El ingreso de Lituania en el euro restará peso a España en el BCE
La Comisión Europea propuso esta mañana formalmente que Lituania adopte el euro el 1 de enero de 2015 y se convierta de ese modo en el decimonoveno miembro de la eurozona. El vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, alabó el proceso reformista llevado a cabo por el país báltico, el único que había solicitado su ingreso en la zona euro y había sido rechazado una vez (en 2005) por incumplir el criterio de la inflación.
En esta segunda petición, tanto el departamento de Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, como el el BCE, consideran que Lituania cumple todos los criterios económicos establecidos en los tratados comunitarios.
La inflación en el último ejercicio se ha mantenido en una tasa del 0,6% por debajo del 1,7%;el déficit cerró el pasado ejercicio en el 2,1%, nueve décimas inferior al objetivo fijado en el Pacto de Estabilidad y la deuda pública cerró el pasado ejercicio en el 39,4%, lejos del máximo del 60% fijado por la Comisión y a una distancia sideral de los países del Sur, como Grecia, Italia o España.
El nuevo sistema privarár a Linde de votar dos veces al año
Todo ello indica que el 1 de enero de 2015 Lituania será el decimonoveno de la zona euro, tras la próxima aprobación del Consejo Europeo.
El ingreso de este pequeño país (tres millones de habitantes) provocará un seísmo en el sistema de votos del Consejo de Gobierno del BCEy obligará a todos los miembros, incluidos los cinco más grandes (Alemania, Francia, Italia, Holanda y España) a perder peso, pues se establecerá una rotación dentro del organismo que toma las decisiones de política monetaria.
La rotación se aprobó en 2003 y debía haber entrado en vigor en 2009, cuando la zona euro sumó 15 socios con el ingreso de Eslovaquia. Pero dado el impacto político que supone la pérdida del derecho de voto en el BCE, el sistema se aplazó hasta que la zona euro sumase 19 socios, cifra que se alcanza con Lituania.
Si no se aplaza de nuevo, a partir del 1 de enero se establecerá un sistema de rotación por el que solo 15 de los 19 países tendrán derecho de voto cuando se trate de adoptar decisiones tan trascendentales como la subida o bajada de tipos.
El reparto se organizará en dos grupos. Uno, formado por los gobernadores de los bancos centrales de los cinco países más grandes, elegidos por el peso del PIB y su contribución a las instituciones comunitarias financieras. Ese grupo, previsiblemente, lo formarán Alemania, Francia, Italia, España y Holanda. Y se repartirán cuatro votos, es decir, que cada mes uno de ellos perderá su derecho de voto. Si el mecanismo se activa en enero, España no tendría voto en al menos dos reuniones del Consejo de Gobierno del BCE durante 2015 y los años siguientes. La misma situación afrontarán Alemania o Francia. La ausencia del representante del Bundesbank puede levantar ampollas en Berlín.
El segundo grupo, formado por los gobernadores de 14 países, dispondrá de 11 votos, por lo que tres de ellos perderán el derecho de voto cada mes y podrían tardar dos meses en recuperarlo, o más tiempo, a medida que ingresen nuevos socios en la zona euro.
El BCE introdujo este sistema rotativo para establecer un elemento de representatividad en las decisiones adoptadas por el Consejo de Gobierno. En un artículo publicado en el boletín mensual de julio de 2009, la institución presidida en aquellos tiempos por Jean-Claude Trichet lo justificó “para evitar situaciones en las que se considere que los gobernadores con derecho a voto no son suficientemente representativos de la economía de la zona euro en su conjunto.
La decisión excluye a los seis miembros del Comité Ejecutivo que forman parte del Consejo de Gobierno y que mantendrán un derecho permanente de voto. En ese Consejo se encuentran el presidente del BCE, Mario Draghi;el vicepresidente Vitor Constancio y otros cuatro miembros: Benoît Cœuré (Francia), Sabine Lautenschläger (Alemania), Yves Mersch (Luxemburgo) y Peter Praet (Bélgica).
El BEI aplaza la salida de Magdalena Álvarez
El Consejo de Administración del Banco Europeo de Inversiones (BEI) aplazo la decisión sobre el cese de Magdalena Álvarez como vicepresidenta del organismo por su imputación en firme por el fraude de los ERE en Andalucía. “Una discusión adicional sobre la sustancia de cualquier riesgo de reputación para el BEI podría producirse en una reunión posterior del consejo de administración, posiblemente en julio en Luxemburgo”, apuntó un portavoz del banco.
Debido a que Magdalena Álvarez ocupa su puesto en el BEI en representación de España y Portugal, el presidente portugués, Pedro Passos-Coelho, apuntó en el transcurso de una cumbre hispano-lusa, que sentía “profundamente” lo que está sucediendo en el BEI y se mostró convencido de que esa situación será resuelta “oportunamente”.