Alemania da con la combinación ideal
Durante años, las políticas salariales alemanas fueron perjudiciales para la zona euro. El último acuerdo salarial en Volkswagen, anunciado ayer, confirma que esa era ha terminado.
Hasta la crisis, el sueldo medio en Alemania iba aumentandopoco a poco, durante muchos años se incrementó menos que los precios de consumo y la productividad. Esto fue beneficioso para la competitividad de las exportaciones alemanas, pero disminuyó la demanda de importaciones de otros miembros de la moneda única.
Está previsto que los sueldos de 102.000 trabajadores alemanes de Volkswagen se aumenten por encima de la inflación tanto en 2013 como en 2014. La tendencia de los salarios, junto con la reducción de las contribuciones a la seguridad social, debería conducir a un aumento del consumo privado en Alemania. Los expertos pronostican un aumento del gasto real de los consumidores del 0,8% en 2013 y del 1,2% en 2014.
Los sueldos de los trabajadores alemanes de Volkswagen aumentarán por encima de la inflación en 2013 y 2014
Algunos han pedido unos incrementos más agresivos. Afortunadamente, los sindicatos han sido lo suficientemente inteligentes como para no tratar de compensar las restricciones del pasado. Los acuerdos actuales ni destruirán ni crearán empleo, pero si los aumentos fueran más generosos podrían empezar a poner en peligro algunos puestos y Volkswagen podría salir perjudicado en el competitivo mercado mundial de automóviles.
El aumento del desempleo alemán dañaría la demanda interna. Los subsidios son mucho más bajos que los salarios y el miedo a los despidos dispararía los ahorros preventivos. Por otra parte, los sindicatos tendrían que recurrir muy posiblemente a largas huelgas para conseguir tratos más generosos, lo que podría causar daños colaterales a la economía del país.
En cambio, las raudas negociaciones y las mínimas huelgas de advertencia han producido contratos inusualmente largos. Empresas y los trabajadores alemanes parecen haber encontrado el equilibrio adecuado entre los aumentos salariales decentes y la protección del empleo industrial. El resto de la zona euro debería estar agradecido.