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El importe mínimo de cada emisión rondará los 20 millones, cifra asumible solo para empresas medianas

El mercado de renta fija para pymes dejará fuera a las pequeñas empresas

Luis de Guindos, ministro de Economía.
Luis de Guindos, ministro de Economía. Reuters

Ya está todo listo para que el mercado de renta fija dirigido a pymes (MARF) acoja las primeras emisiones a partir de septiembre. Las últimas normas necesarias entraron en vigor el pasado 1 de agosto, de forma que la plataforma creada por BME calienta motores para tratar de configurarse como una alternativa con la que que las medianas empresas obtengan financiación.

Las pequeñas compañías tendrán que recurrir a otras fórmulas puesto que la emisión mínima en el nuevo mercado rondará los 20 millones de euros, según Axesor. Esta agencia de calificación española, que se postula como la más atractiva para las compañías nacionales que quieran conseguir financiación a través del MARF, señala en un documento que el nuevo mercado “no se encuentra diseñado en una fase inicial para empresas pequeñas [...].”

“El MARF requiere de unos volúmenes mínimos (a partir de €20 millones), para asegurar el interés por parte de los inversores que requieren que la emisión goce de una mínima liquidez (a mayor emisión mayor la liquidez) y además sea lo suficientemente grande para diluir los costes fijos de estructuración de la misma”, explica Axesor.

Eso sí, BME no ha establecido de entrada ningún importe mínimo de emisión, si bien se guarda la posibilidad de exigir “medidas necesarias para dotar de liquidez al valor”. Así deja la puerta abierta a que que los intermediarios puedan actuar, obligatoria o voluntariamente, como proveedores de liquidez, como ocurre en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), donde esta figura es forzosa.

Un coste de hasta 80.000 euros por cada empresa

La circular con las tarifas que BME cobrará a los emisores de deuda en el MARF se publicó el pasado 18 de julio. Por estudio de la documentación de pagarés, se cobrará el 0,025 por 1.000 sobre saldo máximo de emisión, con un mínimo de 2.000 y un máximo de 20.000 euros. Para valores con vencimiento superior a un año, el mínimo sube a 3.000 euros con el mismo máximo. En caso de que la empresa quiera emitir deuda a corto (pagarés) y a medio plazo tendría que abonar hasta 40.000 euros. Además, tendría que abonar la tarifa de incorporación, fijada en el 0,005 por 1.000 para títulos con vencimiento de hasta 12 meses, con un mínimo de 1.000 euros y un máximo de 20.000. Si también emite valores a más de ese plazo, el precio será de 0,025 por 1.000, con un máximo de 20.000. El coste máximo por empresa podría llegar por tanto a los 80.000 euros.

Aún no hay ningún intermediario en el MARF, que pueden ser bancos o brókeres, ni ningún asesor registrado, el encargado de guiar a las empresas que acudan al mercado para que cumplan con todos los requisitos. Pero fuentes próximas al Ministerio de Economía señalan que previsiblemente será en septiembre cuando la plataforma sea plenamente operativa.

Las empresas que se propongan colocar pagarés –con un plazo máximo de hasta 12 meses– o deuda con un vencimiento superior deberán presentar sus cuentas anuales auditadas sin salvedades en los dos últimos ejercicios. Habrán de contar también con “un informe de evaluación crediticia y de riesgo de la emisión o con un informe de solvencia” elaborado por una entidad de calificación registrada y certificada por la Autoridad Europea de Mercados (ESMA, según sus siglas en inglés).

Las tres agencias más grandes son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, seguidas por la canadiense DBRS. En España, Axesor también ha recibido el visto bueno de la ESMA y asegura que es una “alternativa accesible y flexible en el sector del rating para la mediana empresa, estando los costes adaptados al tamaño de este segmento y los volúmenes de emisión”. Fuentes financieras revelan que también las grandes agencias estudian fórmulas para que sus calificaciones sean asequibles para compañías medianas.

Un estudio de Axesor elaborado junto al Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) afirma que “100 empresas españolas cumplirían hoy con el perfil idóneo para emitir en este nuevo mercado de manera inmediata”, si bien amplía el universo potencial hasta las 800 compañías.

Axesor prevé que la calidad crediticia más habitual sea la de BB, situada dentro de la categoría de bono basura o high yield, pero con una probabilidad de impago implícita inferior al 2%. La agencia espera que las emisiones de deuda tengan vencimientos de hasta cinco años y que las rentabilidades oscilen entre el 4% y el 8%.

Solo para institucionales

El MARF estará vedado a los pequeños inversores, a diferencia de lo que ocurre con el MAB. En este último, las colocaciones pueden restringirse a los institucionales pero una vez que el valor haya comenzado a cotizar es accesible a cualquier inversor. En su homólogo de renta fija la inversión mínima será de 100.000 euros, tanto en el momento de la emisión inicial como después. Los principales inversores en la deuda del MARF serán por tanto los fondos de inversión y de pensiones españoles.

La negociación arrancará a las nueve de la mañana, terminará a las cuatro y media de la tarde, y solo se podrán introducir órdenes a precio limitado.

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