Europa busca sus armas en la batalla global de la industria
Siemens pide más unión, menos burocracia y un sector ágil para competir de tú a tú con EE UU y China
La reindustrialización de Europa ha sido un concepto no pocas veces utilizado desde los órganos políticos del continente. La búsqueda de un camino para crear una economía sostenible y resistente a futuras crisis ha hecho redoblar las voces que claman por volver a hacer de Europa un lugar atractivo para fabricar.
Solo hay que dar un paseo por los interminables pabellones de la Hannover Messe, la mayor feria industrial del mundo, para comprender que la competencia, además de feroz, es mundial. Y Europa, con un panorama energético poco competitivo en una industria que supone apenas el 15% de su PIB, intenta enseñar sus armas dentro de una “competición global” que tiene a EE UU y China como principales rivales.
Así lo piensa Siegfried Russwurm, consejero delegado de Siemens Industry, que atiende a Cinco Días y a otro medio español en medio del frenesí de la feria de Hannover. Alemania es el motor industrial de Europa, y Siemens es el principal contendiente continental en la batalla de la nueva industria. Sus armas, la automatización y digitalización de los procesos productivos. El factor humano reducido a la supervisión y al desarrollo de nuevas tecnologías. Pero Russwurm cree que sin unión, Europa no tendrá el futuro industrial que desea: “Existe una competición entre Europa, China, EE UU y otros países por convertirse en grandes centros de actividad industrial a nivel internacional y debemos ganar esa competición”. Para ello, hará falta “más Europa, menos burocracia, más innovación y más industria”.
Tradición
Russwurm prefiere no ahondar en los puntos débiles con los que Europa afronta el reto, pero sí en evocar la tradición industrial del continente:“el mejor factor que tenemos es nuestra inclinación natural a fabricar, lo llevamos haciendo desde hace siglos. Nuestro know-how en producción es una de las potencialidades que podemos aprovechar”. La canciller alemana Angela Merkel, que inauguró la Hannover Messe, ya alertó en su discurso de que Europa no debe “quedarse dormida. Un 90% del crecimiento económico se produce ahora mismo fuera de Europa”. Para Russwurn, la “Comisión Europea está dando importantes pasos y siguiendo el camino correcto” para alcanzar el objetivo de que la industria aporte el 20% del PIB de la Unión Europea.
El responsable de Siemens a nivel industrial insiste en que la calidad del producto y la agilidad de las fábricas para adaptarse a la demanda de sus clientes son claves en el nuevo contexto, una personalización total en lo que su compañía llama industria 4.0, una suerte de “cuarta revolución industrial”. “Tenemos las herramientas y capacidades para ganar esa competición”.
Su compañía cuenta con cuatro centros de producción en España, país que “ocupa un importante puesto en el mapa de Siemens”, y cita su joint-venture con Renfe como ejemplo. “Siemens confía en la capacidad de recuperación de España”, afirma Russwurm, pero advierte de que el poder exportador mostrado por las empresas quedará en nada sin mayor demanda interna.