La banca española pondrá hasta 8.250 millones al fondo de resolución europeo
El instrumento para rescatar a la banca con problemas entrará en funcionamiento en enero de 2016, si bien se nutrirá de dinero desde 2015. Es decir, que si alguna entidad suspende los exámenes del BCE, que se conocerán a finales de este año, será el país del banco en cuestión el que se haga cargo del rescate. Bien por sí mismo, si tiene munición financiera suficiente, bien con la ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), como ha ocurrido con España y su préstamo de unos 40.000 millones de euros.
Las tesis alemanas se han vuelto a imponer. El objetivo es que todas las entidades lleguen con los balances lo más saneados posibles a la fecha en que entra en acción el nuevo fondo.
La buena noticia es que las cuentas de las entidades financieras españolas no se verán dañadas. Yeso que aportarán entre el 10% y el 15% de los 55.000 millones de euros de los que dispondrá el fondo al final del proceso de recapitalización, que finalizará en 2023. Hasta entonces las entidades financieras europeas, en función del importe que tengan en depósitos y de la actividad de su riesgo, tendrán que ir aportando un 12,5% del importe a partir de 2015. El as que se guarda en la manga España es que las aportaciones que efectuarán los bancos nacionales no diferirán apenas de lo que ya están inyectando en el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), según fuentes cercanas al Ministerio de Economía.
Los entre 5.500 y 8.250 millones que tendrán que haber aportado al fondo dentro de casi nueve años no será dinero adicional al que ya aportan al FGD español. Fuentes conocedoras del proceso señalan que, a partir de 2015, aproximadamente la mitad de lo que ahora entregan para garantizar los depósitos de los clientes irá a parar a la nueva hucha europea. “No habrá una gran diferencia entre las aportaciones que las entidades hacen ahora al FGD y las que harán a los dos fondos”, señalan fuentes cercanas a Economía. Así, la aportación al instrumento cuya misión es garantizar las imposiciones de hasta 100.000 por titular y entidad se reducirá de forma notable. Eso sí, la potencia de fuego del fondo europeo será muy superior a cualquier herramienta de ámbito exclusivamente nacional, destacan fuentes financieras.
Los bancos españoles aportan ahora el 0,3% anual del montante de sus depósitos asegurados, si bien tuvieron que aportar en marzo del año pasado una derrama para dar liquidez a las preferentes y los bonos subordinados de Catalunya Banc y Novagalicia Banco, unos 2.000 millones de euros adicionales. Y habrá que esperar para saber qué recursos exigirán los esquemas de protección de activos, garantizados por el FGD, para las futuras pérdidas de Caja Mediterráneo (CAM), adquirida por Banco Sabadell, y Cajastur –hoy el buque insignia de Liberbank– para comprar Caja Castilla La Mancha (CCM).
La activación del fondo europeo dependerá del BCE y de la cúpula del Mecanismo Único de Resolución (MUR). Cualquiera de los dos puede detonar la resolución de una entidad. Primero se aplicarán las pérdidas al capital, a las preferentes y a otros acreedores. Si con esto no es suficiente, ya entraría en acción –siempre a partir de 2016– el fondo de resolución europeo.
Las entidades más pequeñas, que no estarán bajo la supervisión del BCE, como algunas cajas alemanas, también tendrán que someterse a las nuevas normas de resolución si, además de las quitas a los acreedores, es necesaria la aportación de dinero adicional
Claves para depósitos de más de 100.000
Los depósitos de hasta 100.000 euros, por entidad y titular, están totalmente garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español. Eso sí, el nuevo mecanismo europeo para resolver bancos –un eufemismo con un significado similar al de liquidar– o reestructurarlos, como ha ocurrido con Bankia, prevé la posibilidad de que los clientes con más de 100.000 euros sí asuman su parte en el rescate o la resolución de la entidad.
En España, los rescatadores de Novagalicia Banco, Catalunya Banc y Bankia fueron exclusivamente los dueños de preferentes, bonos subordinados y acciones (en el caso de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri). Pero ahora el salvamento se amplía a otros acreedores.
Fuentes próximas al Ministerio de Economía explican que además de los depósitos blindados de hasta 100.000 euros “se otorga una preferencia adicional a la cuenta que exceda esa cantidad que pertenezca a personas o a pequeñas y medianas empresas”. “Por lo tanto, los depósitos de clientes salen fortalecidos con la nueva regulación”, añaden.
El dinero para los eventuales rescates saldrá del sector financiero, si bien el fondo se guarda la posibilidad de endeudarse con cargo a los desembolsos futuros. Es decir, en 2016 el fondo contará con 13.750 millones y podrá endeudarse por hasta 36.250 más. La posibilidad de que esa deuda se obtenga con aval público está abierta.