Mucha comisión en los planes para tan poca rentabilidad
Los expertos piden una rebaja de los gastos de gestión y una mejora de la rentabilidad
Por si tenían alguna duda, el Informe sobre la sostenibilidad de las pensiones, encargado por el Gobierno a un comité de expertos, confirma que las pensiones públicas van camino de quedarse raquíticas. Ante ese panorama, estos sabios recomiendan una mayor concienciación sobre la necesidad de complementarla con ahorro privado. ¿Cómo? Entre otras medidas, reduciendo a la mitad las comisiones de gestión y administración máximas en planes de pensiones (del 2% y el 0,5%, respectivamente), una idea que no ha gustado nada al sector, que argumenta que son menores que las de los fondos de inversión, por ejemplo.
En concreto, el estudio elaborado por Inverco concluye que la comisión media de gestión en los fondos de pensiones, con datos del año 2012, fue del 0,80%, mientras que en los fondos de inversión fue del 0,94%. Además, el informe destaca que la comisión media de gestión ha disminuido un 27% desde 2008, cuando estaba en el 1,10%. Esto a lo que se refiere al conjunto de planes, sin embargo, si nos quedamos solo con los productos individuales, son algo más elevadas (1,3%), “ya que incluyen el coste de la comercialización que supone la distribución de los mismos a través de la red de ventas, al igual que en el resto de productos financieros que se venden a inversores minoristas”, explica Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco.
Los planes individuales soportan además los costes de la distribución comercial
Juan Manuel Vicente Casadevall, de la EAFI Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero, presentó recientemente un estudio que concluía, utilizando datos de Lipper, que la comisión media de los planes de pensiones individuales se situaba en 1,68%, casi duplicando la media de Reino Unido (0,96%) y mucho más altas que el 1,08% de Italia. La sensación de alto coste se dispara si vemos que las rentabilidades de los planes fuera de España suelen ser también mucho mejores.
1, 3 % fue la comisión media de gestión de los planes de pensiones del sistema individual en 2012.
Y es que mientras que la industria defiende la idoneidad de los gastos, el sector asesor o los analistas los ponen en cuestión. “Teniendo en cuenta el estilo de gestión de este producto, las comisiones deberían ser algo inferiores”, asegura Paula Mercado, directora de análisis de VDOS Stochastics. No obstante, en su opinión, no cree que las comisiones sean el principal culpable de la reducida rentabilidad, “más bien parece el resultado de la propia definición del producto que, al situar el reembolso en un largo plazo, hace que los partícipes no hagan un seguimiento convenientemente persistente de los resultados obtenidos por su inversión”.
0,96% es lo que pagan de comisión de media en Reino Unido los partícipes.
Una escasa rentabilidad que niegan desde la patronal al exponer que los rendimientos del sistema individual reflejan medias anuales acumulativas para los últimos 20 y 23 años del 4,02% y 4,94%, respectivamente, mientras que la rentabilidad en los últimos 12 meses es del 12,98%, “cifras que superan holgadamente la inflación de dichos periodos” (2,8%), apunta Martínez-Aldama, que recomienda que los inversores se fijen en el plazo largo.
Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, cree que las comisiones son muy altas “y más si se comparan con sus pobres resultados. En cambio, en los fondos de inversión están más ajustadas y los resultados son mejores. ¿Por qué? Porque hay competencia, especialmente por la presencia de las gestoras extranjeras, que han sido un revulsivo para el mercado y para las gestoras nacionales”, y se pregunta: “Si te permiten jugar con ventaja, ¿para qué te vas a esforzar? ¿Bajar comisiones si nadie tiene las deducciones fiscales que tú sí que tienes y puedes ofrecer?”.
En mi opinión
INVERCO
"Los rendimientos superan holgadamente la inflación del periodo", según su director general, Ángel Martínez-Aldama.
VDOS STOCHASTICS
"La baja rentabilidad es resultado de la propia definición del producto", afirma Paula Mercado, directora de análisis.
EFPA
"Lo primero de todo es crear la cultura del ahorro a largo plazo", señala el asesor independiente Carlos Herrera.
TOWERS WATSON
"Comisiones muy bajas pueden llegar a desincentivar a los gestores", arguye director de inversiones David Cienfuegos.
CEF
"Las comisiones son las más altas del mundo. Tienen recorrido a la baja", reclama Juan Fernández Robles, profesor de Economía y Finanzas.
TRESSIS
"Si te permiten jugar con ventaja ¿Para qué te vas a esforzar?", recuerda Víctor Alvargonzález, director de inversiones.
Martínez-Aldama niega ese razonamiento y argumenta que en planes “existe una fuerte competencia debido a la posibilidad que tienen los partícipes y beneficiarios de traspasar su dinero de un plan a otros, por lo que si el factor comisiones fuera el más relevante para los partícipes, con esta posibilidad de traspaso podrían dirigirse al más barato dentro de la misma categoría”.
Juan Fernando Robles, profesor de Economía y Finanzas del CEF, por su parte, ve que la reducción de las comisiones máximas aplicables “sin duda sería un incentivo, aunque el factor más importante sería que no todos los fondos quedaran bloqueados hasta la jubilación, es decir, establecer ventanas de liquidez como parece proyecta el Ejecutivo”, y recuerda que las comisiones en España son de las más altas en el mundo aunque están limitadas legalmente, “razón por la que tiene recorrido a la baja”.
David Cienfuegos, de Towers Watson, cuestiona que las comisiones estén bien enfocadas y recuerda que a nivel internacional la remuneración es distinta en base al estilo de gestión. Es decir, “una gestión más indexada, que busca puramente replicar la rentabilidad de los mercados en los que invierte, tiende a ser una gestión mucho más barata”.
“La gestión activa que aporta valor en base a la demostrable habilidad del gestor para batir a los mercados en los que invierte de forma sostenible en el tiempo exige realmente una retribución mayor, siempre y cuando esas mayores comisiones justifiquen la generación de rentabilidad adicional a los mercados en los que invierte más que proporcional. Es decir, que el beneficio no se lo quede la gestora en comisiones, sino que se reparta de forma justa con el inversor”, añade Cienfuegos. Y reflexiona sobre que unas comisiones excesivamente bajas, “como ocurre en muchos de los fondos de pensiones de empleo, por ejemplo, pueden llegar a desincentivar a la entidad gestora a invertir recursos en desarrollar las capacidades de gestión de dichos productos. Es fundamental el equilibrio entre la remuneración y el desempeño del gestor”.
Para darnos cuenta de que la importancia de los gastos dentro de las rentabilidades es obvia, desde Asociación Financiera Europea (EFPA) ponen un ejemplo: una persona de 35 años que realiza aportaciones anuales de 8.000 euros a un plan de pensiones, suponiendo que se jubila a los 65 años y que ha obtenido una rentabilidad anual estimada del 4%, tendrá una diferencia de capital final a la jubilación de casi 100.000€ si se aplica una comisión de gestora y depositaria del 0,60%, en lugar del 2%.
En cuanto a los planes de empleo, Cienfuegos critica que algunas entidades gestoras centren más sus recursos y esfuerzos en el desarrollo de los productos individuales, dado que su margen en estos productos, comparado con el que ofrecen los fondos de pensiones de empleo, es mucho mayor. “Creemos que una convergencia en las comisiones (máximas menores y fijar un mínimo razonable) podría incentivar tanto la contratación de productos individuales como la redistribución de recursos internos de algunas de nuestras entidades gestoras para apostar por un mayor desarrollo de su negocio de colectivos”.
En cualquier caso, la reducción de las comisiones “ayudaría a la contratación pero no es una medida incentivadora en sí misma, ya que hay que acometer el problema del bajo nivel de ahorro a largo plazo en España con distintas medidas”, reclama Carlos Herrera, de EFPA España.
“Cuando el ciudadano tome conciencia de que no queda más remedio que hacer un sobreesfuerzo para ahorrar para la jubilación, podemos incluir otras medidas para incentivar el ahorro a través de planes de pensiones, como favorecer fiscalmente el cobro a través de rentas vitalicias por parte de los beneficiarios de los planes de pensiones, potenciar los planes de pensiones de empleo obligando que una parte del salario vaya al ahorro para la jubilación, etc. Pero lo primero de todo es crear la cultura del ahorro a largo plazo”, insiste Herrera.
¿Se anima a pensar en su jubilación?
Con las aguas tan revueltas como están respecto al sistema público de pensiones, los agentes aprovechan para llevar el ascua a su sardina. Recientemente, Zurich Seguros ha lanzado sus 10 razones para contratar un plan de pensiones. El primer razonamiento es contundente: Es un complemento para la pensión de jubilación pública, de forma que la pensión total sea suficiente para satisfacer el nivel de vida deseado en el futuro.
Para la aseguradora, es necesario prever nuestra vejez, dado que las reformas ya aprobadas implicarán una reducción de las pensiones de jubilación futuras que puede llegar hasta un 25% respecto a la pensión calculada con la normativa anterior, ya que el actual modelo público no es sostenible.
Dado este panorama, el ahorro puede empezar en el momento en que se decida, pero cuanto antes, mejor, ya que al ser una inversión a largo plazo, con menor esfuerzo ahorrador conseguirá mejores resultados.
A todo esto hay que añadir su atractivo fiscal, ya que los planes de pensiones y planes de previsión asegurados son los únicos productos cuya finalidad exclusiva es la constitución de un ahorro para la jubilación y que actualmente ofrecen la mejor rentabilidad financiero-fiscal, con ventajas fiscales que pueden llegar a desgravar hasta un 52%.
Asimismo, la compañía aseguradora resalta que la rentabilidad está siendo muy satisfactoria en el último año dado el buen compartimiento de los mercados tanto de renta variable como de renta fija, y la amplia gama que existe de este tipo de productos, de forma que cada persona puede escoger el que más le convenga, dependiendo de su perfil inversor y de sus necesidades.
Por último, destacan que se puede recuperar el dinero, si se necesita, refiriéndose en este punto a los supuestos excepcionales de liquidez como desempleo, enfermedad grave, invalidez y dependencia.