¡Pido 10 euros para mi proyecto!
En 2012 se captaron por esta vía 1.990 millones de euros en todo el mundo Cada proyecto idea su propio sistema de recompensas a los inversores
Necesitan 38.000 euros para poner en marcha Ment@, una spin-off creada por un grupo de profesores de la Universidad Complutense de Madrid. Su objetivo es acercar las nuevas tecnologías a las personas mayores (activos y dependientes), así como a sus cuidadores. Para ello han confiado la búsqueda de financiación a la plataforma Lanzanos.com. A pesar de que disponen de una ayuda económica del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y de que buscan patrocinadores o mecenas en el mundo empresarial, han decidido probar suerte con las donaciones particulares. "Es un proyecto que trata de implicar a las familias, ya que las aportaciones pueden ser a partir de diez euros. Como recompensa a los donativos, se van a distribuir tabletas Android a precios asequibles, además de formación para quien lo necesite", explica Loreto Corredoira, responsable del proyecto. "Ayuda a conseguir los fondos el hecho de tener una buena red social o de amigos. Es el futuro, porque la financiación pública se ha acabado y los créditos bancarios son carísimos", señala esta emprendedora.
No solo se trata de financiar nuevos proyectos sino de "inyectar gasolina a muchas empresas que no tienen ahora mismo inversión para seguir caminando", indica Fernando López, director de Ondarea, promotores de la plataforma Capitalizarempresas.com. El crowdfunding, o mecenazgo colectivo, es una alternativa que ha llegado a España para quedarse, opina Borja Prieto, director de la plataforma especializada en proyectos audiovisuales My Major Company.
El fenómeno del crowdfunding nació en Estados Unidos hace un lustro. La idea, tan sencilla como efectiva, de financiar proyectos saltándose a la banca está teniendo allí muy buena acogida. Tal es así que es habitual encontrarse en las autopistas estadounidenses carteles invitando a los ciudadanos a asumir la limpieza de carreteras o de algún jardín. Sirva como ejemplo que en la última edición del festival de cine independiente de Sundance cerca del 20% de las películas presentadas fueron financiadas por este método.
En 2012 se captaron de este modo 2.700 millones de dólares (unos 1.990 millones de euros) en todo el mundo, según datos de la consultora especializada Massolution. Y todo apunta a que esta cifra seguirá creciendo en los próximos años: en los últimos tres ha aumentado a un ritmo del 63% anual.
Xavier Olivella, de Spain Crowd Funding (SCF), una asociación empresarial que representa en España a este sector, da una clave del éxito de esta fórmula en EEUU. "Allí las empresas obtienen el 50% de la financiación que necesitan de la banca, mientras que en Europa la media es del 60% y, en España, del 90%". Dos pruebas más de que el mecenazgo colectivo no está destinado a perderse en el cajón de las causas perdidas. Primera: el gigante Google anunció en mayo de este año la inversión de 125 millones de dólares en Lending Club, una plataforma de EEUU de crowdfunding. Segunda: otro coloso, en este caso BBVA, habla en su último informe trimestral para el mercado estadounidense de esta tendencia como "una tecnología disruptiva para la banca comercial". El documento advierte de que "actualmente sirven a un público residual", pero "para cuando estas plataformas trabajen con el gran público será demasiado tarde para que los bancos se adapten a la tendencia".
Si invierto, ¿qué obtengo a cambio?
Cada plataforma de crowdfunding se ocupa de establecer, previo diálogo con el autor del proyecto, qué tipo de contrapartidas obtienen los inversores. Lógicamente, a mayor suma, más derechos se adquieren.
Un recorrido por las webs de mecenazgo colectivo evidencia que estas se pueden clasificar en cuatro categorías. Algunas actúan como gestoras de microcréditos: la plataforma se limita en este caso a poner en contacto a los prestatarios y los prestamistas. Las menos (un 4%, según datos de la consultora especializada Massolution) aportan acciones de la empresa/proyecto a quienes aportan capital, por pequeña que sea la cantidad.
Las hay que piden donaciones (normalmente a favor de causas sociales) y, por tanto, no dan nada a cambio a quienes desembolsan dinero. Y otras ofrecen recompensas a los donantes. Estas dos últimas categorías son las más comunes en la actualidad (suman el 52% de los casos, según Massolution).
Un ejemplo. Brigada es un cómic de fantasía épico/medieval que ha visto la luz gracias a las aportaciones que le canalizó Verkami. El autor, Enrique Fernández, necesitaba 39.000 euros para hacerlo realidad. En los 40 días que duró el proceso consiguió más de 50.000.
Las recompensas establecidas para los donantes van desde una dedicatoria dibujada en el propio libro (si se han invertido seis euros) a una página completa del cómic siguiendo el guion remitido por el inversor (para 450 euros).
El papel de las plataformas de crowdfunding no se limita a aconsejar sobre el retorno al inversor: también asesoran sobre la manera de presentar el proyecto y le dan publicidad. Aunque el éxito final depende de la calidad de la idea.
Difundir que el crowdfunding es una manera rápida, ágil y efectiva de conseguir inversores es uno de los propósitos de SCF, constituida en junio de este mismo año. Solo un 1% de los internautas conoce el concepto, según sus propias estimaciones. "Decidimos montar la asociación para intentar unir en una sola voz nuestras inquietudes de cara a la redacción de la Ley de Emprendedores". No lo consiguieron: la palabra crowdfunding ni siquiera se menciona en el texto final.
Estas plataformas llevan relativamente poco en España. Una de las pioneras (2010) fue Verkami, especializada en proyectos culturales y creativos. Empezaron con cinco proyectos y hoy tienen abiertos 170. Ya han ayudado a hacer realidad 1.500 sueños, logrando la implicación de más de 170.000 personas. Hasta el momento el récord de recaudación lo ostentaL’endemà, un documental a cargo del equipo de la película Pa negre que necesitaba 150.000 euros y ha logrado 350.000.
Las cifras en España revelan que el mecenazgo colectivo es una práctica nueva, residual pero en crecimiento. La asociación SCF, que aglutina a 10 plataformas (estiman que en el país hay unas 40), calcula que en 2012 se captaron unos 18 millones de euros por esta vía, aunque las previsiones para este año superarán los 30 millones. "Abrir un proceso de captación de fondos en una plataforma de crowdfunding es una buena manera de medir el éxito de tu idea", opina Joan Sala, fundador de Verkami. "Si no consigues dinero quiere decir que la gente no confía demasiado en tu proyecto, mientras que si lo obtienes muy rápidamente, o incluso superas tus expectativas, tienes muchas posibilidades de triunfar", señala.
Las cifras
1.990 millones de euros movió el ‘crowdfunding’ en el mundo el año pasado. Unos 18 millones se captaron en España.
536 son las plataformas dedicadas al ‘crowdfunding’ en el mundo, según estimaciones. En España hay unas 40.
63% es el crecimiento anual medio de los fondos captados de esta forma en los últimos tres años.
La petición de los oyentes hizo que Dj Tango lograra poner en marcha la emisora de radio online La Isla FM. "Necesitaba 12.000 euros y consiguió 14.000 porque tenía una avalancha de seguidores", recuerda Borja Prieto, director en España de My Mayor Company, empresa que nació en Francia y que ya ha dado el salto del crowdfunding al lanzamiento de artistas. Entre sus logros se cuenta el documental Tu voz entre otras mil, sobre el fallecido cantante Antonio Vega, que obtuvo 34.000 euros.
Las plataformas de crowdfunding van a porcentaje, que suele ser del 5% del proyecto que ha logrado recaudar la suma que se proponía. Si no logran el capital en un tiempo determinado (normalmente entre uno o dos meses), se devuelve el dinero a los donantes y la plataforma no obtiene nada. "Es un ejercicio totalmente honesto y transparente", agrega Prieto.
Pero muchas veces ocurre que esa iniciativa no está lo suficientemente madura. "Es importante que el plan de negocio esté muy bien hecho para poder captar el capital que se necesita", asegura Fernando López, de Capitalizar Empresas, plataforma que tiene ahora mismo en fase de estudio 25 proyectos, sobre todo de páginas web, tiendas y centros comerciales online. "Muchas veces la gente pide aportaciones sin saber realmente lo que necesita", señala López.
Una manera de invertir los ahorros
Los desembolsos que requiere el crowdfunding son limitados. Depende del inversor, pero generalmente suelen ser de menos de 500 euros. A cambio, eso sí, tiene la oportunidad de establecer un contacto (electrónico o físico) con los autores del proyecto difícil de conseguir de otro modo.
Xavier Olivella, de la asociación Spain Crowd Funding, defiende la utilidad social de estas inversiones. "Se calcula que cada adulto tiene en España un depósito bancario de unos 5.500 euros. Si cada persona hiciese una pequeña aportación a proyectos empresariales, la situación económica sería otra", opina.