Iberia planta cara a las 'low cost' con una nueva tarifa barata
La nueva política comercial entra en vigor este sábado La tarifa básica acepta una maleta en cabina y un bolso de mano, pero no se puede facturar La aerolínea enmarca la nueva estrategia en su Plan de Transformación
Iberia va a lanzar nueva oferta comercial este sábado, 7 de septiembre, con la intención de captar nuevos clientes con el precio como principal motivo de elección de aerolínea. Se trata de entrar en la guerra con las low cost en el corto y medio radio, vendiendo calidad de servicio a buen precio.
La empresa que dirige Luis Gallego tendrá una tarifa básica de entrada en la que habrá rebaja de precios en el área en que se disputa la batalla con los Ryanayr, Easyjet o Vueling: rutas domésticas y vuelos a Europa, con la excepción de Londres. Desde la empresa se explica que no tiene sentido aplicar esta política a la ruta con la capital británica si no se hace de forma consensuada con British Airways, firma con la que comparte presencia en el holding IAG.
El director comercial de la española, Marco Sansavini, no ha querido desvelar tarifas: "No vamos a dar excesivas pistas a la competencia", ha comentado en rueda de prensa, pero asegura que el plan de negocio augura un incremento tanto en la ocupación de los vuelos como en los ratios de rendimiento.
Los clientes con tarifa básica no podrán facturar equipaje y subirán al avión con un bolso de mano y una maleta con las dimensiones que permitan su acomodo en la cabina (un máximo de 56 centimetrosx45x25). "La maleta que permitimos es algo más grande de lo que era anteriormente y eliminamos el límite de peso de diez kilos", argumenta Sansavini.
La compañía mantendrá una tarifa clásica y una tercera flexible, dos tramos en los que englobará sus más de 20 tarifas actuales para hacer más fácil el trabajo de elección por parte de los clientes. La comercialización de las tres se lleva a todos los canales de venta y el cliente puede combinarlas en sus viajes de ida y vuelta.
Con la opción Básica el viajero no elige asiento, siendo la aerolínea la que se encarga de asignarlo: "Esto no va a ser el baile de las sillas, cada pasajero tendrá su plaza en el avión". En la tarifa Clásica es el usuario quien elige sillón, además de poder facturar una maleta y tener capacidad para cambiar el vuelo con el pago de una penalización. Finalmente, la tarifa Flexible otorga embarque prioritario y la posibilidad de cambiar el vuelo sin penalización.
Sansavini ha enmarcado esta ofensiva en el Plan de Transformación de la Aerolínea, por el que se ha ajustado plantilla, se van a recibir hasta ocho aviones de largo radio y se renuevan los interiores de buena parte de la flota. El directivo remarca la preocupación por elevar la calidad del servicio y "acabar con la idea de que volar con Iberia es caro".
Los vuelos a América y la clase Business no se ven afectadas por recortes de precios y el responsable de la aerolínea no ha dejado entrever que vaya a haber modificación alguna.
Sansavini ha aclarado que la posición de Iberia ante el mercado no es la de una aerolínea low cost. "Estamos hablando de precios bajos, no de costes bajos. Este es un nuevo concepto de servicio, pero no una transformación en low cost. Solo damos una posibilidad más para que el cliente elija". La compañía busca llenar los aviones y atrapar a un cliente que hoy no la tiene en cuenta como una opción para viajar.