La inflación baja al 0,5% en la zona euro y abre la puerta a la acción del BCE
Más motivos para que el BCE actúe. La inflación de la zona euro ha terminado mayo en el 0,5%, dos décimas menos que en abril y un dato igual al del mes de marzo, que era el más bajo desde 2009. La noticia puede condicionar la decisión del BCE, por más que Mario Draghi haya insistido en que el banco tiene en cuenta la inflación en el medio y largo plazo, no el último dato conocido.
En cualquier caso, el mandato del BCE es mantener los precios en un nivel inferior, pero cercano a, el 2%. Con los precios en el 0,5%, la distancia sobre el objetivo es de 1,5 puntos porcentuales. La entidad presentará como argumento para su actuación (o ausencia de ella) las perspectivas de los precios en los próximos años; de momento su expectativa es que los precios acaben 2016 creciendo a ritmos del 1,7%. Una rebaja en estas previsiones desencadenaría una actuación que los analistas dan prácticamente por descontada.
De hecho, en el mes de marzo, cuando la inflación bajó al 0,5%, Draghi argumentó que se debía al efecto del euro caro y a la Semana Santa. Pero el euro ha moderado su cotización (tampoco mucho, alrededor del 2% desde la reunión de mayo) y la Semana Santa ya es pasado.
Por capítulos, la subida del precio de los servicios fue la que más impulsó la inflación al situarse en el 1,1 % en mayo, frente al 1,6 % de abril, seguida por el avance del precio de los alimentos, las bebidas alcohólicas y el tabaco en un 0,1 %, respecto al 0,7 % del mes anterior.
Los precios de los productos industriales no energéticos se mantuvieron (con una inflación del 0 %, frente al 0,1 % en abril), al igual que los de la energía, (0 %, en comparación al -1,2 % del mes precedente). La inflación interanual subyacente de la zona del euro -que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos- fue del 0,7 % este mes, según la estimación de Eurostat.