Los rivales europeos meten presión a Iberia con su ofensiva en Asia
Air France, Swiss Air o British Airways redoblan su apuesta por el Lejano Oriente
Asia se ha convertido en destino ineludible para las antiguas aerolíneas de bandera europeas. British Airways abre a finales de mes ruta hacia la china Chengdu, capital de Sichuan, una de las zonas de interés del país desde el punto de vista turístico (Reserva Natural Wolong) y con presencia de una fuerte industria tecnológica. Con este, la aerolínea del grupo IAG volará de forma directa a cuatro destinos en China: Shanghái, Beijing, Hong Kong y proximamente a Chengdu.
Su aliada de holding, Iberia, utiliza Heathrow como plataforma y ofrece a sus clientes la posibilidad de llegar a Asia principalmente desde esa plaza londinense y con aviones de British, mientras vigila atentamente los pasos de sus rivales en decenas de destinos asiáticos. La última en tomar una decisión de peso ha sido Air France, utilizando desde este martes su mayor avión, el Airbus380, para conectar París-Charles de Gaulle con Shanghái-Pudong. “La llegada de nuestro avión de mayor capacidad a Shanghái pone de manifiesto la voluntad de Air France de desarrollarse en China, región estratégica en plena expansión”, ha declarado Frédéric Gagey, presidente de Air France. Sus aviones ofrecen servicios y atenciones especialmente adaptadas a la cultura china.
La firma gala opera 28 vuelos semanales desde París a Shanghái, 14 de ellos en código compartido con China Eastern Airlines. Pero en total son 93 los vuelos que lanza semanalmente desde la capital gala o desde Amsterdam-Schiphol hacia China, que se amplían a 126 si se cuentan los códigos compartidos con China Southern y China Eastern.
IAG hasta agosto
43,6 millones de pasajeros han sido atendidos por aerolíneas de IAG hasta el final de agosto, lo que representa un alza del 19,9%. La demanda de Iberia cae un 17% al tiempo que su oferta lo ha hecho un 13,2%. British mejora casi un 3% tras elevar su disposición de asientos un 0,6%. La principal bajada de IAG está en las rutas a Latinoamérica (-12,1%), mientras se refuerza en vuelos domésticos y a Europa.
La decisión de competir con vuelos directos desde Madrid podría fructificar en Iberia una vez se abandone la crisis y con una vuelta a la rentabilidad. Su presidente, Antonio Vázquez, hablaba de ello en 2012 y uno de sus altos directivos, Manuel López Colmenarejo, retomó el asunto en abril asegurando en público que la opción “se contempla cuidadosamente”. Meses después se ve inviable por “costes, la situación económica del país y la situación de Barajas en la periferia de Europa, que dificulta captar tráficos de conexión”. Pero se reconoce que la cuestión está siempre en estudio.
China es el mayor mercado emisor de pasajeros del mundo, pero buena parte de ese volumen se mueve en vuelos domésticos. El interés de las aerolíneas europeas reside tanto en el traslado de turistas como en el viaje de negocios. Se estima que en 2012 llegaron a España más de 170.000 turistas chinos, una cifra considerable pero aún muy por debajo de la que aportan mercados clave para Iberia como son Estados Unidos (1,2 millones) y el resto de América (1,9 millones), con Brasil (400.000 turistas llegados a España) y Argentina (360.000 turistas) como dos de los más destacados. En cuanto a Asia como destino exterior de los residentes en España, registró 487.000 viajeros el año pasado, siendo el único continente que sube (19%) frente a las caídas de Europa (-9,1%), América (-17,7%) y Africa (-2,3%). En todo caso, el volumen de pasajeros a Asia representan el 4% del total, frente al 79% de Europa y el 10% de América.
Frente a Iberia, Air France mira a estos mercados emergentes desde hubs que captan tráfico de diversos países europeos, y British se nutre además de una fuerte demanda interna en Reino Unido para alimentar esas rutas.
También Swiss Air ha intensificado su relación comercial en las últimas semanas con Asia, viajando a Pekín, Shanghái, Tokio, Singapur (estrenada en mayo), Hong Kong, Bangkok, Delhi y Bombay. La firma suiza habla de una creciente demanda de asientos desde Zúrich hacia esa región del planeta “como consecuencia de la fortaleza económica del mercado asiático”.
Especialistas del Este del continente e intentos fallidos
Cuanto más al Este de Europa, mayores especialistas en los vuelos transcontinentales hacia Asia. Entre las aerolíneas que más apuestan por esa zona del globo se encuentran Finnair, con 13 destinos a siete países desde Helsinki; Turkish Airlines y Lufthansa. En cuanto a un posible salto de Iberia, lo costoso de las operaciones, lo limitado aún de los asentamientos españoles allí y la estacionalidad del turismo hacen de China y demás países asiáticos una puesta de riesgo.
En España fue sonada la entrada y rápida retirada de Air Europa. Corría mayo de 2005 cuando la aerolínea de Juan José Hidalgo inauguraba vuelos a Pekín y Shanghai. “Asia es grande y queremos crecer en Asia”, dijo entonces el empresario, pero la demanda no se comportó como esperaba y la aerolínea tiró la toalla en octubre de 2006. Otra española, Air Plus Comet (Grupo Marsans), también lo intentó durante un año convenciéndose de la dificultad para hacer rentable la aventura.
Escasa oferta de vuelos directos desde plazas españolas
Las opciones para hacer un vuelo sin escalas desde España a cualquier país asiático se pueden contar con los dedos de una mano.
Singapore Airlines vuela desde Barcelona-El Prat a Singapur; la surcoreana Korean Airlines enlaza Madrid con Seúl; Thai Airways viaja desde la capital española hasta la tailandesa Bangkok, y Air China opera el trayecto Madrid-Pekín.
La mayor aerolínea privada china, Hainan, también ha dado el paso de lanzarse comercialmente en el mercado español, pero presta principalmente sus servicios en código compartido y haciendo escalas en distintos aeropuertos europeos.
Poca oferta para lo que han venido demandando los distintos Gobiernos. El anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, deseaba que Iberia se lanzara a la conquista del mercado asiático. Y desde la Generalitat de Cataluña han sido abundantes los llamamientos a las compañías para que se fijen en El Prat como punto de partida hacia el lejano continente.