aprobada el miércoles. Exxon Mobil, Royal Dutch Shell y otras compañías extranjeras pueden finalmente llevar la última tecnología a México y llegar a algunas las reservas hasta ahora inalcanzables. Por su parte, las empresas privadas nacionales, como Alfa y Carso, el grupo de Carlos Slim, pueden concentrarse en renovar los antiguos pozos abandonados por Pemex. Los esfuerzos deberían ayudar a revertir una caída del 25% en la producción de crudo en la última década.

Pemex, sin embargo, podría entorpecer los trabajos. Asimismo, mantendrá el control sobre el 80% de las reservas actuales de México, y bombea petróleo a una tasa de solo 25 barriles por día por cada uno de sus 150.000 empleados. Eso es alrededor de un tercio de la tasa de producción de otros rivales controlados por el Estado como Ecopetrol de Colombia y la noruega Statoil, de acuerdo con el think tank mexicano CIDAC. Además, Pemex ha advertido de que la producción de este año va a caer a su nivel más bajo desde 1990.

El gigante mexicano ha advertido de que la producción de este año caerá a su nivel más bajo desde 1990

La reforma energética probablemente no tendrá un gran impacto en estos problemas. Esta reduce el tipo impositivo de Pemex, que llegó a un aplastante 132% de los ingresos para el segundo trimestre de este año, pero no elimina el criterio de las autoridades para elevar la tasa de nuevo.

Pemex necesita mejorar la eficiencia de sus operaciones de perforación y la productividad de sus trabajadores. Su propuesta para incluir los objetivos de rendimiento en los contratos de trabajo es un comienzo, pero el plan se enfrenta a una dura oposición sindical.

Las empresas privadas no pueden hacer mucho, dado que van a controlar una pequeña porción de las reservas energéticas de México. El verdadero progreso dependerá de Pemex.

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