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Qué estrategia seguir en depósitos y renta fija

Fórmulas para exprimir el ahorro con tipos en mínimos

Thinkstock

El actual entorno de tipos de interés en mínimos históricos del 0,15% y el largo recorrido que ya acumula la renta fija, que tiene en el horizonte un cambio de ciclo, están dejando sin opciones atractivas de rentabilidad al ahorro más conservador. El común de los depósitos no ofrece mucho más del 1%, salvo excepciones que habitualmente requieren elevados volúmenes de inversión y la vinculación del cliente; y en la deuda soberana europea, en principio el activo más seguro una vez que ya ha quedado neutralizado el peligro de desintegración del euro, las rentabilidades oscilan entre el 1,25% del bund alemán y el 2,6% del bono español.

Lejos quedan los tiempos en los que contratar un depósito –que a diferencia de un activo de deuda no pierde valor en el mercado– ofrecía rentabilidades superiores al 4%. La baja inflación sí es un factor a favor del ahorro conservador y será reducida durante un largo periodo de tiempo, según advierte el BCE. El aumento del coste de la vida no anulará apenas el rendimiento obtenido. Pero el ahorrador tendrá que rebajar expectativas o, por el contrario, comenzar a asumir mayores dosis de riesgo y diversificar la composición de su cartera.

Deuda: del bono soberano al riesgo del 'high yield'

Los momentos dorados de rentabilidad para la renta fija están quedando atrás en favor de la Bolsa, el activo en el que los expertos concentran sus recomendaciones de inversión para el medio plazo. A medida que se abre paso la recuperación económica, y especialmente desde que Draghi puso un suelo a la debacle con su voluntad decidida de actuar en defensa del euro, la deuda registra un rally notable que para muchos empieza a presentar rasgos propios del preludio de una burbuja. Aun así, sigue habiendo potencial, aunque sea necesario elegir cada vez de forma más selectiva la inversión.

El rendimiento del bono español a diez años se mueve en niveles de mínimos históricos del 2,6%, muy lejos del 7,6% de hace ya casi dos años, en pleno incendio de la periferia europea. Para Gerard Vaqué, experto en renta fija del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, “queda recorrido a un año para el bono español a una década”, al igual que para el bono italiano. Será cuestión de apurar unas décimas más de rentabilidad, puesto que su estimación es que la prima de riesgo española acabe el año en los 125 puntos básicos, desde los 137 actuales, y en parte por el aumento de rentabilidad que se espera para el bund alemán, fruto de la presión que llega sobre los plazos más largos de la deuda más sólida desde Estados Unidos, donde ya se vislumbra el horizonte de un alza de tipos. “Sí somos cautos en los plazos, puesto que los tipos subirán en EE UU. Preferimos plazos de entre cuatro a seis años”, añade.

Los expertos coinciden en que la rentabilidad de la deuda soberana hay que exprimirla en plazos medios y en activos de la periferia, donde los inversores aún exigen rendimientos superiores a los países del denominado núcleo duro de la zona euro, como Alemania u Holanda. Vaqué explica que el mercado pide a las compañías de la periferia europea una prima que puede oscilar entre los 50 y 100 puntos básicos respecto a compañías de igual actividad y perfil de negocio de los países core.

Javier Domínguez, socio director de Auriga Global Investors, explica que uno de los productos más demandados en su plataforma de negociación de renta fija es un bono de Peugeot con vencimiento en enero de 2019 y que cotiza con una rentabilidad anual del 3,08%. Domínguez prevé que el rally de la deuda continúe gracias a las fuertes inyecciones de liquidez que aportará el BCE al sistema en los próximos meses, y a pesar de que la insistencia en las compras de deuda soberana haya despertado las alarmas en el propio banco que preside Mario Draghi.

Domínguez propone una cartera de deuda en la que combinar distintos perfiles de riesgo, actividad industrial, país de origen y, sobre todo, de activos “muy líquidos”. Además del bono de Peugeot (de rating B+), sugiere un bono de la Generalitat Valenciana con vencimiento en marzo de 2020, una rentabilidad actual de mercado del 2,48% y rating BB-; un bono de General Electric con vencimiento en 2022, rating AA+ y rendimiento del 3,10%; el bono soberano portugués a 10 años, con rating Ba2 y que paga en mercado el 3,43%; el bono italiano con vencimiento en 2025 y TIR del 2,97%, y un bono de Telefónica de larga duración (vencimiento en 2033), con rating BBBy rentabilidad en el mercado secundario del 3,48%. En definitiva, rendimientos que rondan de media el 3%.

Para Santiago García, responsable de productos de inversión de Citi, “el alza de tipos acabará llegando, por lo que tiene sentido infraponderar la renta fija en una cartera global y reducir los plazos de duración”. Aconseja aproximarse a la deuda corporativa a través de fondos de inversión y ve las mayores oportunidades de rentabilidad en el high yield o bono de alto rendimiento –también de mayor riesgo crediticio–. Cita como ejemplo el fondo JPM Global High Yield, que gana el 4% desde enero y el 8,55% anualizado en los últimos tres años. Infrapondera la deuda soberana y es neutral en deuda corporativa, aunque tenga preferencia por la europea, para lo que apuesta por el fondo Schroders Corporate Bond, que gana el 4,54% en el año y el 4,92% anual en los últimos tres años.

Depósitos: rentabilidad al 2% como máximo y con condiciones

El último recorte de los tipos de interés en junio, del 0,25% al 0,15%, ha tenido su impacto en los depósitos a plazo fijo. Si ya desde comienzos de año la tendencia de los intereses que remuneran el ahorro era claramente a la baja, ahora (y como era de esperar) aún hay más motivos para seguir metiendo la tijera en las rentabilidades. Así, la mayoría de los depósitos pagan en torno a un 1%. No obstante, quedan unos pocos que se resisten a bajar del umbral del 2%, aunque suelen tener muchas condiciones y algunas ofertas tienen los días contados.

Hasta el 30 de junio, Banco Espírito Santo (BES) da un 2,50% TAE a 12 meses por un mínimo de 25.000 euros y si se contrata un fondo de inversión comercializado por la entidad. Sin vinculación, otro depósito renta un 2% TAE desde 50.000 euros. También hasta el próximo lunes, Banco Mediolanum remunera el dinero nuevo al 2% TAE a un plazo de 13 meses. La inversión mínima es de 2.000 euros, hasta un máximo de 200.000 euros. No se admiten aportaciones adicionales ni cancelaciones parciales.

El depósito a 13 meses de Bankinter para nuevos clientes que domicilien la nómina tiene un interés del 2,10% TAE a partir de 10.000 euros.Para más de 50.000 euros, Banco Pichincha paga un 2% TAE a 12 y 18 meses. La liquidación de los intereses se realiza trimestralmente y, aunque se permite el reembolso anticipado, en ese caso se descuenta a los intereses un 1% a partir de la última liquidación practicada.

Banco Finantia Sofinloc (BFS), que solía superar con creces el 2% de rentabilidad en todos sus plazos, únicamente paga ahora un 2% TAE a 13 meses y si se superan los 100.000 euros de inversión. Desde la entidad explican que están estudiando si mantendrán este depósito a partir de la semana que viene. A partir de 50.000 euros y hasta 100.000 euros, la rentabilidad a 13 meses es del 1,75%.

Ya a más corto plazo, son los depósitos para nuevos clientes los más rentables. Hay que tener en cuenta que el rendimiento que se cobra al vencimiento es proporcional (por ejemplo, tres meses al 2% rentaría un 0,5%). Apenas se comercializan tres en el mercado.

El Depósito Bienvenida de Openbank tiene una rentabilidad del 2% TAE a cuatro meses sin cantidad mínima, hasta un límite de 150.000 euros, y abono de intereses al vencimiento. Es necesario abrir una cuenta corriente y de ahorro. Está vigente hasta el 30 de junio.

A tres meses, ING Direct ofrece un depósito al 2% TAE al abrir la Cuenta Naranja, que después sigue rentabilizando el dinero al 1%. El Depósito Bienvenida 2 de Bankoa al 2% TAE es a cuatro meses desde 3.000 euros y hasta 30.000 euros. Solo se puede contratar a través de BankoaOnline.

Plan Ahorro 5, un nuevo producto con rendimiento exento

Los inversores de perfil más conservador podrán contar en breve con un nuevo destino para su inversión, el Plan Ahorro 5, un producto al que acaba de dar luz verde el Ministerio de Hacienda en su reforma fiscal y que la banca ha acogido con agrado e incorporará a su oferta en los próximos meses. Si bien la reforma fiscal aún es solo un borrador y debe pasar por trámite parlamentario y numerosas negociaciones, el diseño de este nuevo producto, de ser definitivo, pondrá en el mercado un instrumento en el que ahorrar a un plazo de cinco años tras los que los rendimientos obtenidos quedarán exentos. Se podrá instrumentar como cuenta corriente o como seguro, con la condición de que la entidad garantice un capital equivalente al 85% de las cantidades depositadas. Y las aportaciones no podrán ser superiores a los 5.000 euros al año.El sector ya se ha puesto a analizar el producto y se estima que, dado que el plazo de la inversión es a medio plazo, superior a la duración habitual de un depósito, su rendimiento anual podría llegar al 3%, aunque el actual entorno de tipos de interés en mínimos históricos no propicie ni mucho menos que la banca abra la mano con la remuneración del ahorro. Fuentes financieras reconocen que será un nuevo producto que el conjunto del sector incorporará a su escaparate comercial y en el que el incentivo fiscal servirá como fuerte reclamo, a pesar de que las rentabilidades sean modestas. Podrá también servir como complemento a los planes de pensiones, después de que se vaya a reducir la aportación con derecho a reducción desde los 10.000 euros anuales –12.500 para mayores de 50 años–. Aunque también señalan que no servirá de base para planificar el ahorro para la jubilación.

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