A la eólica le sobran empleos y le faltan candidatos
La rapidez a la que ha crecido la industria eólica en la Unión Europea ha abierto una brecha entre la creciente oferta de empleo y la escasez de trabajadores para cubrir los puestos que pide el mercado. Así lo estima la Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA) en su informe Se buscan trabajadores. La brecha de talento en el sector eólico de la UE, publicado en agosto. La eólica se ha multiplicado casi por diez en apenas doce años, pasando de 13 gigavatios de potencia instalada en 2000 a cerca de 100 en 2012, “lo que ha impedido que se desarrollen las competencias necesarias para ajustarse a este ritmo”, concluye el estudio de este organismo con sede en Bruselas.
Al sector le faltan 7.000 candidatos cada año para ocupar puestos de perfiles técnicos en la construcción de turbinas, operación y mantenimiento, y si la industria sigue creciendo al ritmo actual, el déficit de trabajadores alcanzará 15.000 personas en 2030, cuando la eólica necesitará 50.000 empleados adicionales a los actuales.
En su informe, la organización eólica achaca el desfase a la ausencia de oferta de enseñanza superior orientada a la industria del viento, “con un número muy bajo de graduados superiores en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en el sector”. El otro problema es que la formación técnica es más teórica que práctica, “lo cual ha generado una estandarización de los currículos en la UE”, cuando el sector necesita trabajadores especializados.
En 2009, la mitad de los puestos técnicos estaban dedicados a la construcción de turbinas, el 33,3% a la fabricación de componentes para los aerogeneradores, el 8% a tareas de instalación y el resto generó trabajos directos en otras áreas. La EWEA estima que si la eólica continúa creciendo al ritmo actual en Europa, la industria necesitará 50.000 personas más, en concreto para labores de operación y mantenimiento, “perfiles que pueden convertirse en la mayor fuente de nuevos empleos en 2030”, debido a que las turbinas que se fabrican actualmente acumulan mayor potencia instalada en cada aerogenerador. En estas áreas, la brecha entre la oferta de empleo y el déficit de trabajadores se dispara.
El organismo recuerda que este desfase no se debe a la falta de candidatos para cubrir estos puestos, sobre todo ahora que la tasa de paro se ha disparado en países como España, sino a la ausencia de formación adecuada. De hecho, el 78% de las empresas de 16 países de la UE preguntadas para la realización del informe, entre ellos España, estiman que les resulta “difícil o muy difícil encontrar personal preparado”.
Las ventas y el marketing están mejor adaptadas al boom que vive la eólica en Europa, al ser perfiles más generales y abiertos a otras actividades. Las ingenierías tampoco suponen un problema por el desarrollo de programas de prácticas en las empresas. Pero para hacer crecer el número de trabajadores en áreas técnicas, “vitales para el desarrollo del sector”, que suponen el 16% de los perfiles profesionales que necesita esta industria, la EWEA recomienda dar un impulso a la formación técnica y tender más puentes entre los centros de enseñanza y las compañías, a través de formaciones cortas y la implicación de profesionales en activo. “La industria y las universidades podrían unirse para fundar programas de prácticas y becas”.
El estudio insiste en que las compañías “quieren ver más programas de educación relacionados con la eólica en la UE que incluyan contenidos adaptados al sector”. Aunque la economía verde puede beneficiarse del trasvase de multitud de profesionales desde otros sectores, la Asociación Europea de la Energía Eólica achaca la ausencia de más trabajadores a “la debilidad sistémica de los programas educativos y de prácticas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en la UE”, donde suelen reclutarse los talentos que trabajarán en la eólica terrestre y marina en los próximos años en los Veintisiete.
Trabajar de comercial especialista en eficiencia energética no se le pasaba a nadie por la cabeza en 2008 por una sencilla razón: el mercado no demandaba este perfil de trabajadores. Pero a medida que las leyes ambientales son más restrictivas, se abren nuevas opciones laborales, especialmente bienvenidas con la crisis y el paro juvenil rozando el 60% de los recién titulados.
Un ejemplo:en 2012 se ofrecieron 5.285 empleos de comercial especialista en eficiencia energética, un 414% más que en 2008, según plasma la web de empleo Infojobs en su último análisis del mercado laboral en España.La agencia asocia este boom a la ley de certificación energética que entró en vigor en junio y que obliga a los propietarios de viviendas y locales en venta o alquiler a obtener un sello energético, como el que ahora exhiben los electrodomésticos.
También en este perfil hay déficit de trabajadores, al tratarse de una especialización recién creada. En 2012 solo hubo nueve inscritos por vacante, “una tasa de competencia muy baja”, resaltan en Infojobs.