AECA debate las novedades en auditoría y contabilidad
El lema de este año es 'Ética y emprendimiento: valores para un nuevo desarrollo' La primera jornada del congreso será de marcado carácter profesional
La crisis y los desafíos que esta situación sigue planteando impregna también el contenido del XVII Congreso AECA (Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas), que se celebra los próximos 25 a 27 de septiembre en Pamplona, en su Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, y que este año tiene como lema Ética y emprendimiento: valores para un nuevo desarrollo.
En estas jornadas, cerca de 400 profesionales, docentes, investigadores, autónomos y pymes debatirán asuntos como el papel de los directivos y ejecutivos, la obtención de financiación, la falta de ayudas y el exceso de burocracia en la creación de empresas, la conciliación y competitividad, la eficiencia del sector público o la situación de las empresas financieras, entre otros, con el fin de establecer colaboraciones y crear sinergias en sus actividades, además de sentar puntos de vista colectivos sobre estas cuestiones.
“Hay una sensibilidad en torno al tema de la crisis muy grande. Y afecta en el ámbito profesional de diversas maneras. Aunque también es un generador de las situaciones de dificultad empresarial, en muchos casos generan trabajo profesional de otra índole. En la actualidad el trabajo de forensic es muy importante; en otras épocas en que se compran y venden muchas empresas lo es el de transacciones. Se van acomodando a las circunstancias”, comenta Leandro Cañibano, presidente de AECA.
Este año, como novedad, el programa del congreso ofrece varias conferencias, mesas redondas y talleres técnicos en una primera jornada estrictamente profesional, y deja para los dos días siguientes sesiones paralelas con exposiciones más académicas. “AECA es una asociación que integra tanto a profesionales, del mundo de las firmas de auditoría, de la empresa, etc., como a académicos. En el congreso, normalmente mezclábamos actividades, pero este año hemos preferido concentrar en un día aquello que tiene una repercusión más aplicada sobre aspectos profesionales, de contabilidad, auditoría y administración de empresas en general. Y luego, hacer algo más abierto, como venimos haciendo, que permite a los asistentes que lo deseen presentar sus propias comunicaciones en los foros apropiados para discutirlas”, explica el presidente de AECA.
Las siete horas y media de la primera jornada son homologadas como formación por el ICAC
La jornada profesional lleva por título Novedades normativas, práctica profesional y contexto internacional. Centrada en dos grandes ejes: las novedades en regulación contable y de auditoría, los especialistas debatirán sobre asuntos como las resoluciones del ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas) sobre el Plan General Contable, adaptaciones sectoriales, control público, directivas dela UE y normativa internacional, responsabilidad social y ética de los negocios, etc. Una intensa actividad concentrada en siete horas y media que han sido homologadas como tiempo de formación continuada por el propio ICAC en materia de contabilidad y auditoría.
“Para el ejercicio de la profesión de auditor se exige hacer al año un número de horas de formación. Y es el ICAC el que considera si esas horas son homologables o no”, puntualiza Cañibano.
En las dos jornadas siguientes, el protagonismo será el de las sesiones paralelas, que consisten en exposiciones breves (entre 15 y 20 minutos) de carácter especializado, fundamentalmente procedentes del mundo académico, que a su término reciben los comentarios de los asistentes. Son cuatro exposiciones por sesión, que han sido seleccionadas previamente por un comité científico.
Programa de acompañantes
El congreso incluye un programa paralelo de esparcimiento para los asistentes. “Siempre es bueno tratar de hacer algo distinto. Eso genera una relación más estrecha siempre”, asegura Leandro Cañibano. Este incluye visitas a lugares turísticos y actividades como catas y cenas.
Actividades que se amplían en el llamado programa de acompañantes. “Es una tradición. Hace años había muchos acompañantes. Con el tiempo, las cosas son un poco diferentes. Las parejas normalmente trabajan y es muy difícil compaginar. Se sigue manteniendo porque los socios quieren que siga”, precisa el presidente de AECA.