¿Cuándo volverán los resultados de la banca española a la normalidad?
Las entidades financieras españolas han arrancado el año con el compromiso de regresar a la base del negocio bancario: la concesión de créditos y la generación los ingresos denominados recurrentes, sin tirar de fórmulas extraordinarias como las plusvalías por la venta de activos o el trading en los mercados. Después de haber encajado lo peor de una crisis que se ha llevado por delante las cajas de ahorros y que ha obligado al conjunto del sector a realizar multimillonarias provisiones con las que purgar los excesos del ladrillo, este año ha comenzado una nueva etapa, en la que todavía persisten fuertes claroscuros.
La sombra del pinchazo inmobiliario aún es alargada y su efecto se contagia al conjunto de la economía, pero también surgen señales luminosas en los resultados del sector en el primer trimestre del año. La recuperación del margen de intereses, gracias principalmente a un menor coste de financiación, y una tímida caída de la morosidad en el trimestre –el primer descenso desde el inicio de la crisis– son los dos grandes síntomas de mejoría para un ejercicio que deberá ir notablemente de menos a más para que se cumplan los objetivos previstos por la banca española para el conjunto del año.
La cuenta de resultados de los bancos españoles está por tanto en camino hacia su normalización, aunque a paso lento y a un ritmo desigual según de qué entidad se trate. De entrada, el efecto de los ingresos extraordinarios logrados en el primer trimestre del año pasado ha impactado con fuerza en la comparativa interanual y ha determinado las caídas del beneficio del 64% para BBVA –influida también por la depreciación de las divisas de sus mercados emergentes, al igual que en el caso de Banco Santander– y del 54,6% para Caixabank.
La mejoría de márgenes es uno de los elementos comunes en la banca doméstica. Santander ha impulsado su beneficio en España el 24%, hasta los 251 millones de euros, con un alza en su margen de intereses del 2,9%. BBVA ha obtenido en España una ganancia de 386 millones de euros, que contrasta con los 139 millones de un año atrás, sin contar con el efecto de los extraordinarios. Si bien ambos bancos trasladan a otras divisones del grupo el cómputo de la limpieza del ladrillo español.
La recuperación del margen de intereses –que refleja el negocio básico de dar créditos y captar depósitos– es ya notable en Bankinter, con un alza del 27,5%; Bankia, donde mejora el 16,1% y Sabadell, para el que crece el 17,5%. La causa principal es la caída en el coste de financiación, una vez que la tensión ha remitido en los mercados y sobre todo, después de que cesara la dura competencia por retribuir los depósitos, a la que puso fin el Banco de España a partir de enero del pasado año. En el caso de Sabadell, el coste de los recursos de clientes ha descendido desde el 2,19% del primer trimestre del pasado año al 1,44%, mientras que el rendimiento del crédito se ha rebajado en el último año del 3,94% al 3,5%. Y los nuevos depósitos se pagan al 1,29%, frente al 2,16% al que aún se retribuyen los depósitos en stock.
“Los resultados del primer trimestre dejan dos tipos de entidades, aquellas que tienen un balance más saneado y ya han podido poner más el foco en la rentabilidad, con una cuenta más positiva, que sería el caso de Bankinter y Bankia. Y el resto de bancos, todavía algo más retrasados en la limpieza de balance y que aún no han puesto el foco al cien por cien en la rentabilidad”, explica Gemma Hurtado, gestora de Mirabaud.
Junto a la rebaja en el coste de financiación, el impulso del negocio está también detrás de la mejora de márgenes, al menos en la comparativa trimestral, que no interanual. Y en la concesión de nuevo crédito puesto que, en términos netos, el saldo aún es mayoritariamente negativo ya que las amortizaciones aún superan a la nueva concesión. En España, el crédito a clientes en términos brutos de Santander aumenta el 0,3% sobre diciembre, si bien cae el 7% interanual. En Caixabank, el crédito a particulares modera su descenso al 1,6% interanual, con un retroceso del 1,2% en hipotecas.
Y con menor intensidad que en trimestres anteriores, las operaciones financieras también han jugado un papel importante, ya no por la operativa directa de carry trade sino por las plusvalías de la venta de cartera de deuda, como ha sucedido en Popular, con ingresos en esta partida por 203 millones. O el aumento del 223% en Sabadell o el 93,3% de Caixabank.
El primer descenso de la morosidad
El sector se ha puesto por tanto en camino para recuperar la rentabilidad perdida con la crisis. Y una primera escala es el leve descenso de la morosidad, condicionado eso sí por un menor volumen de crédito, por la transformación de activos dañados en adjudicados, pero también por las menores entradas en impago. Aunque tímidamente, es el primer trimestre en que sucede después de siete años de alzas imparables.